LEONARDO

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--¿¡Qué mierda haces aquí Leonardo!? ¡Recuerdo haberte dicho que en este día no quería verte cerca de este lugar! —Grita mi hermana cerca a la fuente en casa de mi madre 

--Y yo te dije que vendría quisieras o no así que no veo el porque de tu estúpida reacción

--Déjame decirte que pierdes el tiempo porque mamá ya sabe que no vendrías y además Adrien se la ha llevado—Su mirada es tan fuerte como la de mi madre y aunque en cierta parte es divertido verla refunfuñar y darme ese tipo de miradas, no me siento bien al saber que ella se encuentra odiando me en estos momentos

--Carlotta solo cálmate, ¿Quieres que admita cuanto me he equivocado? Pues bien lo haré—Lleno mis pulmones de todo el aire que puedo soportar para después terminar soltando lo fuertemente—Sí, fui un maldito idiota al decir aquello admito que mi manera de reaccionar no fue la mejor, y tal vez sigas enojada por días o incluso para siempre mi pequeño mar de lágrimas pero voy a jurar te que de ahora en adelante analizaré todas mis estúpidas palabras y estaré más atento a todo lo que tenga que ver con la familia

--¿Y qué me asegura que todo aquello que acabas de decir es verdad? Leo… me vale una mierda que discutiéramos, pero lo que no puedo perdonar es el hecho de que siempre olvides a la familia o nos pongas por debajo de tu trabajo—Me acerco a ella colocando una de mis manos en su mentón para levantar su cabeza 

--Lo se, créeme que se a la perfección el daño que les causó y en serio me jode olvidar todo lo que implica a la familia pero debes creerme está vez cuando te digo que de ahora en adelante pondré a nuestra familia por encima de todo 

--¡Dios! Bien, puedes quedarte—Sonrió al ver a mi hermana rendirse y sin esperar nada la rodeó con mis brazos— espero que cumplas tu palabra muñequito bonito

--¡Mierda Carlotta no otra vez! Sabes muy bien que nunca me ha gustado ese apodo de mierda 

--Que sensible eres Leo, pero ya dejemos el tema. Dime ¿Haz traído un regalo para mamá?

--¿Regalo? Qué mejor regalo que su hijo esté aquí hoy—Carlotta me regala una mirada de los mil demonios y yo solo sonrío— solo era una broma cascarrabias, pero para que estés feliz el regalo lo traerán en unos 18 minutos 

--Que bromista eres Leonardo Gabriel De Luca Rinaldi --Y que amargada eres Carlotta Isabela De Luca Rinaldi 

--Aggg, eres un fastidio Leo 

--Pero tu eres la hermana que ama con su vida a este “fastidio”—Presumo, recibiendo a cambio un puño en el brazo que no logra hacerme nada— Vamos, quiero darle una sorpresa a nuestra madre cuando tú querido esposo se digne a traerla de vuelta

--Adrien también es tu mejor amigo así que no te quejes, pero está bien entremos ya que estás aquí necesito de tu ayuda 

--¿Volviste a quemar la cocina Carlotta? Porque sí es eso yo no puedo hacer nada—Pregunto mientras nos dirigimos al interior de la enorme casa que se sigue manteniendo intacta a como cuando mi hermana y yo éramos unos niños y lo único que hacíamos era correr y causar daños en todo el lugar 

--¡Claro que no! Solo necesito que me ayudes a colgar unas serpentinas y unos globos se suponía que Adrien me ayudaría pero como queremos que sea algo sorpresa decidí que la llevara de compras 

--Corrígeme si no entendí, pero haz dicho que mandaste a Adrien tu amadísimo esposo de compras con nuestra madre cuando tú pudiste ir y dejarlo a él con la decoración 

--Sí, no se cuál es el problema de ello, Adrien solo es su chófer por unas horas y le ayudara con las compras eso es todo— Suelto una estruendosa carcajada al pensar que aquel que decía ser un “macho” se encuentra ahora dominado por mí hermana de tan solo 1.55 metros

--Ya, Definitivamente lograste cambiar a ese hombre solo que no se si para bien o para mal 

--No lo he cambiado solo lo he ayudado a mejorar… Adrien sigue siendo el hombre que conociste y que se volvió tú mejor amigo salvo que ahora a dejado de ser un mujeriego y consumir trago como barril sin fondo— Levanto una de mis cejas pensando si en lo último que ha dicho también lo dice por mí. 

No mentiré al decir que me he acostado con varias mujeres y que lo sigo haciendo, pero no con tanta frecuencia como lo hacía cuando tenía veinticinco años y me la pasaba bebiendo y follandome a cada mujer que se me pasara por enfrente. 

Adrien también era igual solo que el media la cantidad que consumía de alcohol y escogía a las mujeres con las que follaria durante la noche y ahora dejo todo aquello por mí hermana, bueno por eso y porque sabia que si no dejaba eso mientras se encontrará con ella y la lastimaba yo sería capaz de cortarle los huevos.

--Como digas, ahora andando necesito terminar con eso cuanto antes

--Si, por cierto, mamá invito a unas personas sin saber que hoy solo seríamos la familia en una fiesta sorpresa así que si escuchas golpes en la puerta abre—Exige como la mujer mandona que ha sido desde pequeña 

--Aja como sea, ahora dime dónde están esas decoraciones y el lugar donde debo colocarlas 

--Las decoraciones se encuentran en aquella caja—Señala con uno de sus largos dedos la caja que se encuentra sobre la repisa que hay encima de la chimenea—, lo único que debes hacer es colgarlas al techo lo cual te será fácil gracias a tu enorme estatura ¿Entendiste?

--Mmjumm, ahora ve y termina con lo qué sea que estabas haciendo— Retiro el saco de mi traje y arremango las mangas de mi camisa hasta los codos, y con ello empiezo mi tarea como decorador de una fiesta sorpresa para una mujer de casi 55 años quien por cierto es mi madre

COMPLETAMENTE ABIERTA A TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora