Capítulo 11

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Taehyung miró los suéteres esparcidos en el colgador, se había probado todos, pero no podía decidir cual comprar. Todos eran bonitos, pero él quería llevar una ropa que le favoreciera por completo en su primera cita. Se mordió el labio mientras repasaba las prendas una vez más, todas tenían algo que le gustaba, pero había dos en especial que no podía dejar de mirar. El primero era un suéter beige que estaba hecho completamente de algodón, era suave, sencillo y caía ligero por su cuerpo, a Taehyung le gustaba como el cuello amplió dejaba al descubierto gran porción de sus clavículas. Sin embargo, el cárdigan azul también lo llamaba, le encantaba el patrón de pequeños girasoles que adornaban toda la pieza, era adorable y podía verse utilizándolo en un día fresco y lluvioso.

- ¿Por qué tardas tanto en el probador? -

Hyungsik lo llamó desde el otro lado de la puerta, su voz se notaba fastidiada, inclusive un suspiro de impaciencia acompañó a su llamado. Taehyung sonrió compadeciéndose de su amigo, llevaban más de tres horas dando vueltas en el centro comercial buscando un atuendo que convenciera al omega. Ni si quiera se habían detenido a comer ni a tomar un descanso, y pese a que Hyungsik le gustaba comprar ropa, ya había llegado a su límite, su cabeza ya estaba saturada de tantas prendas.

-Hyung no sé cuál elegir-

Abrió la puerta mostrándole un suéter tejido de color rosa, Taehyung se sentía como una especie de embutido envuelto. Estaba hecho de un hilo grueso, además se ceñía por todo su cuerpo y se sentía ahogado por el apretado cuello de tortuga que daba picazón. La expresión de Hyungsik le dijo todo, sus cejas arrugadas y la mueca en su boca demostraban cuan mala era la elección.

-Pareces abuelito con eso-

-No sé porque lo agarré, el material pica-

-Muéstrame las opciones que más te gustaron-

Taehyung se adentró al probador y sostuvo los suéteres en cada mano. Hyungsik los analizó con seriedad. Realmente agradecía que su amigo se tomara el tiempo de ayudarlo, si lo hubiera hecho él sólo ya habría perdido la cabeza. Además, era el único con quien podía contar cuando se trataba de ropa. A Sungjae no le gustaba ir de compras, se distraía con facilidad y prefería visitar las tiendas con objetos curiosos.

-Ambos son bonitos, ¿Qué es lo que más te gusta de cada uno? -

-De este- Señaló el beige- Me gusta la forma en que cae por mis hombros, además la tela es ligera y bonita-

- ¿Y el azul? -

-Me gusta el color y el patrón de girasoles, es lindo, pero no me termina de convencer-

- ¿Por qué? -

-Me hace ver más corpulento de lo que soy-

Su mirada se dirigió al espejo, no era alguien gordo, en realidad estaba bien proporcionado, pero le causaba inseguridad que su cintura aún no se formara, su torso se mantenía en dos líneas rectas que no le favorecían del todo. Su padre había intentado tranquilizarlo, diciéndole que al pasar la adolescencia su cuerpo terminaría de formarse, puesto que era normal que las ardillas mantuvieran cierta grasa en el cuerpo hasta la adultez; su madre le había dicho que la forma de su cuerpo no era importante, que la belleza venía en muchas formas. Taehyung estaba muy agradecido con el intento de ambos por mejorar su estima, pero aún no podía evitar acomplejarse por ser de los pocos omegas que no se terminaban de desarrollar.

-No digas tonterías, mira-

Hyungsik le ayudó a retirarse el suéter rosa reemplazándolo por el cárdigan. Lo acomodó a su cuerpo cuidando la posición de los pliegues, dio dos pasos hacia atrás inspeccionándolo minuciosamente, luego volvió a su lugar y desabrochó los dos primeros botones dejando que la pieza se abriera cayendo por sus hombros.

- ¿Ves? Así tienes el efecto que te gustó en el suéter beige y los girasoles- Hyungsik le sonrió brindándole seguridad- Además te ves bonito-

Taehyung admiró como la apertura dejaba al descubierto los lunares de su pecho, además el suave material se sentía agradable sobre su piel, por lo que terminó de convencerse.

-Gracias, creo que si me llevaré este-

- ¡Bien! - Festejó- Ahora cámbiate, que ya me hice cinco años más viejo esperándote-

Volvió a entrar al probador, quedándose unos minutos de más, sólo para admirar como se veía el cárdigan en él. Gracias a que la prenda ahora caía holgada sobre su cuerpo, tapaba por completo su inseguridad, además, la atención se quedaba completamente en sus clavículas, así que podía quedarse más tranquilo. Podía sentir la emoción de su ardilla revolotear por todo su estómago. Se tocó el pecho y tomó varias respiraciones cuando su corazón empezó a acelerarse ante la expectativa de su primera cita. Taehyung nunca pensó que podría sentirse así por una persona. 

 

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Chillido travieso (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora