En una parte del mundo, donde muchos son bendecidos por particularidades, don, quizás un milagro, donde muchos quieren ser héroes pero, ¿Qué pasa cuando no eres bendecido por un don? ¿Estás enfermo? ¿Te excluyen? ¿Tampoco puedes ser un héroe?
Ser po...
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Un silencio tranquilo dentro de la oficina del líder de los preceptos estaba presente desde que Keiko empezó a realizar el papeleo; desde nombres y cantidades exuberantes de dinero que le debían al castaño, hasta tráfico de armas, drogas, trata de blancas y contactos de otros clanes y mafias se plasmaban letra por letra.
La castaña estiró un poco su espalda y su cuello, terminando con la última carpeta envolviendo cada papel en los sobres de plástico, dejándolas frente a su jefe; por su parte, Overhaul miró los movimientos de su asistente hasta bajar su atención hacia las carpetas, miró el reloj en su pared indicando que eran las cuatro y media de la mañana.
—Overhaul-sama... —Llamó suavemente su asistente, su mirada dorada bajó lentamente hacia el rostro femenino, respondiendo a su llamado— Las carpetas están organizadas por categoría, es decir, deudas, tráfico de armas, trata de blancas y contactos que usted considera importantes. Las etiqueté cada una, el orden está por año, mes y día por si quiere llegar a una fecha en específico.
Fugazmente el castaño había levantado sus cejas, dejando ir una leve expresión de sorpresa ante la explicación de su nueva subordinada. Tomó entre sus manos la primera carpeta que constaba de las deudas que las personas tienen con él en los últimos años, desde los más recientes hasta los más antiguos, la organización de la fémina le causó una agradable impresión, su caligrafía y los colores pastel de los resaltadores hacían ver los documentos a simple vista relajantes ante los detalles que ella dio.
En silencio leyó cada hoja de cada carpeta, por otro lado Keiko seguía batallando en su interior por no dormirse, esperando una siguiente indicación o un castigo por parte de su jefe; levantó su adormilada mirada fijándose en sus movimientos, desde sus ojos fijos indicando lo concentrado que se encontraba revisando su trabajo, hasta su oscura e impecable camisa desabrochada en los dos primeros botones dejando ver algo de su piel. La castaña admitió en sus pensamientos lo endemoniadamente atractivo que es, el aura oscura e imponente que daba su presencia la hacían sentir pequeña e intimidada; sus pensamientos se vieron interrumpidos ante la voz del castaño, quien observaba los ojos adormilados de ella.
—Arima Keiko, me haz causado una buena impresión en tu primer trabajo. —Habló, cerrando la última carpeta— Es interesante tu método de organización, aunque no te di ningún tipo de indicaciones.
—S-si gusta, puedo hacer todo de nuevo conforme a sus indicaciones, O-overhaul-sama. —Respondió nerviosa.
—No es necesario, he de reconocer tu... Iniciativa. —Añadió el castaño— Puedes ir a descansar, Chrono te llevará a la Universidad.
—Overhaul-sama, ¿Puedo volver a casa? —El agridulce miel de su mirada hizo que Keiko guardara silencio, arrepintiendose de haber preguntado.
