14: "Pequeño Mundo"

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"El mundo es bastante pequeño"

_ Basta, ¿Por qué me hacen tanto daño? Sólo quiero vivir tranquilo _el eco repetía la voz destrozada y al mar de lágrimas cristalinas manchando su propio rostro, tomando entre sus manos ensangrentadas su rostro. Sin dar oportunidad de apartar la mirada, ni siquiera la de girar los ojos sin que pueda dejar de presenciar a su hermano perdido.

Karamatsu estaba frente suyo, la misma mirada rota cuando se lo llevaron, pero con hematomas más allá de la recuperación al ver la piel abierta y el blanco del hueso en especial, sobre su hombro y algunas costillas.

Pero la sonrisa que le dirigía quizás era lo peor.

_ Hermano mío, ¿por qué debo de sufrir tanto? ¿por qué me echaron la culpa? _la sonrisa decayó para convertirse en una mueca de dolor, el Omega frunció el ceño pero volteó a mirarlo a los ojos perplejos del contrario_. Creo que eso no importa más, ¿no? De todas formas, creo que me ayudaste a convertir mi destino como esta sociedad demanda.

De repente, tomó parte del cuello de esa camisa desgastada y sucia que portaba que portaba el de mirada hueca y girando el cuello para mostrárselo sin inconvenientes, tiró y el mayor contuvo su aliento al verlo.

_ Gracias por darme espacio en este mundo podrido, espero que con esto puedan perdonar todo pecado que no cometí.

Su cuello delataba una gran cantidad de mordidas que incluso sacaron pedazos completos de carne, hilos de piel lo decoraban y la piel estaba grisácea, prácticamente estaba devorada cual animal salvaje. La sangre salía a borbotones, parte del hueso interno creyó ver y mentirse de ser imposible. Trató de no vomitar al ver movimiento de seres blancos en medio de la herida.

El hedor que se expuso de repente, no ayudó para nada.

Nuevamente fue tocado con suma delicadeza de sus pómulos, alzando la mirada de vuelta a su hermano, expandió los ojos en terror al verlo diferente. Sus mejillas hundidas, su tez demasiado pálida para un ser vivo, sus ojos hundidos en arrepentimiento con lágrimas ensangrentadas de tanto llorar, apenas parecería mantenerse despierto.

De inmediato bajó la mirada ante ese aspecto, pero se arrepintió.

El vientre de Karamatsu estaba abierto, los intestinos salían del corte horizontal y la sangre se extendía, descompuesta desde el cuerpo pálido.

Recuperó su compostura cuando una mano cubrió el vientre sangrante y sintió la frente contraria tocar suavemente contra la suya.

_ Lo siento, hermano. Lamento no ser suficiente para ustedes. Pero no te preocupes, no hay mayor carga por alguna criatura que no merece nacer en mi cuerpo _ presionó más su vientre, la sangre corrió con mayor fuerza_. Lo sé, ¿estás un poco feliz ahora? ¿Crees que soy un buen Omega?

Creyó ver lágrimas caer al suelo.

_ K-karama-

_ Pero eso no importará al final _ayudó a levantarle la mirada y volver a ver ese aspecto del inicio, uno más saludable pero todavía pálido_. Osomatsu-niisan, sé que eres un buen hermano mayor, así que dime con sinceridad...

El nombrado no notó cuando todo cambió, el escenario de repente se oscureció, abrió los ojos, le pesaron los párpados cuando levantó la cabeza de la mesa y su hermano Omega ya no se encontraba, en cambio, estaba en su misma mesa donde tomaban el desayuno. Recibió miradas confusas de sus hermanos al ver que no probó bocado y aparentemente dormir en medio.

_ ¿Osomatsu-niisan?

_ ¿Te encuentras bien, niisan? _los dos más jóvenes preguntaron.

_ Te ves pálido. ¿Qué ocurrió? ¿Te dijo algo malo Dekapan?

Depravado Destino {Osomatsu-san}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora