26.

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Kayla's POV:

Cuando el café estuvo listo, lo serví en una taza y me dirigí al sofá, dándole un sorbo a la vez que me sentaba. Giré mi cabeza al ver a Kory sentarse a mi lado.

— ¿Cómo estás?— preguntó. Yo fruncí el ceño ante su interrogante.

— ¿Con respecto a qué?— cuestioné.

— Todo.— respondió. Yo la miré en silencio, esperando a que se explicara.— Dick me contó tu historia. Imagino que no debe ser fácil lidiar con todo eso.— aclaró. Yo suspiré y asentí, indicando que entendía a lo que se refería.

— Pues, no, no es fácil.— admití.— Toda mi vida fue una gran mentira, y ahora que sé lo que realmente soy, la única persona que me podría haber ayudado a lidiar con esto ya no está.— solté.

— Siempre puede haber alguien más.— sugirió ella. Yo la miré con mala cara, entendiendo inmediatamente a qué se refería.

— No puedo, Kory. No quiero lastimarlo.— negué con la cabeza.

— ¿No quieres lastimarlo o no quieres salir lastimada?— cuestionó.

— ¿Qué se supone que significa eso?— me crucé de brazos. Ella alzó los hombros con indiferencia.

— Sería comprensible. Todos tenemos miedo de abrirnos a alguien y que no resulte lo que esperabas. Pero Jason es un buen chico. Está dañado, si, pero ¿quién no lo está?— rió levemente.— Y te quiere. Lo puedo ver.— afirmó.— Siempre perdemos a gente que amamos, Kayla. Es parte de la vida. Pero no porque alguien se va debemos cerrarnos al resto. El dolor de una pérdida no se va con aislamiento o reclusión, sino con amor. Eso es lo bonito de la vida; del sufrimiento aprendes a apreciar lo que es realmente valioso.— me sonrió. Yo desvié mi vista hacia la ventana, observando los últimos rayos del sol esconderse detrás de los edificios.

— No lo sé, Kory. Tal vez yo sea la que no termina siendo lo que él espera.— hablé finalmente.

— Créeme, eres todo lo que él quiere.— me aseguró.— Jason te necesita, Kayla. Necesita a alguien que le haga ver que, después de tantas cosas malas, puede ser feliz. Y, si me preguntas a mi, yo creo que él te puede ofrecer lo mismo.— añadió. Yo suspiré, sin saber qué responder, ni qué sentir.— Piénsalo.— pidió, levantándose y desapareciendo de mi vista. Me tomé mi tiempo para terminar mi café, dejando la taza sobre la encimera antes de dirigirme a la sala de entrenamiento para ejercitar un rato.

|• • •|

Me detuve a descansar un rato, sentándome en el suelo mientras terminaba lo poco que quedaba de agua en mi botella. Inconscientemente mi mirada quedó fija sobre el saco de boxeo, y mi mente no tardó en recordarme el día en que había entrenado con Jason. Cada sensación que mi cuerpo había sentido cuando nos habíamos besado volvió a mi, invadiéndome como una ola chocando contra mi. El conjunto de emociones negativas, lideradas por la angustia, me hicieron imposible no derramar un par de lágrimas. Cubrí mi rostro con mis manos, tratando de ahogar mis sollozos y apretando mi cabello con frustración.

— ¿Estás bien?— la familiar voz de Jason me arrancó de mis pensamientos. Yo levanté la cabeza bruscamente, observándolo quieto en medio de la sala. Rápidamente limpié mis lágrimas y me levanté.

— Si, estoy bien.— mentí. Toda la situación me estaba consumiendo, pero no quería hablar de eso, mucho menos con él. Me apresuré a ir hasta la puerta para alejarme, pero me detuve al oír mi nombre salir de sus labios.

ᴍᴏɴsᴛᴇʀs |JASON TODD|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora