Osomatsu se mantuvo callado un buen tiempo, con los recuerdos y la responsabilidad sobre sus hombros como nunca antes pensó estaría en ese lugar tan pronto.
Las estrellas estaban opacadas por algunas nubes y la Luna se ocultaba entre el manto de una próxima lluvia. El tiempo transcurrió tan lento como nunca antes habría detestado, el silencio de sus pensamientos cerró cualquier murmullo que existía a voces bajas de los demás en el cuarto.
Pero el mayor solo deseaba sumergirse por más tiempo en ese estado.
_ Osomatsu-niisan _escuchó el llamado, deseando que nunca llegase a sus oídos y continuar ignorando su alrededor, pero frunció los labios, volteó a ver a todos sus menores en aquella habitación carente de color, o casi.
Todas las miradas preocupadas y despejadas de las lágrimas de miedo.
La misma muestra de dolor en sus gestos como hace unas horas de su regreso a casa sin un integrante.
Lo odiaba.
Sólo atinó a sonreír.
_ No se preocupen, yo me encargaré de todo. Podré encontrarlo _aseguró intentando no salir corriendo, metiéndose en el cuarto luego de cerrar la ventana y retirando el cigarrillo apagado a algún basurero cercano. Su voz y rostro estaban camufladas lo suficiente para no dejar relucir sus pensamientos.
_ Mamá... S-si no lo logramos ella... _cerró los ojos fuertemente siendo cubierto por el abrazo del Alfa de amarillo.
_ Lo sé, Todomatsu. Podré hacerlo _lo vio sin realmente considerarlo presente.
_ ¡Deja de mentir! _Choromatsu se levantó de golpe señalando a su mayor, aún temblando, definitivamente la máscara del primero estaba funcionando_. Nosotros te ayudaremos como podamos, Ichimatsu-niisan logrará encontrar su rastro de olor, debemos confiar en ello. ¡No tienes por qué hacerlo tú solo!
¿Nuevamente con ese tema? Osomatsu tuvo que suspirar internamente ante algo ya discutido. Pero no dejaría su brazo a torcer.
_ Choromatsu, soy el Alfa de la manada desde este día _apoyó su palma en su mentón observándolo sin ánimo de pelear, más bien con sus pensamientos a flote al menos un poco, la sonrisa desapareció_. Debo de protegerlos, tengo contactos que pueden ayudarme en esta búsqueda. El olor que percibe Ichimatsu no puede ser muy confiable, existen las pastillas para no detectar Omegas debido a que los oficiales ya llevan a algunos Alfas con ese don. El que no esté muerto es un alivio, pero no sabemos en qué manos habrá caído porque escapar por su cuenta no duraría mucho _frunció el ceño levemente empuñando algo de dureza_. No obstante, se nos puede acabar el tiempo en cualquier momento, si esos sujetos que matan Omegas lo encuentran primero posiblemente será nuestro fin.
Sus divagaciones no mejoraron el estado de los demás.
_ Déjanos ayudarte niisan _Jyushimatsu apoyó, tan callado y los ojos desenfocados como todo Alfa herido, no tenía ánimos de fingir tan bien como con el peso que cargaba el mayor de todos; Choromatsu volvió a su asiento tratando de relajar sus nervios. Jyushimatsu observó al Alfa mayor, implorando en sus gestos_. Somos una manada, no puedes hacerlo todo solo _el rostro del mayor no cambió, en su lugar lo miró fijamente, Jyushimatsu se mordió el labio inferior en estrés_. Al menos déjame acompañarte.
_ No, Jyushimatsu, eres el más fuerte. Debes cuidar a nuestros hermanos porque ese sujeto puede estar dispuesto a tomar a más rehenes.
_ Osomatsu-niisan. Debemos de encontrarlo hasta antes de la llegada del invierno, no nos queda más que algunas semanas _propuso, tratando -y no logrando- controlar su histeria, señalando con sus manos a nada en particular_. ¡Es muy poco! Y como dijiste, posiblemente lo maten antes de la primera semana.
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Depravado Destino {Osomatsu-san}
FanfictionEn un mundo donde existen las tres castas sobresalientes, sólo dos son de utilidad en la sociedad. Las razones de que uno esté excluido pueden variar para cada persona, aunque para algunos, suelen ser útiles para cosas personales e incluso lascivas...