Al otro lado de la ventana/Jos Canela.

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22.

Enero 2019.

¿Qué alcance de daño podría causar una persona en otra? Oh, claro que demasiado, al punto de que Azael Canela estuviera a punto de abordar un avión con destino a dios sepa donde, me encontraba corriendo en el aeropuerto mientras lo buscaba desesperada, estampe contra un señor con algunas maletas y termine en el piso, sin embargo, me pare y seguí corriendo, hasta que lo encontré en la fila de abordaje.

— ¡Azael espera! — Grite y este se giró para mirarme.

Los guardias no dejaron que pasara, pero si pude ver como Azael se acercaba a mi y me abrazaba por sobre los brazos de los guardias.

— ¿Por qué? — Pregunto y el suspiro.

— Conseguí una buena oferta de trabajo, necesito alejarme de todo esto, necesito alejarme de ella, si un día visitas con Bryan este lugar, búscame, eres la única que sabrá en donde me encuentro — Dijo y asentí mientras lloraba y tomaba una hoja del lugar a donde se quedaría.

Lo abrace por ultima vez y tuvo que irse para abordar su avión, corrí aun ventanal del aeropuerto y mire como el avión despegaba, solloce bajito y salí del aeropuerto, afuera encontré el carro de Bryan estacionado, como se había atorado en el tráfico lo deje ahí para yo empezar a correr por la calle desesperada, subí al carro y mire a Bryan con un puchero, el solo me abrazo y apapacho. Regresé a la universidad y proseguí con mis clases normales, aun me sentía mal y lloraba de vez en cuando y cuando por fin llego la hora del almuerzo camine hasta un árbol del jardín de la universidad y me tire sobre este mientras dejaba una vez más salir mis lágrimas.

— ¿Tan rápido te cambio por otra? — Pregunto Ana y la mire a un costado de mí.

— No es de tu incumbencia, mete tus narices en otro lado — Dije secamente y ella soltó una risa seca.

— Te quejabas tanto de Jos por acostarse con cualquiera que se le atraviese y mira, no es mucha la diferencia de ti — Dijo y sonreí divertida.

— ¿Sigues ardida por que le gusto o porque no puedes ser como yo? — Pregunte y ella me tomo del brazo bruscamente, me solté de su agarre y le solté una cachetada.

— ¿Si ellos cambiaran merecerían una oportunidad? Esa pregunta, esa maldita pregunta ha dado vueltas en mi cabeza desde anoche y ahora le puedo responder a esa persona que te amo tanto, no, jamás cambiaria, Ana jamás cambiaria — Dije y suspiré intentando aguantar mis lágrimas.

— ¿Qué es lo que está pasando aquí? — Pregunto Jos y lo mire con mis ojos hechos agua.

— Nada, solo conversaba con Ana, ella Jos, ella es la mujer que siempre te ha amado y daría todo por ti, conserva lo que es igual a ti, dicen que el culo busca a la mierda, desgraciadamente no sé quién es la mierda aquí — Dije y tome mi mochila.

— ¿Si sabes que tu hermano se fue? — Pregunte a Jos y este me miro confundido a lo que solté una ligera risa.

— No te detuviste a preguntar por tu hermano, no te detuviste a preguntarle cómo se sentía, no pudiste frenar tus idioteces por tu hermano, no mereces a un hermano como Azael, espero sean felices — Dije enojada y camine, pero Jos me detuvo del brazo, me solté de su agarre y lo mire.

— Hablemos por favor — Pidió y negué mientras miraba como tomaba de la mano a mi hermana.

— No me busques Jos, no lo hagas, no me volverán a ver a partir de hoy, me iré de aquí y solo espero que sepan reflexionar de sus actos, fue un gusto haber coincidido contigo Jos — Dije y camine fuera de la Universidad.

Y así fue como Alana despareció de la vida de su familia y de Jos Canela.

Pero el sufrimiento no lo viviría ella, lo viviría Jos cuando aquel balcón de la ventana de alado sea tirado y tapado.

Y un vacío creció dentro de Jos Canela, un vacío que solo Alana puede llenar.