--Buenos días mi princesa- Saluda mi padre una vez que me encuentro en el enorme comedor que nos hemos negado a cambiar por los recuerdos que guarda
--Buenos días papá, ¿Cómo amaneciste? – Pregunto tratando de sacar un tema de conversación
–Bien mi pequeña, con el teléfono cargado de llamadas que no he aceptado- Responde el hombre en ropa casual frente a mí
--¿Por qué no las respondes? Se supone que sin son varias, es porque tienes trabajo ¿Verdad? – Pregunto con el ceño notablemente fruncido
–Sí, pero hoy quiero pasar el mayor tiempo posible con mi pequeña princesa, el trabajo puede esperar para eso soy el dueño y la cabeza al mando
–Papá, si es por mí no debes preocuparte, podremos pasar más tiempo juntos cuando termines todo lo que debes hacer
–Ya te he dicho que quiero pasar el día de hoy a tú lado mi pequeña, y no quiero escuchar más la palabra trabajo en todo el día ¿De acuerdo?
–Si, he entendido a la perfección—Sonrío para que sepa que realmente estoy de acuerdo con su decisión.
Siempre quise pasar tiempo con mi padre algo que me había sido difícil a pesar de que durante mi niñez trato de estar al pendiente de mamá y por supuesto que, de mí, pero no siempre conseguía su objetivo, pero lo entendía porque sabía a la perfección que no le era fácil ya que durante ese tiempo los deberes que tenía como dueño de una empresa reconocida eran y siguen siendo lo principal.
Y a pesar de que hoy tenga varios pendientes gracias a su llegada aprecio que se esté tomando el tiempo para recuperar y fortalecer nuestra relación padre e hija, algo con lo que cientos de chicas desean contar
--¿Y qué haremos hoy? —Pregunto a la vez que sirvo un poco de jugo de manzana
–Lo que tú quieras mi princesa, ya te dije que hoy será nuestro tiempo padre e hija—Responde antes de llevar un poco de fruta a su boca
--Bien, ya que lo dices quiero llevarte a un lugar maravilloso, aunque no sé si te guste tanto como a mí
–Si a ti te gusta ten por seguro que para mí también será de muy buen gusto—Pronuncia antes de sonreír y mostrar un poco de su perfecta dentadura blanca
--Vale, entonces me iré a arreglar y buscar mi cámara—Dejo mi asiento y tomo camino rumbo a la larga fila de escalones que debo subir para llegar a mi destino, pero no sin antes decirle algo más a mí padre—Gracias mi héroe, te amo mucho papi
--Yo te amo más mi princesa, ahora ve te estaré esperando en el auto—Y sin nada más que esperar subo las escaleras de dos en dos como cuando era una niña de ocho años intentando huir del monstruo de las cosquillas por el que se hacían pasar mamá y papá
Recuerdo que cuando llegaba a la cima de las escaleras corría a esconderme en la habitación de ellos en un pequeño espacio que se encontraba en el armario lleno de lindos trajes y vestidos. Aunque me sigo preguntando si era verdad que tardaban en encontrarme o si era solo una pequeña trampa para hacerme salir de mi tan amado escondite mientras ellos me esperaban escondidos en la enorme sala a la espera de que llegará al lugar del inicio y con ello hacer que ganará, salvo que no me salvaba de la cantidad enorme de cosquillas que tenían preparadas para su pequeña ganadora.
Aunque eso ya no es importante, porque ahora lo que en realidad quería que fuera solo un juego de escondite y cosquillas era la perdida de mamá. Solo quería que ella apareciera en el espacio donde siempre se ocultaba a la espera de mi búsqueda con papá solo para esperar el tornado de pequeños movimientos que harían nuestros dedos sobre su abdomen haciéndola reír a montones.
Un fuerte estruendo me hace volver a la realidad, busco que ocasionó el sonido cuando mi mirada se posa en la pequeña loción que tenía en mis manos la cual ahora se encuentra hecha pedazos en el piso.
Busco algo en que recoger los trozos de vidrio para poder apresurarme y terminar de arreglarme y llevar a mi padre a mí maravilloso lugar. Tomando en mis manos una pequeña bolsa de mi armario empiezo a recoger con sumo cuidado los vidrios de una de mis lociones favoritas tratando de no cortar mi mano con uno de ellos.
Después de terminar de recoger todo y asegurarme por completo de que no haya quedado ni un solo vidrio, saco de mi armario una pequeña pañoleta roja y limpio el líquido quedando con la pañoleta totalmente empapada, después voy al baño y la dejo en una pequeña caja plástica.
Vuelvo a la habitación para tomar una blusa lila de tiras delgadas, un jean azul, un conjunto blanco de ropa interior y vuelvo a adentrarme en el enorme espacio que lleva como nombre baño. Una vez hecho mi aseo personal salgo para ponerme unas zapatillas Nike negras, una chaqueta de mezclilla, recoger mi cabello en una coleta alta y aplicarme un poco de loción. Una vez preparada tomo mi bolso y la cámara que me regalaron mamá y papá en mi décimo tercer cumpleaños y con ello me pongo en marcha escaleras abajo con cuidado de no caer, una vez llegó a la primera planta pongo marcha a la salida despidiéndome de los guardias y subiendo al auto donde le doy a Mike las indicaciones necesarias para llegar a donde iremos papá y yo.
ESTÁS LEYENDO
COMPLETAMENTE ABIERTA A TÍ
Random"Todos queremos lo que no se puede, porque somos fanáticos de lo prohibido" Esa es una de las frases que tiene demasiado sentido para el sexy y poderoso Leonardo De Luca. ¿Quién pensaría que el hombre más sexy y millonario está obsesionado con una h...