Capítulo 2: La selección y un gran susto.

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- Cuando diga su nombre pasen adelante y le colocaré el sombrero - indicó la profesora.

Pasaron varios estudiantes. Unos para Gryffindor, otros para Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin.

Llegó el turno de Percy.

- Weasley, Percy - dijo la profesora.

- Suerte - le susurre.

Él me sonrió.

- Igualmente - susurró.

Se sentó en el banco y la profesora le puso el sombrero.

Después de unos minutos el sombrero exclamó: ¡Gryffindor!.

La mesa de los Leones celebró a su nuevo integrante y los pelirrojos abrazaron a su hermano.

- Wood, Oliver - llamó la profesora.

Pasé y me senté en el banco. Percy me miraba con atención.

- Mmm, muy bien. Valiente. No, definitivamente no de Ravenclaw. Hay ambición, pero no perteneces a Slytherin...

- Gryffindor porfavor, sombrero parlante - pensé.

- ¿Gryffindor? Dime ¿por qué Gryffindor? - hablabamos en mi mente. - Oh, ya veo, es por ese Weasley. Él también quiere estar en la misma casa que tú. Y para tu suerte perteneces a...¡Gryffindor!

La mesa volvió a celebrar. Me paré luego de que me quitaran él sombrero y caminé a la mesa, todos me saludaban y se presentaban.

- Mucho gusto

- ¡Bienvenido!

- Gracias -

El director nos dió la bienvenida.

- Y sin más que añadir... ¡A comer! - exclamó.

La comida apareció sobre los platos antes vacíos.

Muchos nos sorprendimos.

- Me alegra que estemos en la misma casa. - comenté.

- A mi también - Percy sonrió.

Comensé a comer de todo. Pasó un rato y apareció el postre, tomé muchos pastelitos y los comí.

Estaba apunto de tomar una menta pero la comida desapareció de la mesa. Hice un puchero.

- Ten - miré a Percy.

Me estaba ofreciendo una menta.

- Tómala - insistió.

- Gracias - la tomé tímidamente.

- Prefectos, guíen a sus compañeros a sus salas comunes - ordenó el director.

- Síganme - un chico con una insignia de prefecto.

*Supongo que él es el prefecto* pensé.

Caminamos hasta unas escaleras.

- Deben tener cuidado con las escaleras... Cada unos minutos cambian de lugar - menciona.

Subimos algunas escaleras hasta un cuadro. Era de una mujer gorda.

- Esta es la entrada de la Sala común... - comenzó a explicar muchas cosas.

- Y esta es la escalera para las habitaciones de niños y esa de niñas. Los chicos no pueden usar las escaleras de las chicas, si lo hacen caerán como en un tobogán y la profesora McGonagall los castigará - mencionó la perfecta.

- Bien, hora de dormir - el prefecto comenzó a subir las escaleras.

Todos los chicos lo seguimos.

- Buenas noches, Percy - dijo Bill.

Amor PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora