Retorno

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Ella le dijo que volvería.

Él la espero en la puerta de la Iglesia.

Ella no apareció por horas.

Él la seguía esperando.

Ella no apareció por días.

Él  la siguió esperando.

- Mira mami, es un perrito - él miró a la niña con  un brillo en sus ojos.

La niña lo vio con dulzura.

La niña se lo pudo llevar a su hogar.

Él ya no la espero más, él ahora tenía a alguien más a quien cuidar.

Cuentos espantosos para adultos caprichososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora