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15.

Enero 2019.

Me encerré en los baños del segundo piso del centro comercial, Jos me grito desde afuera que ya no tenía escapatoria, oh definitivamente eso lo sé, caca.

Mire a mi alrededor y brinque dentro del baño nerviosa. Me sobresalte al escuchar mi teléfono sonar, lo tome y mire el identificador de llamadas con Jos a la vista.

— Si sales de ese baño, no tendré la necesidad de entrar y saber por qué es que tu pequeña sabandija apestas a sexo — Dijo y temblé en mi lugar.

— No es sexo, yo, apesto a tinner — Dije y cerré mis ojos, ósea no mamen, esta vez me mamé.

— No preguntare, solo sal de ahí sabandija — Pidió Jos e hice un berrinche mientras abría la puerta del baño y lo miraba.

Me tomo del brazo y me jalo hacia él, cuando Jos me abrazo en ese instante sentí algo diferente en él, como si intentara contenerse de la peor atrocidad de la tierra, pero es que no sabría explicarlo, solo lo sentí mezclado con muchas emociones y eso, eso me tiene confundida. Como dijo, no pidió explicaciones pero si lo note receloso, almorzamos en una cafetería y después me llevo a casa, cuando entre en la casa suspire al verla vacía, subí a mi habitación y entre a darme una ducha, cuando salí mi teléfono se encontraba sonando, lo tome y conteste.

— ¿Te sientes bien? ¿Quieres que te lleve algo? — Pregunto Jos del otro lado del teléfono y suspire.

— No, estoy bien, dormiré un poco — Dije y escuché su suspiro del otro lado.

— Esta bien, llámame si necesitas algo — Dijo y sonreí.

— ¡Jos! Gracias por lo de hoy, yo... bueno... solo gracias — Escuché la risa de Jos del otro lado y cerré mis ojos mientras me sonrojaba levemente ante mi torpeza.

Colgué la llamada y me tire en mi cama, bueno no es ni la primera ni la última persona que duerme desnuda, me escabullí debajo de mis sabanas y me estire cual bebé para después quedarme dormida.

Si me hubieran dicho que después sentiría dolor en la cadera claramente le hubiera pedido a la cara de mono que me ayudara a matarme, odiaba a Alonso y a su pene de paso.

Cara de Culo.

¿Sigues en tu sueño de belleza?

Creo que eso es un sí. Bueno como todo lector y tu como buena escritora te diré lo siguiente.

¡AHHHHHHHHHHHHH! *Grito de perra loca*

Adnes le dijo te amo, ¿entiendes eso? L E D I J O T E A M O.

AKSJKSJD

Tienes un gran talento para escribir y por dioooooooos que perra sonare, pero soy tu fan.

*Grito de perra loca otra vez*

Solté una carcajada y le escribí.

Debería de empezar a preocuparme por no encontrar tu user y no bloquearte.

Si, Adnes le dijo te amo, a mi opinión es una pendeja, pero luego recuerdo que yo la diseñe y se me pasa.

Ya eres una perra, solo te falta ladrar ya te había dicho bro.

Abre tu ventana.

Rapunzel deja caer tu cabello.

Abre idiota.

¿Conoces el nivel de mi flojera?

¡Por qué no te ahogas!

Olvídalo, se me olvido que la basura flota.

Me pare de mi cama y me coloque mi bata, camine a la ventana y la abrí de golpe.

La cara de borrego aplastado me miro sonriendo, rodé mis ojos y entonces me percaté de que la cara de aborto se encontraba en ropa interior.

— La mirada la tengo arriba Alana — Dijo y lo mire a los ojos.

— Estaba pensando en que si tuviste que jalártela otra vez — Dije y me enseño el dedo de en medio.

— Yo no hago esas cosas, golosa — Dijo y me reí.

— Entonces te llego tu periodo, por eso andabas sensible ¿Quieres que te preste una nocturna? Digo la mancha en tu bóxer tiene mucho de decir — Dije y él se miró el bóxer, ahogué una carcajada y se cubrió el dedo meñique que le cuelga entre sus piernas.

— Tu... ¡Mamá! — Grito mientras se alejaba de la ventana haciendo un berrinche.

Me tome la libertad de soltar una gran carcajada, deje la ventaba abierta y entre bajo la comodidad de mis sabanas, a los minutos Jos regreso y me apunto desde su ventana, tomo su iPad y a los segundos una llamada entrante de Jos reboto en mi iPad, me estire lo mejor que pude y la tome entre mis manos.

— El te de Canela con leche es bueno para la regla, ayuda a limpiar tu org...

— ¡Ya! — Grito y solté una carcajada.

— Ya había preparado un mapa de explicación para que compres tus toallas intimas — Dije y la cara de Jos fue un poema.

— Definitivamente si estudiaría Anatomía contigo — Dijo y note que miraba hacia mis pechos, como me encontraba desnuda debajo de la bata se notaba un poco mis pechos.

— Cuando naciste tus padres recibieron una carta de disculpa de una empresa de condones — Dijo y Colgué.

Mire la ventana, se arrastro en su cama hasta poder verme, le alce la mano y le enseñe el dedo de en medio, soltó una carcajada y me gire sobre mi cama para ignorarlo por completo.

Quien iba a pensar que Jos Canela querría brincar a mi balcón para asustarme, escuche su maldición cerca y me enderece en mi cama confundida, cuando me gire este animal se aventó sobre mi y solté un jadeo asustada.

— ¿Qué carajos? — Pregunte e intente liberarme, pero negó mientras hundía su cabeza en mi cuello.

Bien si alguien entraba definitivamente si se mal interpretaría, mucho, demasiado, mi padre le cortaría a Jos lo hombre y a mí las chichis.

— Hueles a Uvas — Dijo contra mi cuello y asentí nerviosa.

Hice aun lado mi cabeza y él tuvo más profundidad para oler, nadie se encontraba en casa aun, agradecía aquello. Sentí una de las manos de Jos sobre mi cadera y suspiré.

— Culo, aléjate alguien podría llegar y vernos — Dije y él negó mientras dejaba caer todo su peso sobre mi y yo solté un quejido.

Suspiré difícilmente y me empecé a quedar dormida.

— Aborto — Dije y Jos suspiro sobre mi hombro y cuello.

— Mmmm — Afirmo que me escuchaba y entre balbuceos el dije que se regresara a su habitación.

Pero amigos, san pedro me ama y claro quiere ver a Jos sin pene y a mi sin chichis por que sí, nos quedamos dormidos. 

 

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Al otro lado de la ventana/Jos Canela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora