Capítulo 27

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Taehyung podía verse a sí mismo disfrutando de momentos así todos los días. Sentía que no había nada mejor que poder recostarse junto a la persona que quería tanto mientras contemplaban el tiempo pasar. Bostezó mientras acomodaba su cabeza mejor sobre el pecho del alfa, dejando que los latidos lentos que hacían eco en su oído lo adormecieran. Jungkook había caído rendido desde el momento en que llegaron a su habitación, el lobo se había sentido tan cómodo entre la calidez familiar del nido que se dejó ir completamente indefenso, como un cachorro que poco le importaba lo que pasara a su alrededor.

Una media sonrisa apareció en un rostro, le gustaba como la esencia a roble danzaba tenue alrededor del segundo aroma, permitiendo que el olor a galletas se esparciera con más confianza, otorgando al nido ese deje hogareño que podía reconocerse entre el montón de prendas que los arrullaba a ambos. Taehyung incluso percibía a su ardilla dormir tranquila, era tan extraño para él que estuviera completamente serena; su animal siempre lo acompañaba en sus periodos de actividad y rara vez dormía cuando él estaba despierto, pero ahora parecía como si dormitar siempre hubiera sido su actividad favorita.

Para pasar el tiempo, comenzó a tararear por lo bajo, acompañando a la música de fondo que venía de la bocina que estaba en su repisa junto a algunos libros. El responsable de la música era Jungkook y a él le estaba encantando su gusto musical. Aunque el alfa tenía preferencias diversas, principalmente era un romántico que amaba escuchar baladas y cantarlas sin vergüenza alguna. Taehyung disfrutaba escucharlo, su voz era encantadora y dulce, Jungkook lograba que las notas salieran sin ningún esfuerzo, como si hubiera nacido para ello.

-Esa canción me gusta-

Jungkook murmuró aún adormilado, su rosto delataba que luchaba para mantenerse consciente. Sus ojos a penas se abrían y lucía como si en cualquier momento volvería a caer profundamente dormido.

-Mi madre solía cantarla para mí cuando era pequeño-

-Es linda- Concordó con él- Puedo ver de quien heredaste tus gustos musicales-

El alfa sonrió ante su comentario y comenzó a acariciar su espalda con parsimonia. Entonces su expresión comenzó a tornarse pensativa, como si estuviera dando un recorrido entre todos sus recuerdos.

-Mi madre siempre amó la música, desde que soy pequeño tiene la costumbre de poner cada sábado la radio y escucharla a todo volumen- Explicó- Muchas veces la acompañaba, porque siempre terminábamos cantando e imaginando que estábamos en un concierto-

Mientras le contaba, Taehyung pudo imaginarse a la mujer colocando su estación favorita mientras un Jungkook pequeño esperaba pacientemente detrás de ella, emocionado por una nueva tarde de diversión y cantando sin ninguna preocupación. Por toda la información que había recopilado, estaba claro que Jungkook venía de una familia donde lo amaban y lo apreciaban mucho, por ello el alfa era tan atento y educado, así como amoroso y protector; Taehyung de pronto se sintió dichoso.

-Tae-

Alzó la mirada y elevó las cejas expresando que tenía su atención; Jungkook lo observaba con cariño. El alfa le acarició la mejilla con suavidad, deslizando sus yemas hasta llegar al inicio de su cuello para rodear sus dedos en su nuca.

-Quisiera besarte de nuevo-

Taehyung sonrió tímido ante su petición.

-Desde ahora no creo que sea necesario preguntar-

Jungkook bajó su brazo hasta su cintura para ayudarlo a acomodarse a su altura para poder acceder fácilmente a su rostro. Fue entonces cuando los labios ajenos cubrieron los suyos esparciendo su calidez por todo su ser. El movimiento se mantuvo lento, ambos se estaban tomando el tiempo para acariciarse y quererse en aquel gesto tan íntimo. De vez en cuando se separaban para mirarse con adoración para finalmente ceder y juntarse nuevamente a aquel entrañable encuentro.

El alfa acarició la piel de la cadera que el pijama de Taehyung dejó al descubierto cuando alzó sus brazos para poder abrazar su cuello. Jungkook aferró sus dedos en aquella zona y ladeó su cuerpo hasta apresar a Taehyung bajo suyo, donde pudo sentir como la esencia a nuez lo rodeaba hasta impregnarse en su persona. El omega lo estaba marcando y aquello le gustaba.

-Jungkook-

Comenzó a sentirse agitado, y la presión incrementando en su estómago no era buena señal. Jungkook entendió aquello y se separó de él dándole un poco de espacio para poder relajarse. Taehyung sintió a su cabeza comenzar a dar vueltas, todo era muy extraño, aun no terminaba de eliminar la parte consciente que le decía que todo estaba sucediendo muy rápido, sin embargo, nunca finalizaba de procesar ese sentimiento porque siempre era abrumado por la tranquilidad y la familiaridad con la que su animal respondía a los cariños del alfa. Era ahí cuando recordaba que era el predestinado de Jungkook y que, por ende, ambos espíritus deseaban poder enlazarse pronto. Había mucho por comprender.

- ¿Te sientes mejor? -

El alfa se apoyo en su lateral sosteniendo la cabeza con una mano mientras lo acariciaba en la cabellera con la otra. Taehyung se giró a las caricias y cerró los ojos. Era tan extraño que Jungkook fuera quien lo exalte y lo inquiete, pero al mismo tiempo, sea quien lo calme y lo apacigüe.

-Estoy bien, sólo son los síntomas del celo- Lo tranquilizó- ¿Tienes más té, creo que el que tomé en la mañana ya perdió su efecto-

-Tengo un poco de las hierbas en mi mochila, iré a prepararlo-

Jungkook se acercó y le depositó un casto beso en sus labios antes de levantarse e irse a la cocina; Taehyung soltó el aire liberando un poco de su euforia. Llevó sus dedos a sus labios y los tocó mientras sonreía embelesado por todo. Taehyung siempre se preguntó cómo era posible que existieran omegas marcados desde una edad tan temprana como la suya, pero ahora sólo podía pensar en el momento en que ambos decidieran enlazarse.

De pronto su cabeza comenzó a hacer un sinfín de escenarios posibles. Se rio de su imaginación e intentó alejar los pensamientos tontos de Jungkook y él siendo una familia, pero las imágenes eran tan tentadoras que le resultó imposible dejar de pensar en cómo sería su vida con el alfa en un futuro.

 Se rio de su imaginación e intentó alejar los pensamientos tontos de Jungkook y él siendo una familia, pero las imágenes eran tan tentadoras que le resultó imposible dejar de pensar en cómo sería su vida con el alfa en un futuro

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Chillido travieso (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora