16: "Próxima jugada"

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Los tres hermanos estaban paralizados, mirándose fijamente y con el aliento contenido en expresiones significativas y contrariadas. No costó mucho cuando el primero en salir de su estupor fue el Omega al grito interno de su cabeza.

Su instinto llamó con un suave: «corre...»

Así lo hizo.

Sacando fuerzas de donde no quedaban, dio media vuelta para salir corriendo, de inmediato tuvo reacción de los Alfas quienes salieron tras suyo.

¿Por qué? Por qué, por qué, por qué... ¿¡Por qué mierda aparecieron justo ahora!?

Giró la cabeza levemente viendo a sus hermanos tras suyo.

_ ¡Karamatsu! _ apenas sus voces se elevaron a sus oídos, no indagaria la razón de nombrarlo como un sujeto de la manada Matsuno. Lo ignoró lo mejor que pudo, esquivando a algunos peatones que a esa hora escaseaban.

Su pulso se sacudió, sus músculos dolieron y el aliento faltaba, pero la adrenalina ante el grito de sus instintos de alerta eran, por mucho, mayores; en ese caso no quedaba más que correr, pese a su cuerpo atrofiado durante muchos días, tenía la capacidad de seguir, la distancia era favorable, el Omega era rápido y eso daba en pro de frustración a los Alfas.

_ ¡Espera!

No hizo caso, escuchaba sus maldiciones, pasaron las calles, pero llegaba el punto de colapso, lo sentía, su cuerpo estaba en su límite y la adrenalina no sacaría más fuerza cuando se acabe. Supo allí que su supervivencia pendía de un hilo.

«Resiste, resiste, resiste» Se repetía, escuchaba sus latidos en sus oídos y el estómago se hacía un nudo.

«No puedes caer en sus manos, no otra vez» se recordó a sí mismo, palabras que no pensó siquiera imaginar.

De pronto, unas crecientes náuseas de la nada casi lo hicieron caer, pero lograron chocarlo contra una pared, algo atontado al principio, pero se recuperó rápidamente y chilló a la cercanía de los Alfas, la ventaja se reducía y aún así volvió a la corrida.

Sabiendo que esto se alargaría a una batalla de resistencia y con probabilidades bajas, debía de perderlos lo más rápido posible.

En última posibilidad, giró a un callejón, encontrándose con una pila de basura, se detuvo para tratar de salir de su error, pero escuchar los pasos acercarse fue suficiente motivación para trepar entre algunas cajas y botaderos con lo primero que agarrara en medio de la suciedad y algunos golpes por sus resbalones, los otros dos lo siguieron, aunque su peso fue considerable y terminaron perdiendo ventaja sobre el Omega cayendo y hundiéndose en los desechos.

_ ¡Mierda! ¡DEJA DE CORRER!

Exclamó Ichimatsu al casi agarrarle la pierna, pero un salto fue suficiente para pasar ese tumulto al otro lado, rodando al suelo pero sin mucha protesta volver a levantarse y así atravesar el callejón, a solo unos pasos, algo sucedió.

//Thumb-bump//

Se detuvo, las ansias de salir se esfumaron y de repente todo se tornó vacío en el interior de su pecho, Kara giró la cabeza lentamente a la salida del callejón, recuperando la respiración agitada ante un llamado jamás escuchado proveniente de un Alfa hacia la manada; viendo por un momento los rostros de Osomatsu e Ichimatsu, uno lleno de desespero y el otro de furia pero con sorpresa, respectivamente.

Viéndolos con detenimiento por primera vez, lo pensó un poco.

Descubrió que... era desconcertante, lo sentía, ambos estaban nerviosos y dolidos. Con rostros transformados en noches en vela, en preocupación por un tiempo largo y un desgaste según sus ojeras.

Depravado Destino {Osomatsu-san}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora