Cada segundo de silencio que pasaba me ponía extrañamente nerviosa, lo cual probablemente mostré involuntariamente debido al alcohol que todavía habitaba en mi cuerpo.
— ¿Qué piensas?— pregunté finalmente tras ver que no rompía el silencio. Él se incorporó velozmente y se acercó a mi, uniendo nuestros labios en un abrir y cerrar de ojos.
— Yo también te amo, Kayla. Muchísimo más de lo que creí posible. Y siempre disfrutaré de mi vida si estoy junto a ti, el resto no me importa. Eres lo único que necesito, lo único que quiero.— aseguró en tono bajo pero firme.— Sé que nuestra relación no es ideal, o al menos no es lo que esperabas, pero dije que iba a esforzarme por hacer que esto funcione, y eso sigue en pie.— me recordó. Yo sonreí ante sus tiernas palabras y posé mi mirada en sus ojos de tono verde, algo más claros que los míos, los cuales retrataban implícitamente la dulzura que tenía para conmigo.— Y por supuesto que me atraes, ¿cómo no lo harías con este cuerpo?— continuó, rodeando mis hombros con sus brazos y obligándome a recostarme sobre la cama. Yo solté una carcajada y giré mi cabeza para verlo.
— ¿Mucho?— cuestioné, observando su rostro en la oscuridad que reinaba en el cuarto, el cual era exclusivamente iluminado por la luz de la luna y los reflectores que rodeaban la Mansión Wayne.
— Mucho.— repitió a modo de afirmación.
— ¿Solo yo?— persistí.
— Solo tú.— asintió con la cabeza.
— ¿Qué tanto?— me incorporé para montarme sobre él, acercando mis labios a los suyos y rozando estos con el fin de provocarlo.
— Demasiado.— respondió él. Yo bajé mis labios a su cuello y besé este con suavidad.— Pero estás ebria, no quiero aprovecharme de eso.— añadió, posando sus manos en mis hombros para apartarme ligeramente.
— Eres mi novio, Jason, no alguien que apenas conocí. Que esté ebria no significa que no sepa lo que estoy haciendo.— aseguré, devolviendo mis labios a su cuello.
— Aún así.— insistió. Nuevamente me separé de su piel para observarlo.
— Ya deja de hacerte el correcto y bésame.— pedí, ligeramente exasperada ante su repentina negación. Él me dedicó una sonrisa extrañada.
— Estás audaz esta noche.— comentó, sonando más bien como una reflexión para sí mismo.
— Y tú estás tedioso.— repliqué mientras me dispuse a levantarme para apartarme, súbitamente molesta y algo apenada por la inesperada oposición provocada simplemente por mi estado. Me alejé unos pasos de la cama y bajé el cierre de mi vestido para reemplazarlo por una camiseta cómoda para dormir, pero me detuve a mitad del proceso al ver a Jason plantarse frente a mi y arrebatarme la camiseta que había tomado.
— Realmente me vuelves loco.— murmuró mientras caminaba a paso tranquilo hacia mi. Mi sonrisa no tardó en volver a surgir, y yo sujeté el cuello de su camiseta, tirando de éste y retrocediendo para volver a la cama.
— Pero te encanta.— pregunté en forma de afirmación, girándome para invertir los roles y empujándolo por los hombros para lograr que se recueste, nuevamente montándome sobre él.
— Por supuesto.— sonrió levemente. Yo llevé mis labios a los suyos y besé estos intensamente, sintiendo sus manos descender por mi espalda hasta mi trasero y apretar éste. Yo me aparté bruscamente al oír un ruido proveniente del pasillo.
— ¿Bruce está aquí?— le pregunté a Jason en voz baja, quien me observó confundido.
— Si, ¿por qué?— cuestionó.
— ¿Su habitación no estaba del lado opuesto de la mansión?— interrogué para confirmar aquella duda.
— Si, ¿qué pasa?— insistió él. Me dispuse a hablar, pero otro sonido más notorio se me adelantó en dar una explicación a mis preguntas.
ESTÁS LEYENDO
ᴍᴏɴsᴛᴇʀs |JASON TODD|
FanficKayla Hargrove siempre supo que era diferente; desde aquel día en que una simple disputa con su padre provocó desastres inexplicables en su hogar, ella supo que debía ser sumamente cuidadosa con todas sus acciones. Tras descubrir una pequeña parte d...