Capítulo 3

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-Sigo pensando que es una pésima idea-

Taehyung miró temeroso las pelotas naranjas que estaban colocadas en el estante. El plan consistía en él siendo atacado por los balones para quemados hasta morir. Sungjae había invitado a Jungkook a practicar con el pretexto de que necesitaba ayuda con su puntería, lo cual era una completa mentira porque Sungjae era el mejor de la clase. Lo que el lobo no sabía era que Taehyung sería el objetivo para quemar. Suspiró, a esas alturas, ya era normal que sus amigos salieran con una disparatada, pero sorprendentemente siempre lograban impresionarlo con algo más estúpido y riesgoso.

-Anímate, al menos practicarás tus reflejos-

-No estoy muy seguro de que sea así-

De pronto un exquisito aroma a roble lo golpeó desprevenido. Taehyung miró embobado al imponente alfa que entraba al gimnasio con una gran sonrisa. Sintió su estómago burbujear de la emoción, por un momento quiso correr hacia él y abrazarlo, pero aquello sería extraño, aunque hablaban, la convivencia no era la suficiente para tal demostración de afecto.

-Hola- Saludó cordial, como era propio de él.

- ¡Jungkook! - Exclamo emocionado Sungjae-Te estábamos esperando, quería decirte que Tae se ofreció para ayudarnos a entrenar-

La sonrisa en su rostro falseó, no estaba seguro de poder ser competencia para dos alfas atléticos. Taehyung vio su fracaso frente a él.

-No tengo problema con ello- Sonrió- Sólo que los equipos quedarían desiguales-

-Sí, sobre eso- Rascó su nuca nervioso- Él puede hacerlo sólo, las ardillas son muy rápidas, así que no tendrá problemas en esquivar las pelotas-

Jungkook abrió los ojos desmesuradamente al escuchar la idea. Enseguida buscó la mirada de Taehyung para asegurarse de que el omega estuviera completamente de acuerdo. Taehyung vio en su rostro la preocupación porque saliera lastimado. Su corazón se calentó y en ese momento perdió el miedo, estaba seguro de que Jungkook no intentaría dañarlo.

-Sungjae tiene razón, somos muy rápidas, no tienes de que preocuparte-

-Confiaré en tu palabra-

Taehyung deseó poder confiar en sí mismo de la misma forma. Si era sincero consigo, él no era la estrella en los deportes, pese a que se desempeñaba bien, no era suficiente para competir contra los mejores de la clase.

- ¡Empecemos! - Gritó Sungjae.

Se colocó en su lugar y esperó. La primera pelota fue lanzada por Jungkook, pudo esquivarla con completa facilidad debido a la poca fuerza con la fue lanzada, el lobo estaba midiendo cuanta fuerza podía utilizar. Sin embargo, su amigo no parecía pensar lo mismo, la intensidad con la que Sungjae lazó la pelota lo obligó a tirarse al suelo para evitar ser herido.

-Estoy bien-

Se obligó a responder tranquilo para no alterar a Jungkook que lo veía alarmado por su caída. Sobó discretamente su codo y se posicionó nuevamente en su lugar esperando los proyectiles. Sus muñecas dolieron levemente, habían recibido todo el impacto de la caída.

-Eso fue una prueba- Sungjae lo miró divertido disfrutando de la situación- Ahora juguemos de verdad-

Taehyung tomó en serio la practica porque no quería llegar a casa con moretones. Esquivaba las pelotas lo más rápido que podía, moviéndose de un lado a otro exponiendo sus dotes de velocidad, algo característico de su especie. Jungkook fue tomando confianza, pero siempre cuidó de no tirar los balones con excesiva fuerza; Sungjae por el contrario parecía decidido a derribarlo, o más bien a matarlo.

Llegó un punto en que su amigo estaba tirando con verdadera saña, incluso Taehyung tuvo que sacar su transformación parcial para poder agudizar sus sentidos. Notó que Jungkook se detuvo para observar sus características animales, lo miraba de una manera indescifrable, sus ojos brillaban directamente a su dirección, apreciando sus extremidades decoradas de un hermoso color avellana manchadas con unas franjas perpendiculares de algunas tonalidades más oscuras.

Su corazón se aceleró y no pudo evitar avergonzarle. El omega se sintió cohibido, instintivamente envolvió su cola alrededor de su cintura y bajó sus orejas hasta camuflarlas en su cabellera. Escondió la mirada provocando que dejara de poner atención a los proyectiles de Sungjae, quien seguía lanzando pelotas como desquiciado. Grave error, de pronto sintió un dolor muy intento en su estómago que lo obligó a caer al suelo, una pelota había logrado golpearlo.

Sus lágrimas se acumularon empañando su vista. Su cuerpo empezó a temblar e instintivamente comenzó a soltar pequeños chillidos pidiendo ayuda. El estómago le quemaba con intensidad, no le dejaba respirar con normalidad, temió haberse rotó un hueso.

- ¡Tae! -

Jungkook se arrodillo junto a él. Miró preocupado al omega que lloraba desconsolado. Su lobo se desesperó, rasgaba en su interior impulsándolo a ayudarlo. Su alfa clamó por consolarlo, así que le acarició la espalda con suavidad, probando la aceptación de Taehyung. Cuando vio que no lo rechazó se animó a posicionar su mano en el hombro, intentando tranquilizarlo.

- ¿Estás bien? -

Taehyung negó con los ojos apretados, en ese momento no podía pensar en otra cosa que no fuera en el fuerte dolor que se expandía por todo su estómago. Instintivamente se hizo bolita y apretó su cola buscando protección.

-Vamos, te llevare a la enfermería-

Jungkook lo tomó en brazos y lo atrajo a su pecho. Taehyung reaccionó por instinto buscando consuelo en él. Se acurrucó en su pecho llorando y temblando por el dolor, tenía un umbral de resistencia muy bajo.

-Tae, perdón, yo no quise...-

- ¡Cállate! - El lobo silenció a Sungjae- Fuiste demasiado descuidado, lo mejor es que lo dejes tranquilo-

El alfa lo apretó a su pecho protectoramente y salió del gimnasio para ir a la enfermería. Soltó feromonas para calmar al omega que se escondía entre sus brazos. Agradeció cuando sus feromonas fueron bien recibidas, notando que los chillidos poco a poco cesaban. Su lobo meneó la cola feliz, pero lamentaba y gruñía descontento al no poder hacer nada para curarlo.

-Vas estar bien-

Prometió trayéndole seguridad a un Taehyung que lloraba desconsolado sobre su pecho.

Prometió trayéndole seguridad a un Taehyung que lloraba desconsolado sobre su pecho

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Chillido travieso (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora