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16.

Enero 2019.

Cuando desperté sobre mi encontré a cierto cuerpo de cierto humano sobre mí, mi cadera dolía demasiado, solté un quejido y Jos olfateo mi cuello cual perro, lo empujé y gemí del dolor.

— Me duele — Dije y Jos suspiro mientras se paraba de mi cama y caminaba a mi baño.

Odiaba a Alonso hasta este punto de mi vida. Empecé a llorar mientras me hacia volita en mi cama, Jos salió de mi baño y me cargo de golpe, solté un quejido y aprete a su brazo mientras lo miraba sorprendida.

Entramos al baño y Jos me dejo dentro de la bañera, miro mis lágrimas y sonrió tiernamente mientras las limpiaba.

— Confía en mi Alana, no hare nada que tu no quieras — Dijo y asentí.

Me enfoque en su mirada y el en la mía, quito mi bata y la tomo entre sus manos para evitar que se cayera de golpe al agua, no aparto su mirada de mi en ningún momento, entre a la tina por completo y el agua me cubrió el cuerpo, sentí mi cuerpo relajarse y moje mi cara ligeramente.

— Alana tienes marcas en la espalda ¿Quién te hizo esto? — Pregunto y yo negué mientras bajaba mi mirada.

— No importa Jos — Dije y el suspiro mientras asentía.

Se que Jos no insistiría con aquello, se sentó en la orilla del escalón de la bañera y recargo su cabeza en el respaldo de la bañera y cerro sus ojos por un momento.

— ¿Quieres salir a comer? — Pregunte y el asintió.

— Iré a cambiarme, te espero abajo sabandija — Dijo y le avente la esponja antes de que saliera del baño, se fue con una marca de agua en su nalga izquierda.

Termine de bañarme entre maldiciones y quejas, me cambie con ropa un poco foja y salí de mi casa a escondidas cuando note que mi madre se encontraba en casa, intente correr hacia Jos, pero falle al sentir como toda mi cadera se tensaba por el dolor, vi al cejitas dentro de su auto, subí rápido y el arranco con una sonrisa divertida.

El intento de aborto me llevo a un restaurante medianamente bien, ordenamos como si jamás en la vida volviéramos a comer, bueno yo si me pase, al final Jos pagaría, después de comer subimos al carro nuevamente y Jos se desvió de nuestras casas hacia una y muy famosa barranca.

Al llegar baje y camine entre el sendero hasta llegar a la barranca, sonreí nostálgica ante los grandes recuerdos de aquel lugar.

— ¿Aun la recuerdas? — Pregunto y yo sonreí mientras asentía.

— Aquí fue donde te conocí Jos, eras un niño costroso y berrinchudo que no quería separarse de su mamá, aparte de que rompiste mi vestido favorito — Dije y el soltó una ligera risa ante aquello.

Sonreí ante los grandes recuerdos en aquel lugar, mi vista se poso sobre una casa cerca de la barranca, aquella casa que proporciona una vista preciosa del amanecer. Jos se coloco a mi lado y miro hacia aquella casa.

— Es común que te gusté esa casa desde pequeña — Dijo y sonreí mientras lo miraba.

— Es bonita, es única y claramente muy de mi agrado — Dije y él sonrió ante aquello.

Nos sentamos en la orilla de la barranca y miramos el atardecer comenzar a caer. La primera vez y tal vez la única que tuve una charla sin insultos con Jos Canela.

Pero no es como si me gustara ¿Verdad? 

Pero no es como si me gustara ¿Verdad? 

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Al otro lado de la ventana/Jos Canela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora