The dollhouse |h.s| Traducida al Español.

Capítulo 17.

Holly.

-¡DAKOTA! - Grito, anulando su intento de suicidio en el último segundo.

-¿H-Holly? -

-¿Ibas a..? - No me salen palabras.

-Holly... -

-Tú-  - No puedo terminar mi propia oración, no puedo creerlo. Las lágrimas caen rápidamente de mis ojos, manchando mis mejillas y desdibujado mi visión, haciendo que la forma en que mis palabras deprimidas salgan aún peor.

-Holly, sólo ve a dormir -

-¿Qué?, ¡No!, ¡Sé lo que harás! -

Dakota me hace callar, -Hol-  -

La corto esta vez yo. -¡No!, ¡Tampoco tienes una razón! -

- ¡Cállate, no sabes absolutamente nada!  -

-Dakota, ¿Por qué? - Digo, mirando al suelo. Qué egoísta. ¿Irse y dejarme sola?.

- Nuestra relación nunca va a ser lo mismo, no parecemos hermanas, es más, aveces me olvido de que lo eres - Dice, dándose la vuelta.

-Pero lo so-  -

-No Holly, no lo somos, a lo mejor de sangre sí, esta casa de muñecas nos lavó el cerebro -

- Pe-pero sigues siendo mi hermana, Dakota -

-Para mí no, ni siquiera te me acercas, quiero irme, Holly, no molestes, es mi decisión y no puedes cambiar nada - Las palabras de Dakota me rompen el corazón poco a poco. Sé que estamos pasando un duro momento, pero vamos a salir de esta.

-No, no quiero que te vallas, Dakota -

-Pero es lo que quiero, yo no pedí esto -

-Pero Dak-  -

Dakota me corta de nuevo -Holly, quiero dejar esto, ¿Es que no lo comprendes? - Dice, aún de espaldas.

-Pero, eres mi hermana -

-¿Y? -

-T-te quiero - Lloro, caminando hacia ella y dándole un cálido abrazo, el primero que tenemos en años. Sí, soy poco cariñosa.

Después de unos cuantos sollozos, Dakota se retira del fuerte abrazo, y veo su cara, sus ojos brillan intensamente de las lágrimas, su cabello está alborotado y sus pómulos llenos de una mezcla extraña de maquillaje.

-Vamos a la cama, Holly -

|Siguiente día|

-Holly, ¿Vienes conmigo a Scarlett hoy? - Harry me pregunta/afirma, no puedo decirle que no.

-Uhm, ¿Vale? - Digo, el sarcasmo colándose en mis palabras.

-Vístete, en veinte minutos te quiero abajo -

-¿No es un poco de prisa?, estoy limpian-  -

-Sólo vístete - Dice, antes de irse. No tengo opción, ¿Verdad?.

Camino hacia el dormitorio para cambiarme con ropa normal. Y cuando me refiero a "normal" no es a la ropa que usaban las muñecas de porcelana de los años 1950. Siempre que salimos, tenemos que vestirnos con ropa que hay en un armario lleno de ropa de última moda. Dado que todas nosotras somos más o menos del mismo tamaño, nos ponemos a nuestro gusto. Esta vez, decido usar unos shorts de mezclilla de tiro alto y una camisa rosa bebé de manga larga. Dejo mi maquillaje como está, tengo demasiadas capas.

Cuando salgo de la habitación, las chicas me llenan de preguntas como:

-¿A dónde vas? -

-Estás preciosa -