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7.

Enero 2019.

Desperté bruscamente cuando escuche una ligera pelea entre mis padres y mi hermana, suspire y talle mi rostro, me enderece en mi cama y mire a la ventana, suspire cuando note está abierta y la puerta de mi habitación abierta, solo me dormí unas horas ¿Qué carajos?

Baje a la sala encontrándome con mi hermana enojada y mis padres molestos ciertamente.

— ¿Qué es lo que pasa? — Pregunte y mi hermana me miro repudiándome, paso a mi lado y subió a su habitación.

Mis padres negaron mientras suspiraban y se colocaban de pie para irse a su recamara, maldiciendo subí a mi recamara y busque mi teléfono, cerca del balcón lo encontré tirado, lo tome y note algunas llamadas perdidas de un número desconocido, marque el número y en cuanto escuche la voz de Jos colgué el teléfono, note que corrió al balcón y le cerré la ventana.

No, no lo hagas Alana, no se te ocurra. ¡Al carajo! Marque que el teléfono de Alonso y este contesto luego.

— Alana Westbrook ¿A qué debo el honor? — Pregunto divertido y bufe irritada.

— ¿Quieres salir? — Pregunte y se escuchó como tomo las llaves de su carro.

— No debiste decirme eso, estoy en tu casa en diez minutos — Dijo y sonreí mientras colgaba.

Suspire largamente y me coloque otra blusa, tome mi teléfono y algo de dinero que escondía debajo de mi colchón solo para emergencias o y mi mochila. Los minutos exactos que Alonso dijo yo me encontraba cerrando la puerta de mi habitación con llave y colocando una silla para que no la abrieran, abrí mi balcón y baje por la escalera de emergencia que daba a la azotea, brinque cuando los escalones se acabaron y corrí hacia el carro de Alonso, subí a este y el arranco rápido sacándonos a ambos de ahí.

Manejo hasta su departamento, bajamos e ingresamos rápidamente, avente mi mochila hacia el sillón de Alonso y me gire para estampar sus labios con los míos.

¿En verdad creyeron que soy virgen y que no me divierto? Bien les resumo la situación, conocí a Alonso en un bar, me acosté con él esa noche y después fue constante nuestros encuentros, un trato justo, cuando necesitemos de relajación, buscarnos es la mejor solución, podría salir con Alonso y tener una relación estable, pero ninguno de los dos queremos algo serio, el no se acuesta con nadie más y bueno yo cumplo con aquello también.

Unos minutos más tarde nos encontrábamos sobre su cama solo en ropa interior, Alonso es bueno en el sexo no lo podía negar y bueno el libro que escribo es +18 por lo tanto coloco algunas de mis experiencias en algunas de las escenas, amigos necesito material.

La puerta del departamento de Alonso casi fue tumbada por Jos, sentí mi sangre bajar a mis pies de golpe, nos pusimos de pie rápidamente y colocamos nuestras ropas como pudimos, maldije mentalmente.

— ¿Qué carajos hace aquí? — Pregunte asustada y Alonso alzo sus hombros sin entender tampoco.

— ¡Abre la maldita puerta Alonso! ¡Alana sal de ahí ahora! — Grito y palidecí tres colores menos que mi color normal.

— ¿A dónde voy? — Pregunte Alterada mientras tomaba mis cosas asustada.

— Dentro del baño, ahora — Indico Alonso mientras limpiaba su boca e intentaba calmarse.

Corrí al baño y mire la ventana de este, escuche como Jos gritaba entrando al departamento, solté un gritito y abrí la ventana, entonces se preguntarán ¿Qué harás loca? Me salí por la ventaba y me sujete de un tubo dios sepa que, algo que olvide mencionar es que le tengo terror a las alturas, todo mi cuerpo se aferraba al tubo que el cualquier momento podría romperse y yo irme con San Pedro al cielo. Escuche como la puerta del baño se abrió y cerré mis ojos esperando a que Jos se asomara por la ventana, pero no fue así.

— Vez, no hay nadie idiota — Dijo Alonso y escuche como Jos gruñía molesto.

Espere alrededor de diez minutos ahí, cuando escuche la puerta del departamento cerrarse regrese a la ventana.

Alonso entro al baño alarmado y me miro y me ayudo a entrar, ambos caímos dentro del baño y suspire aun con el corazón al cien por cien.

— Casi pierdo mi preciado pene, hasta creo que se encogió — Comento Alonso mientras se recargaba en la pared del baño, solté una risa y tiré mi mochila en una esquina del baño.

— Eres un imbécil Villalpando — Alonso soltó una carcajada y yo sonreí mientras me enderezaba.

Me gire en mi lugar y me subí a horcajadas a su regazo, bese a Alonso desesperadamente.

La adrenalina amigos, y si esa noche termine teniendo sexo con Alonso en el baño de su departamento, nueva experiencia anotada.

Cuando la mañana llego, me pare de la cama de Alonso temprano, me envolví en una sabana y solté un quejido mientras tocaba mi cadera, juraba que Alonso me partió el culo. Bese los labios de Alonso y este se despertó, con un ojo abierto me miro y sonrió.

— Alana Westbrook frente a mi desnuda, la mejor forma de despertar — Dijo y le avente su playera a la cara a lo que el rio.

Entre al baño y me di una ducha rápida, tenia que irme a la universidad y sería una misión casi imposible si me encontraba a Jos en el camino. Al dar las seis de la mañana salí del departamento de Alonso corriendo y caminé hasta la universidad para verme normal, al llegar a la universidad note a Jos parado en la puerta de mi edificio, rodee los ojos y lo pase de largo.

— A no esta vez no, tú y yo vamos a hablar seriamente — Me gire para verlo y este me jalo hacia un salón vacío.

— Te dije que no quería verte Jos, no quiero, ya, solo haz de cuenta que no existo — Dije molesta y el me tomo de la cintura bruscamente, me empujo contra la puerta del salón y solté un quejido.

Confundido me alzo la playera de un lado y noto los moretones que ayer la chica hizo en mi cuerpo.

— Alana ¿Qué es lo que...? — Pregunto y toco el área a lo que solté un quejido.

Mis lágrimas se hicieron presentes y solté un sollozo el cual cubrí con mi boca.

— Eres un completo imbécil — Solté y sollocé mientras lo abrazaba.

Jos Canela me vio llorar ese día y ese día temí sentir algo por él.

Pichula deprimida.

Pichula deprimida

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Al otro lado de la ventana/Jos Canela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora