21.
Enero 2019.
+18
Después de haber dejado a Jos Canela sin herencia y claramente sin una erección como por lo menos una semana o más me encontraba entrando a la empresa de Bryan, conforme pasaba escuchaba a las mujeres del pasillo murmurar de mi persona, al llegar al oficina de mi ahora novio mire que no se encontraba la secretaria de ayer es una mas joven y claramente no de mi agrado por el tamaño de la falda que portaba.
— Buenas tardes, supongo que usted es la mujer del jefe — Dijo y suspire tensa.
— No cariño, yo no soy la mujer de nadie — Dije y mire su cambio drástico de cara.
— Disculpe majestad no lo sabia — Dijo y la mire retadoramente, podía arrancarle cabello por cabello sin importarme su dolor.
— Que algo te quede claro mi amor, aunque el piso sea parejo tu y yo no somos para nada iguales — Dije cerca de su rostro y ella se trago las palabras cuando Bryan abrió la puerta de su oficina.
Me enderece y bese la boca de este para después entrar a la oficina con él detrás de mi, tome lugar en el sillón de su oficina y mire mi teléfono.
Aborto de tianguis.
¿Era tan necesaria la agresividad?
Si, definitivamente si.
Tuve que colocarme crema en mi preciado pene para poder curarlo antes.
Que bien por ti, espero se te caiga animal.
Solo fue un beso.
Un beso que no te pedí idiota.
Por lo menos te bese una ultima vez ahora que ya le perteneces a alguien.
No te confundas, jamás le he pertenecido a alguien, el día que yo diga que le pertenezco a alguien debo de estar más enculada que mi hermana contigo.
Por lo visto la odias realmente.
No es de esperarse que no tardando ella mostraría su verdadera cara, perrana ese es su apodo. Por cierto ¿Ya aprendiste a ladrar?
No Alana no he aprendido a ladrar pero si a morder ¿Quieres que te muestre?
Si, cuando cojas muerde a la puta que te abrió las piernas y le tomas foto.
:(
:)
Guarde mi teléfono y mire a Bryan trabajar desde su escritorio. En verdad que tiene carácter y se ve jodidamente sexy.
— ¿Tu mamá era panadera? Se creo tremendo pastel — Dije y Bryan me miro sonriendo.
— Alana que poco profesional desde tiempos memorables, extrañaba tus piropos de albañil chiquita — Dijo y sonreí.
— ¡La tienes! — Dije y el miro coqueto.
— ¿Segura? Aun recuerdo que me decías que era demasiado grade y cuando ya estaba dentro querías que te empotrara contra la pared — Dijo divertido y me sonroje apenada.
Mordí mi labio y me coloque de pie, camine a Bryan y este detuvo lo que hacia para mirarme un momento, mire el control de las cortinas y la puerta, cerré esta con seguro y baje las cortinas, lo gire en su silla y baje mi mano hasta su erección, desabroche su pantalón y me hinque, tome su pene entre mis manos y lo mire. Chupe, estimule y lamí su pene como quise, escuchaba los gruñidos de Bryan mientras tomaba mi cabeza para profundizar, hice arcadas por lo grande que es y claramente no cabe en mi boca, me coloque de pie y Bryan me tomo de la cintura, me empotro sobre el escritorio y quito mis pantalones y ropa interior, entro en mi sin necesidad de preparación, gemí tan alto que posiblemente todo el pasillo lo escucho, bese a Bryan y este empezó a moverse dentro de mi con rapidez, me tomo de la cintura y me cargo, se sentó en su silla otra vez y yo sobre él, empecé a saltar mientras gemía de placer, Bryan beso mi cuello dejando marcas a su paso, unas estocadas más y me corrí, Bryan tomo mi cintura e hizo que brincara más profundizando aquello hasta que se corrió dentro de mí.
Caí rendida sobre su pecho y suspire.
— ¿Aun piensas lo mismo? — Pregunto y negué.
Hice movimientos circulares y sentí como mis paredes abrazaban su pene perfectamente.
Y una vez más termine teniendo sexo con Bryan en su oficina.
Al llegar a casa no pude evitar darle la revancha a Bryan, caí rendida en la cama y solté un suspiro cuando note a Bryan dormir tranquilamente sobre la cama. Me enderece maldiciendo, si seguía a este ritmo terminare con mi ano más abierto de las que lo tienen las amiguitas de Jos.
Mi teléfono me sobresalto al escucharlo sonar, lo tome rápidamente y tape la bocina para no despertar a Bryan, conteste y maldije al sentir el dolor en mi cadera.
— ¿Estas despierta? — Pregunto Azael del otro lado de la linea y me confundí.
— No, es mi alma la que te habla, obvio que si — Dije en un susurro mientras salía al balcón de la recamara.
— Apenas me entere de lo que paso, Harry quiere matar a Bryan y yo no me quedo atrás — Dijo y suspire.
— Se que los decepcione y perdón si jamás les dije la verdad — Dije y escuche su suspiro del otro lado.
— Creo que la decepción te la llevaras tu, siempre hemos tenido una relación cercana tu y yo, me aconsejabas y te considere una hermana, pero no puedo seguir ocultando lo que siento — Dijo y suspire, rece a todos los dioses que no quisiera conmigo.
— ¿Qué fue lo que paso? — Pregunte y mire la vista del balcón.
— Alana, tu hermana me ha gustado desde hace algún tiempo — Cristo te imploro que mejor le guste yo y no la perra de mi hermana, Amen.
Maldije en idiomas que no conocía y que invente, desee que la tierra se tragara a Ana y la escupiera en el triangulo de las bermudas.
— Y lo que más me duele es saber que tu hermana jamás me vera como lo que quiero, al único que ve así es a Jos ¿Cómo debo de sentirme? La chica que me gusta quiere con mi hermano — Dijo en un susurro y suspire tensa.
No la mates, tienes mucho por vivir Alana, no la mates.
— Una persona como Ana no vale la pena Azael, es mi hermana lo se, pero no vale la pena que sufras por ella, así como tampoco vale la pena alguien como tu hermano que no puede ver lo que te causa al estar cerca de ella y tratarse como si fueran una pareja — Dije y mire la luna de la noche.
— ¿Por que dices eso de Jos? Has estado enamorada de él desde que tienes memoria ¿Quién esta en el error? — Pregunto y suspire.
— Tú, tú al pensar que podrás estar con alguien como mi hermana, así como yo pensé en algún momento que podría estar en alguien como Jos, no eres muy diferente a mi Azael, somos los aplicados, las ratas de bibliotecas que ellos siempre han pensado, jamás se fijarían en nosotros, ellos... solo quieren diversión — Susurre por ultimo y escuche como bebía algo, supongo que alcohol.
— ¿Si ellos cambiaran merecerían una oportunidad? — Pregunto y suspire.
— No lo se. Para eso necesitan cambiar y dudo que lo quieran hacer, darse cuenta de sus errores seria como ver el día que morirá chávelo — Dije y el soltó una ligera risa.
— Es tipo ya roba oxigeno — Solté una carcajada mientras asentía aunque no pudiera verme.
Hable con Azael un rato más, reímos y quedamos de vernos mañana en una cafetería, cuando estuve en la comodidad de mi cama suspire y me gire a ver a Bryan.
Solo tal vez realmente Bryan me haga feliz... Solo tal vez.
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Al otro lado de la ventana/Jos Canela.
Fiksi PenggemarAlana Westbrook tiene un secreto: ama escribir historias. Jos, su atractivo, insoportable y mujeriego vecino descubrirá su grande secreto. Se suponía que nadie debía saber que sus novelas estaba siendo un éxito en internet, cuando Jos descubre que A...