—Destino... otra vez esa palabra... — piensa la pelinegra mientras mira fijamente al joven pelinegro, perdiéndose en sus profundos y encantadores ojos azabache, para después mirar sus labios. — ¿Por qué me preguntas algo así de esta forma? — dice mientras sube su mano hasta su rostro y acaricia sus carnosos labios con la lleva de sus dedos — Lo único que estás logrando... es acelerar mi corazón.
—¿En verdad? — le pregunta el pelinegro acariciando su mejilla con la yema de su pulgar mientras observa como ella estaba tentada a sus labios y no era la única, él también estaba deseoso de los suyos, pero antes necesitaba esa respuesta, quería saber lo que pensaba ella sobre ese importante tema. — Entonces, ¿crees o no en él? — ahora acaricia tiernamente los labios de ella con su pulgar haciendo que la joven los abriera ligeramente.
—Yo... — pero ella ya no podía pensar, esa forma como la estaba acariciando y tratando era demasiado para su mente y corazón; demasiado atrayente, tan encantador y tentador. Tenía tantas ganas de besarlo, de apoderarse de su boca, de entregarse a él. De repente se sonroja al darse cuenta de lo que está pensando y lo que había dicho anteriormente. Se da media vuelta rápidamente para ocultar su rostro de él — I-Iré a preparar algo de cenar. Sota de seguro llegara hambriento.
Dicho esto, la joven se aleja de él y sale de la habitación, dejando a un pelinegro sin saber su respuesta. El joven da un leve suspiro después de que ella sale por la puerta. Al final no ha podido saber qué piensa sobre ese tema tan importante para él, pero tampoco podía obligarla a que le diera la respuesta, aunque por una gran parte eso haría que las cosas se atrasaran un poco o ¿tal vez no? Ella claramente se lo dijo, se lo confeso. Él había logrado acelerar su corazón. Eso era una gran señal; es un gran progreso, tal vez, después de todo las cosas vayan mejorando cada día. Solo necesita que ella le confiese sus verdaderos sentimientos hacia él y así, él podrá hacerlo lo mismo con ella, podrá aceptar en verdad que esos sentimientos que tiene por Kagome son realmente de él y no de su vida pasada. Se aproxima al gran espejo para poder ver su reflejo, mirándose fijamente a los ojos.
—No es que esté en contra de tus sentimientos por ella, — comienza a decirle a su reflejo atentamente a sus ojos — solo... me gustaría ser yo el que en realidad... tenga esos sentimientos y no por los tuyos. — por unos instantes logra ver como el color de sus ojos habían cambiado a una tonalidad dorada. Solo fue por un segundo, pero logró apreciarlos perfectamente — Otra vez está sucediendo... ¡Necesito apresurarme!
Aprieta su puño mientras se aleja del espejo directo a su mesita de noche para tomar nuevamente sus vitaminas. Justo cuando se siente sobre la cama, su celular suena. Sin pensárselo dos veces lo saca para revisarlo. Era un correo y un mensaje del pequeño hermano de la pelinegra, avisándole que ya podía pasar por él. Ante ello le responde rápidamente, para después marcarle al hombre canoso e informarle que podía pasar ya por el pequeño. Terminando de ello, cuelga y ahora se dirige a su bandeja de correo electrónico.
—Como siempre luciéndose — dice divertido al leer el correo — Solo espero que acepte también ella.
Dentro de la casa, la pelinegra se encontraba en la cocina sacando otro de los platillos que su madre le había dejado. Se aproxima a la estufa para poder calentar la comida. Durante ese tiempo no ha podido dejar de pensar en todo lo que le ha estado sucediendo con el pelinegro y todo lo que ella ha estado haciendo con él. Como ha estado actuado desde la primera vez que lo vio hasta ahora. Al principio no podía tratarlo, porque no podía dejar de ver a su amado Hanyo en él y ahora lo trata de una manera tan deseosa que cada vez que lo mira su corazón comienza a latir rápidamente. Sus ganas de querer abrazarlo y besarlo han aumentado tanto, hasta llegar al punto de desear tener sexo con él. ¿Qué es lo que estaba pasando con ella?
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El Deseo de Dos Amantes (PAUSADA)
Fiksi PenggemarSe dice que las almas de dos amantes que no lograron cumplir su deseo de estar juntos, pueden volver a reencarnar en otra vida, en el mismo tiempo o lejano. ¿Podría ser que su amado haya reencarnado en el mismo tiempo que ella?