9.
Enero 2019.
Cuando salí de la Universidad, mi propósito era obviamente irme a escondidas con Alonso, ha, pero Jos la quiso hacer de perro guardián y bueno no se despegó de mi en ningún instante hasta que me pude ir con mi hermana de la Universidad. Al llegar a casa olvide que la puerta de mi habitación se encontraba con una silla puesta en la puerta, maldije y salí de mi casa, mire la escalera y brinque hasta colgarme de ella, subí por el balcón hasta entrar a mi habitación, quite la silla y abrí la puerta encontrándome con mi hermana querida en la puerta.
— ¿Podemos hablar? — Pregunto y suspire mientras le daba paso a mi recamara.
— Alana, creo que es tiempo de que hablemos de algo, no me gusta nada verte con Jos — Dijo e hice una cara de confusión muy clara de su comentario.
— No es la persona para ti Alana, el solo quiere acostarse con las chicas y jamás tendría un tiempo para ver lo que realmente sientes — Comento y la mire mientras hacia una cara de flojera.
— Ana, no tengo el más mínimo interés por Jos en estos momentos, Jos y yo tenemos cosas pendientes que resolver y claro está que soy mayor y se lo que hago — Ella suspiro y mire como asentía y salía de mi recamara.
Antes de salir por completo se giró a verme y suspiro.
— Si un día tienes que hablar de lo que sientas yo estoy disponible — Dijo y sonreí ante aquello.
— ¿Ana, acaso a ti te gusto Jos? — Pregunte no pudiendo aguantar mis dudas y ella me miro con los ojos brillosos.
— Si y fueron los peores meses de mi vida Alana, Jos lo supo y no le importo — Asentí ella se fue hacia la planta baja.
Cerré la puerta de mi habitación y suspire mientras me sentaba en la cama, mire hacia el balcón y me encontré con Jos mirándome confundido, cerré mis ojos por un momento y me coloque de pie, estaba por cerrar la ventana, pero su voz me detuvo.
— Creo que tu y yo tenemos un tema del que halar Alana — Dijo mientras revisaba sus uñas, maldito ponzoñoso.
— Poco hombre si ocupas el que escriba como amenaza — Comente mientras lo miraba retador.
— ¿Tus padres conocen del tema? — Pregunto divertido y le enseñe el dedo de en medio.
— La verdad todas las expectativas que tenía de ti, las bote por un bote de basura cuando descubrí que sabias y conoces mejor del sexo que yo — Sonreí diva y entre a mi recamara dejándolo solo en el balcón.
— ¡Regresa aquí pequeño demonio! — Grito y solté una risa, salí con mi iPad en la mano y una botella de agua.
— ¿Leíste mis libros basura? — Pregunte y el me miro mal para después entrar por su teléfono y sentarse en el piso para buscar algo en su teléfono.
— Sabes no es por ser un ángel caído del cielo, porque lo soy, pero no me hables ahora que saber mi cara real, aun me da pena que me hayas encontrado en Wattpad, ósea quede como payaso porque aposte una vez con Harry que jamás en tu vida leerías un libro que no fueran los de la escuela — Suspire cansada mientras miraba a la cara de aborto de conejo.
— ¿Tan pocas esperanzas tienen de mí? — Pregunto indignado y yo solté una risa mientras asentía y lo dejaba en el balcón solo de la vida.
Cerré las cortinas de mi balcón y miré a Jos a través de ellas mientras se encontraba leyendo algo entretenido en su teléfono.
Tome un relajante baño en la tina y suspire cuando mi teléfono sonó dando a la llegada de un mensaje.
Alonso de Poio.
¿Estas en tu casa?
Si ¿Qué paso?
¿Quieres ir a cenar unos taquitos y una coca agitada conmigo?
Si, te veo afuera de mi casa.
Perfecto.
Cinco minutos después me encontraba lista para salir, avise a mi padre que saldría a cenar con Alonso, mis padres quieren al Alonso de Poio por que bueno siempre ha demostrado ser un caballero, si tan solo supieran que me hace gritar hasta el alma cuando tenemos sexo.
Salí de mi casa y subí al carro de Alonso, arranco y manejo hasta su departamento, lo mire divertida cuando aparco el auto y él sonrió. Me subí a su regazo y Alonso hizo hacia atrás el asiento para tener más espacio. Comenzamos con besos húmedos y bruscos, Villapando y yo somos unos maestros con las manos cuando termine sin blusa y él termino sin pantalón. Regrese a mi lugar y baje el bóxer de Alonso dejando al aire su erección, tome su pene entre mis manos y subí y baje mis manos por este, Alonso gruño en satisfacción, abrió la guantera del carro y saque la tira de condones, abrí un paquete y lo coloque sobre el falo de Alonso, me volví a subir a su regazo y me alce un poco, tome el pene de Alonso y lo coloque en mi entrada, poco a poco me penetre y solté algunos gemidos ante aquello.
Recargue mi cabeza sobre el pecho de Alonso y suspire.
— Alana, te quiero — Susurro Alonso y bese su pecho.
— También te quiero Alonso — Dije y empecé a mover mi cadera de atrás para adelante.
Empecé a dar saltitos pequeños y Alonso me tomo de la cintura y me alzo y bajo de golpe provocando que soltara un gemido alto, me penetro fuertemente y puedo jurar que mi culo se partiría ante aquello, aun estaba sensible por la ultima vez. Cuando ambos nos corrimos Alonso se recargo en el asiento y yo en su pecho. Cada que terminábamos de tener relaciones Alonso me limpiaba y me daba mimos mientras me repetía que me quería mucho.
Hombres como ese chico no los encuentras en todos lados, despacio me levanto con sus brazos y me coloco en el asiento de copiloto, hice bolita y solté balbuceos mientras el sueño me invadía, Alonso me cambio como pudo y después arranco el carro y manejo hasta una taquería, compro los tacos para llevar y bajamos en un parque a comer, aun con sueño terminé mis tacos y agradecí al ojiverde.
— Alana, yo... — El grito salvaje de cierto pelinegro castroso hizo que brincara en mi lugar y soltara un quejido después por el acto.
— ¿Jos? ¿Qué quieres ahora? — Pregunte frustrada y me gire no solo encontrándome con Jos, si no con los tres hermanos Canela.
La perdición de mi vida, necesito una coca, tráiganme una coca se me bajo la presión.
Chefcito activo.
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Al otro lado de la ventana/Jos Canela.
FanfictionAlana Westbrook tiene un secreto: ama escribir historias. Jos, su atractivo, insoportable y mujeriego vecino descubrirá su grande secreto. Se suponía que nadie debía saber que sus novelas estaba siendo un éxito en internet, cuando Jos descubre que A...