Advertencia: +18.
Se siente así, como caer lentamente del cielo y ver la vida pasar por los ojos, se siente como la esencia de vainilla que al probarla es amarga, pero por alguna razón se usa constantemente en esos postres que todos aman. Se siente así, caer tan lento sabiendo que puede morir, se siente como si fuera desterrada de la Ciudad de Plata en el Reino de Dios porque decidió caer en los encantos de la perdición del Ángel Caído más hermoso de aquel ser amorfo, omnisciente y omnipresente; realmente se siente así, sacrificar toda la cordura, dignidad, moral, ética y raciocinio.Y es que parecía una sátira barata al Joker con Harley Quinn; la inocente pero de alma corrupta estudiante de Psicología y el psicópata guapo y demente que hace lo que se le da la gana con ella y con todos. Porque ella terminaba perdonando sus pecados como si fuera Dios misma, creyendo que la amaba. Si solo la castaña supiera que el hombre a quien tenía en frente mirándola con obsesión y el pleno deseo de tenerla como suya tenía el poder sobre ella. Porque los hombres como Kai Chisaki además de desterrarte del cielo, traen el cielo consigo, porque los hombres como Kai Chisaki... Mierda, son tan conscientes que tienen el poder sobre los demás, que sonríen con grandeza y arrogancia al ver que vuelven arrastrándose hacia ellos, deseando más de aquel dulce sabor del pecado.
Se ha de suponer que por eso dicen que lo prohibido se desea más, se disfruta más, se fantasea más y nunca hay oportunidad de saciar las malditas ganas.
Tantos pecados que aquel castaño traía en su vacía alma, tanto que él creía que todos estaban enfermos pero tú... Kai, eres el más enfermo de todos aquí y te has atrevido a contagiar a Keiko con tu plaga. Y hablando de aquella mujer de veintiun años, había perdido la capacidad de pensar, perdió la noción del tiempo de saber cuánto lleva observando esos malditos ojos dorados de los que nunca quiere separarse; hipnotizada, agitada, sonrojada, ni siquiera se atrevió a deducir cómo demonios había entrado a su casa si todos los cerrojos estaban más que asegurados. Keiko estaba sumamente hundida en el mar dorado de la perdición pasando saliva ante el temblor de la mano masculina desnuda sin ese pedazo de tela blanca que cubría sus suaves dedos en su mejilla, donde él sentía la suave piel de la muchacha tan diferente a como cuando la tocaba con sus guantes.
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𝗔𝗦𝗜𝗦𝗧𝗘𝗡𝗧𝗘 | 𝐨𝐯𝐞𝐫𝐡𝐚𝐮𝐥 ;; 𝐜𝐡𝐢𝐬𝐚𝐤𝐢 𝐤𝐚𝐢.
FanfictionEn una parte del mundo, donde muchos son bendecidos por particularidades, don, quizás un milagro, donde muchos quieren ser héroes pero, ¿Qué pasa cuando no eres bendecido por un don? ¿Estás enfermo? ¿Te excluyen? ¿Tampoco puedes ser un héroe? Ser po...