ᴍᴏɴsᴛᴇʀs |JASON TODD|

10.

— ¿Por qué habría de gustarle?— negó con la cabeza, probablemente creyendo que aquella idea era absurda.

— ¿Por qué no?— levanté mis hombros.— Gar, nunca sabrás la respuesta si no das un paso. Claramente eres importante para ella, cualquiera puede ver eso. No pierdes nada con intentarlo, sé que no te dejará de lado, aún si tus sentimientos no son correspondidos.— le animé. Él me observó en silencio antes de sonreír.

— Gracias.— habló finalmente.— Me agradas.— admitió. Yo reí levemente.

— Creo que no todos comparten ese sentimiento.— respondí. Supe que él sabía a qué me refería al ver la expresión incómoda en su rostro.

— No es nada personal, ella es así.— me aseguró. Yo repetí la última frase a medida que él la decía, recordando a Jason decirme lo mismo.

— Eso mismo me dijo Jason.— expliqué mi sincronización con su explicación. Gar alzó las cejas, con una pizca de diversión y curiosidad asomando en su expresión.

— ¿Jason?— me miró, empleando el mismo tono que yo había usado al afirmar que sabía que Rachel le gustaba. Instantáneamente formé una expresión de repulsión en mi rostro para reafirmar la negativa que iba a dar.

— ¡Por supuesto que no!— negué con la cabeza repetidas veces.

— ¡Caíste en tu propia trampa!— respondió él, echándose hacia atrás mientras soltaba una carcajada.

— ¡Claro que no! Apenas lo conozco.— volví a negar.

— Bueno, yo tampoco conozco a Rachel de toda la vida, que digamos, y aún así.— insistió a la vez que levantaba los hombros con indiferencia. Yo reí ante su comparación.

— No es lo mismo, Gar. No lo conozco, y él no me conoce a mi, lo cual es peor.— respondí. Él frunció el ceño, extrañado por mi comentario.

— ¿Por qué es "peor"?— cuestionó. Yo esbocé una mueca de vacilación al percatarme de lo que había dicho. Suspiré ante la respuesta que mi mente iba formulando.

— No sabe hasta que punto llegan mis poderes.— empleé un tono de duda al darle nombre a mis habilidades.— Para ser honesta, ni yo lo sé. Solo sé que puedo hacerles daño.— expliqué.

— No lo creo, es...— interrumpí su intento de reconfortarme.

— Maté a personas, Gar.— solté abruptamente. Él me observó en silencio.— En mi casa. Los hombres que le dispararon a mi...— me detuve al recordarme que la palabra que iba a usar no era la correcta.— Tío.— terminé.— No era mi intención, pero no podía detenerme. El enojo y el dolor me superaban, y la peor parte es que no me di cuenta de que los había matado hasta que salí de ese trance.— conté, respirando profundamente repetidas veces para no dejar que la angustia se apoderara de mi.

— Aún así.— insistió Gar.— Tú misma lo dijiste, no fue tu intención. Es cuestión de práctica, te ayudaremos con eso.— me aseguró. Yo suspiré y le sonreí.— Sobre todo Jason.— añadió en un tono divertido con el fin de restarle tensión al clima. Yo sonreí y le arrojé un cojín, sintiendo la sangre sonrojar mis mejillas.

— ¡Ya cállate!—

|• • •|

—Kayla, vete.—

— No voy a dejarte, papá.—

— Te amo, Kayla. Sé feliz.—

Mis ojos se abrieron de golpe, revelándole a mi mente que había tenido una simple pesadilla. Respiré agitadamente con el fin de calmarme y suspiré, tratando de desechar mi angustia y mi cansancio en aquel exhalo antes de intentar dormirme nuevamente.