18.

3.2K 294 2
                                    

En cuanto abrió la puerta, ella me detuvo.

— No te resistas a tus poderes, Kayla. Úsalos para el bien.— pidió. Yo la observé unos segundos antes de abandonar la casa, tratando de evitar pensar en lo que le sucedería cuando aquellos hombres la encontraran. Jason se echó a correr por el interior de la cuadra y yo lo seguí. Cuando nos encontramos acorralados sin salida frente a una pared, yo gruñí con frustración.

— ¡Mierda!— exclamó Jason, con la misma frustración que yo sentía apoderándose de él. Oí un grito detrás mío y me volteé, encontrándome con los hombres, quienes corrían tan rápido como podían para alcanzarnos.

— Jason.— llamé temerosa. Él se giró para verlos al igual que yo había hecho, y luego buscó la forma de salir de allí. Se acercó a la puerta trasera de una casa e intentó abrirla, fallando en el intento tras notar que tenía el seguro puesto. No dudó en instantáneamente arremeter contra ésta repetidas veces con su hombro, tratando de forzarla. El pánico empezaba a apoderarse de mi al ver a los hombres cada vez más cerca nuestro. Uno levantó su arma y disparó repetidas veces. Yo me cubrí instintivamente con mis brazos y me hice a un lado.— ¡Jason!— grité, indicándole que debíamos salir de allí. Él descargó todas sus fuerzas en una patada, logrando finalmente abrir la puerta.

— ¡Ven!— me gritó, por lo cual me apresuré a entrar en la casa, sin preocuparme ante el hecho de que habíamos irrumpido en una casa ajena. Buscamos la puerta de entrada rápidamente y salimos a la calle, pero no dejamos de correr hasta que no los perdimos. En cuanto nos aseguramos de estar a salvo, frenamos a descansar, entrando en un callejón para ocultarnos por si acaso. Yo recargué mi espalda contra una pared, respirando agitadamente. Me sobresalté al oír a Jason patear un cesto de basura metálico y levantarlo para arrojarlo lejos, claramente descargando su enojo.

— Jason.— lo llamé, posando mi mano en su hombro y tirando suavemente de éste para que volteara a verme.— ¿Qué te sucede?— pregunté confundida.

— Esto es mi culpa.— respondió. Yo fruncí el ceño.

— ¿De qué manera puede ser esto tu culpa?— cuestioné.

— Dick tiene razón, no mido las consecuencias.— aclaró su punto de vista.

— Nada de esto fue tu culpa, solo querías ayudarme. Fui yo quien quiso encontrar a Sybil.— negué con la cabeza.

— Aún así, sabía que existía la posibilidad de que nos vieran, pero no le di importancia.— insistió.— ¿Qué si nos atrapaban? ¿Si te herían? ¿Qué se supone que hiciera si eso pasara?— noté que su enojo se transformaba en angustia, y no pude evitar sentirme culpable ante las emociones que mi necesidad de respuestas le provocaban. Él apartó la vista, intranquilo.— Si algo te hubiese pasado...— continuó, pero yo lo detuve, tomando su rostro entre mis manos, obligándolo a verme.

— Estoy bien, Jason. Estamos bien.— empleé el tono más suave que pude, tratando de brindarle tranquilidad. Él suspiró fuertemente antes de asentir con la cabeza.

— Debemos volver.— habló pasados unos segundos. Yo asentí, concordando con su pedido, y ambos retomamos nuestro rumbo hacia la torre.

ᴍᴏɴsᴛᴇʀs |JASON TODD|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora