COMPLETAMENTE ABIERTA A TÍ

ALINA

Desde que salimos de casa papá no ha dicho nada más. Y claro yo sigo con la cabeza llena de dudas con respecto a su cambio de actitud.

-Papá... ¿Podemos hablar?- No se porque, pero me da la sensación de que el intentar averiguar lo que sucede preguntándole no servirá de nada.

-¿De que exactamente?- Veo como levanta la cabeza para dejar su teléfono de lado.

Tú solo debes preguntar

Como si fuese tan fácil... Sabes que papá es algo complicado

Pero recuerda que tú eres mucho peor Alina Mancini

¡Genial! Ahora resulta que hablo conmigo misma. Creo que el intentar averiguar que le sucede a mí padre, ocasiona que me vuelva loca

-¿Alina?, ¿Me dirás de qué quieres hablar?- Diablos, había olvidado que hablaba con mi padre

-Eh... Si, claro... ¿Quería saber con quiénes estaremos en la Cena?- Pensándolo mejor, no le diré nada a mi padre. Prefiero mil veces tener que matarme la cabeza investigando, que preguntarle. Y mucho menos sabiendo la manera en que se pondrá.

-¿Y ahora, porque tanto interés?- ¡Mierda! Que complicado resulta ser este hombre- Si mal no recuerdo,hace unas horas no deseabas saber nada con respecto a la cena

-Bueno sí, pero eso no quita el hecho de que mi curiosidad quiera saber con quiénes estaremos.- Pronunció, mientras él me mira fijamente

-Mmm, de acuerdo... Pues nos reuniremos con Víctor Ricci.- ¡Estupendo! Desde que lo conocí me ha caído como un grano en el culo, pero sigo sin entender el porque- También se encontrará Alessandro Salvatore junto a su esposa Dannia- Eso me cae como anillo al dedo. Alessandro y Dannia son los mejores. Mamá me los había presentado hace mucho tiempo, aún recuerdo cuando estaba en el jardín y ellos llegaban con golosinas. Claro que antes debía prometerles ser una buena niña

-Genial... Y, ¿Solo irán ellos?- Pregunto, mientras papá vuelve a posar su mirada en un nuevo mensaje que acaba de llegar a su teléfono

-No, también estará presente Leonardo De Luca y su acompañante.- ¿Leonardo De Luca?, He escuchado que es bueno en los negocios. Pero jamás lo he visto, o puede que sí pero tal vez no lo recuerde. Pero bueno eso no es de mi interés

-De acuerdo... Gracias por la información.- El solo asiente, mientras mueve ágilmente los dedos para responder algo en su teléfono. Mientras que por mi parte solo veo los enormes edificios de New York. Realmente no me apetece este lugar, aún recuerdo cuando pasaba por estos lugares junto a mamá. Y es que el solo hecho de recordarla, invade mi pecho de nostalgia.

El haber perdido a mamá ha sido una de las peores experiencias. Recuerdo como sus ojos brillaban cada vez que sonreía, o incluso como su larga cabellera dorada relucía por toda la habitación cada que se asomaba al balcón.

Mamá no era para nada común, era como estar frente a un ángel de ojos azul cielo y cabellera dorada. Y claro no debemos olvidar ese carácter fuerte, ese que hizo que papá cambiará por completo... Paso de ser un mujeriego, ha ser hombre de una sola mujer, una cuya nobleza era única ella era lo mejor en mi vida, y cualquier persona que la conociera sabía que ella lo era todo para nosotros.

Pero lo bueno no dura para siempre... Mamá podría luchar con todo, pero no pudo hacerlo con un tumor cerebral que acabo con su vida, como tampoco pudo luchar contra el cáncer de seno. Recuerdo aquel día en que subí a su habitación en busca de una pastilla para dormir, decidí buscar el las dos pequeñas mesas de noche pero no encontré nada... Decidí buscar en su bolso, allí las hallé pero también encontré un sobre doblado a la mitad... Sabía que no debía meterme en cosas que no debía... Pero, aún así lo hice. Juro que ese día mi mundo se derrumbó, todo se acabaría, y ya no volvería a ver la hermosa sonrisa de mamá.

Lo único que puede hacer en ese momento fue llorar como una pequeña niña cuando pierde su juguete favorito. Sabía que papá no estaba enterado, sabía que sería difícil para mamá contarnos. Pero lo más difícil era aceptar el hecho de que la perderíamos en cuestión de semanas... Nosotros estábamos dispuestos a hacer lo imposible por salvarla, pero no fue así, fue demasiado tarde... En aquellos resultados solo se veía la enfermedad que nos la quitaría... Pero, lo que ninguno de nosotros sabíamos era que mamá tenía un tumor. Uno que fue el definitivo para alejarla de mi vida y de la de papá.

Mamá era mi mundo, era el mundo de papá y era el mundo de muchos más...Mamá decía que debía ser una niña fuerte, una niña que debía demostrar no solo su nobleza sino que también su poder y su valentía. Pero lo que ella nunca me dijo fue como debía acostumbrarme a vivir sin su compañía, nunca me dijo que debía ser fuerte para aceptar el día en que la fuera a perder... Ese día todo cambio, papá ya no era el mismo, y yo tampoco lo era...

Sin darme cuenta, varias lágrimas rodaron por mis mejillas. Hoy no lloraría, puede que papá estuviese raro, pero prometí comportarme y eso haré... Es mi momento de demostrarle a mamá que su niña es fuerte, aún si eso no es del todo cierto.