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Chisaki Kai quiere cerrar negocios.
Enfrentando parte de su pasado.

Hari conducía, ambos castaños sentados atrás tocando las esquinas de las puertas dejando una distancia prudente para el castaño de ojos miel

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Hari conducía, ambos castaños sentados atrás tocando las esquinas de las puertas dejando una distancia prudente para el castaño de ojos miel. La mirada masculina volteó a ver en silencio a la fémina, las delgadas cadenas que adornaban sus muslos descubiertos brillaban levemente, así como parte de su piel debido a la crema corporal; bajó la mirada hacia sus piernas notando el bonito calzado de tacón abierto en forma de aguja de color negro, sus manos cubiertas por los guantes que le dió reposaban en su falda y su vista chocolate se mantenía en la ventana observando las luces de la ciudad.

Duró un largo rato observándola, a diferencia de los días en que la veía con su uniforme de la universidad o a lo mucho los jeans, tenis y camisas de color negro o de algún estampado con aquellos rizos sueltos o recogidos en una cola de caballo, ver lo que escondían esas camisetas holgadas le causó cierto impacto, de ser tan casual a lucir tan elegante y atractiva hizo que el castaño desviase su mirada a la ventana.

Keiko se dió cuenta que la observaba, pero sus nervios no le permitían voltear a verlo, la mirada de su superior la intimidaba especialmente hoy aunque fuera parte de los planes de usar semejante elección de Hari continuando haciendo milagros realidad, no sólo era lucirlo, era que él la mirara, que pensara que su asistente personal se veía bonita al menos esta noche.

Y aunque fuera parte de sus planes, ella ahora mismo quería correr. Se sentía la presa de aquel hombre, sumisa, callada.

Un par de minutos después, Hari se detuvo frente a las inmensas puertas del hotel. La castaña parpadeó millares de veces en un segundo, Hari mentía, esto no era un simple hotel cinco estrellas. Era un hotel de categoría royal, de los caros y sofisticados que sólo los privilegiados podían entrar.

Jefe y asistente bajaron del auto, Hari por su parte tomó rumbo hacia el estacionamiento subterráneo del hotel, ya se encontrarían los tres después.

—Keiko, mantén compostura, aquí están la mayoría de la gente del bajo mundo y no sólo de Japón. —Habló Chisaki con firmeza, bajando la mirada hacia el rostro sorprendido de su asistente— Mantente siempre a mi lado y de Chronos. Si te distraes, te doy por muerta. —Añadió, acomodando su blanca corbata— Nuestro objetivo es la dueña de esta cadena de hoteles, casinos y líder del cártel más temido de Occidente. Ni yo tengo ni la más mínima idea de cómo llegó tan lejos.

Keiko escuchó cada palabra, con ello se percató que el objetivo era una mujer y eso le sorprendía aún más, pues en todos los papeles que organizaba y entregaba a Chisaki con los contactos y objetivos mayormente eran de hombres, le pareció curioso e interesante que el líder de los Ocho Preceptos de la Muerte se interesara tanto en el poder femenino.

Ambos se adentraron al establecimiento y la castaña no podía evitar observar todo a su alrededor; miró a su jefe y éste mismo le devolvía la mirada achicando un poco sus ojos, estaba burlándose de la castaña y lo ligeramente presionada que ella estaba.

𝗔𝗦𝗜𝗦𝗧𝗘𝗡𝗧𝗘 | 𝐨𝐯𝐞𝐫𝐡𝐚𝐮𝐥 ;; 𝐜𝐡𝐢𝐬𝐚𝐤𝐢 𝐤𝐚𝐢.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora