Antes de empezar, éste capítulo girará entorno a Keiko-chan, puede ser sensible para algunos, consideren discreción.
Arima Kuroha, de veintiséis años de edad era todo lo contrario a su hermana menor; viviendo en un país extranjero en los confines del occidente de Europa hacían que ella prefiriera no venir a visitar a su familia. Una mujer unos cuantos centímetros más alta que su hermana, quien derramó lágrimas en un llanto exagerado al enterarse que su madre había fallecido desde la boca de su hermana menor, creyó que dependería de ella.
Qué equivocada estuvo.
Arima Meriena, una mujer de 50 años, falleció mientras dormía de un infarto fulminante, no hubo ningún tipo de oportunidad de salvarla, Arima Keiko, quien en ese entonces cumplió dieciocho años, encontró el cadáver de su madre como si aún durmiera, descansando de las obligaciones del trabajo. Kuroha de cabello lacio, demasiado apegada al autocuidado y al materialismo; Keiko de cabellos rizados, tan simple y callada, dos personalidades tan distintas que se preguntaban si realmente habían nacido del mismo vientre. La menor de la familia Arima a diferencia de su hermana no lloró, guardó tanto silencio que el único ruido era el de su hermana corriendo y pataleando por cada rincón de la casa, mientras que Keiko estaba en la funeraria, sola, eligiendo el cofre de madera donde su madre continuaría en su descanso eterno.
Su sepelio fue en silencio, el pulso tembloroso de la castaña marcaba con un palito de madera que encontró en el suelo el nombre de su madre despacio letra por letra, quedándose quieta, estática, procesando lo que estaba ocurriendo: Ella, una joven de dieciocho años, estaba enterrando a su madre, sola, mientras que el resto de la familia se arrullaba en los escandalosos espectáculos de su hermana mayor.
"—Tú dejaste que mamá muriera, es tu culpa, Keiko."
Hace dos años, durante los primeros seis meses de su partida, Keiko escuchó una y otra vez las palabras de su hermana. Ella, ¿Culpable? Llegó a creerlo, ella había permitido que su madre muriera sola en una habitación. Las noches en la residencia Arima eran una tortura, la áspera y chillosa voz de la mayor de las hermanas era constante y todas las acusaciones apuntaban a Keiko.
"—Nunca haces algo bien, nunca valoraste a mamá, nunca la hiciste sentir orgullosa. Ojalá te hubiese abortado o te hubiese tirado en un basurero de algún orfanato, casi la matas al nacer, ¿Por qué no me impresiona que la hayas dejado morir?"
Arima Keiko, cumplió diecinueve años en silencio, su regalo fue el reprimirse comer las comidas exageradas que preparaba su hermana, que ni siquiera eran para ella. Empezó a encerrarse en su habitación, sólo para salir a la universidad y volver pero ¿Por qué dos hermanas en vez de apoyarse, una maltrataba psicológicamente a la otra? Familia disfuncional se puede suponer, pero Keiko siempre tuvo el mal presentimiento: Su hermana en realidad no se sentía mal por la muerte de su madre.
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𝗔𝗦𝗜𝗦𝗧𝗘𝗡𝗧𝗘 | 𝐨𝐯𝐞𝐫𝐡𝐚𝐮𝐥 ;; 𝐜𝐡𝐢𝐬𝐚𝐤𝐢 𝐤𝐚𝐢.
FanfictionEn una parte del mundo, donde muchos son bendecidos por particularidades, don, quizás un milagro, donde muchos quieren ser héroes pero, ¿Qué pasa cuando no eres bendecido por un don? ¿Estás enfermo? ¿Te excluyen? ¿Tampoco puedes ser un héroe? Ser po...