Capítulo 30

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Las salidas inesperadas eran sus favoritas, Taehyung disfrutaba mucho de los planes realizados a último momento porque siempre traían recuerdos bonitos difíciles de olvidar. Con la alegría saliendo de sus poros, sostuvo la mano de Jungkook con firmeza y lo obligó a caminar a su ritmo. El alfa había estado visitándolo casi a diario para distraerse de la espera por su aceptación universitaria. Sin embargo, estar mucho tiempo en casa se estaba tornando monótono así que para animar a Jungkook un rato decidió llevarlo a pasear por el centro de la ciudad.

- ¿A dónde quieres ir primero? –

Jungkook miró con curiosidad a los comercios que se encontraban a unos kilómetros después del parque principal, su mirada concentrada reflejaba que estaba decidiendo cual edificio le llamaba la atención.

-Podemos seguir caminando- Sugirió- No tengo un lugar específico al cual visitar-

A Taehyung le agradó la idea, le gustaba caminar por los alrededores porque era relajante, además, ese día estaba muy tranquilo, por lo que no había montones de personas que perturbaran la vista. Contempló los árboles que se formaban en línea recta acompañando el camino, había algo entre las grandes ramas que le provocaba una inmensa tranquilidad. Tomó aire profundo y sonrió cuando la esencia de Jungkook se coló en aquella respiración. Por lo fresco que se encontraba el aroma podía deducir que el alfa estaba disfrutando del paseo.

-Me gusta venir aquí por las tardes- Jungkook se detuvo para reposar su espalda en uno de los grandes árboles- Es la hora de dormir de los pájaros-

- ¿No te gustan los pájaros? –

-Al contrario- Contestó- Me gusta escucharlos, por eso vengo a su hora de dormir. Siempre suelen cantar en parvada cuando se están preparando para la noche.

-Nunca los había escuchado en conjunto-

-Eso es porque no hay muchos árboles en la ciudad-

En donde vivían había muchos edificios y construcciones, las áreas verdes eran muy escasas y no había muchos animalitos salvajes por ver. Afortunadamente Taehyung provenía de una familia con un nivel socioeconómico que les permitía tener una casa con un jardín amplio. Él era muy feliz con el árbol que estaba en su patio, incluso tenía una pequeña madriguera en el tronco, donde se escondía y pasaba las tardes.

-En mi casa hay pájaros, cuando era pequeño me gustaba meterme en sus nidos-

Jungkook se carcajeó ante aquel dato aleatorio y Taehyung le siguió con una pequeña risa. Interrumpir en los hogares de los pájaros no era de lo que estuviera muy orgulloso, pero fue su mayor diversión cuando era un niño, hasta que un cuervo le picó en la cabeza por andar de curioso en su sitio.

-Eres muy ocioso-

-Era- Refutó- Ya no lo hago-

Un pequeño silenció se acomodó entre ambos como sucede en aquellas conversaciones que no poseen un hilo largo por seguir. Taehyung se sintió tranquilo al no tener que obligarse a rellenar la plática, le parecía muy estresante tener que buscar siempre de que hablar. Jungkook incluso aprovechó el momento de paz para cerrar los ojos y disfrutar del suave viento de la tarde, se veía tan reconfortante que Taehyung no pudo evitar acercarse a él para abrazarlo fuerte. Jungkook enseguida aceptó el abrazo y sostuvo con firmeza su cuerpo, buscando apegarlo lo más posible a él. El alfa aprovechó la posición para descubrir la zona del cuello y reposar su nariz en la suave piel. Entonces descansó tranquilo sobre de él, llenándose de su aroma mientras suspiraba embelesado.

-Me gustas mucho-

Su estómago se llenó de pequeñas burbujas de emoción, Taehyung sonrió y escondió su rostro en el pecho del alfa. Si fuera sincero podría decir que lucía patético, siempre se burló de aquellas personas que se comportaban así cuando se enamoraban, pero en ese momento no podía culparlos, porque estaba siendo ese adolescente que pierde el piso por una persona.

-No te escondas-

Jungkook le sonrió mientras tomaba su rostro para poder conectar sus miradas. Taehyung soltó un suspiro tembloroso, estaba cautivado por esos ojos brillantes y coqueta sonrisa.

-Te tengo algo-

El abrazo fue roto y Taehyung sintió una inmensa necesidad de volver a pegarse al cuerpo de su pareja, pero estaba curioso por la sorpresa, así que aguantó las ganas y esperó.

- ¿Qué es? -

Jungkook se descolgó la mochila y buscó entre sus cosas. Taehyung miraba emocionado intentando descifrar lo que era. Entonces el alfa sacó un frasco de semillas y se lo entregó. Chilló encantado y miró gustoso su interior, era una mezcla de semillas y frutos secos. De pronto su ardilla comenzó a rascar en su interior, completamente eufórica por aquel regalo.

-No habíamos podido hablar sobre el incidente de Suni, pero el frasco era para ti-

-Lo sé-

Taehyung se sentía apenado, cuando Suni habló con él quería que la tierra se abriera y lo tragara, había hecho un número sólo por un malentendido, le daba mucha vergüenza recordarlo. Al parecer Jungkook tuvo que salir a comprar otro frasco porque el que tenía en sus manos era diferente, era de color morado traslucido con un moño blanco y con un volumen mucho más grande.

-Suni habló conmigo-

-Ahora entiendo porque me perdonaste, cuando leí tu nombre en la carta donde confesabas tus sentimientos, me pregunté qué te había hecho cambiar de opinión. Estabas muy molesto-

-Pensaba explicarte la mañana siguiente, pero sucedió lo de mi celo. El resto es historia-

Jungkook le acarició con ternura la mejilla y le depositó un cálido beso en la frente.

-Quiero que sepas que me importas mucho y que estoy siendo serio en mi cortejo-

-Lo sé- Acurrucó su rostro en la cálida palma- Confió en ti-

El alfa aferró los dedos a su cintura y alzó parte del peso para ayudarle a alcanzar su rostro. Jungkook besó sus labios y lo acarició con ternura en ese gesto. Taehyung sonrió sin despegarse, no había mejor sentimiento que estar junto a la persona que anhelaste durante mucho tiempo. 

 

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Chillido travieso (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora