34- Lo que inicia bien termina muy bien

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16 de julio de 1997, Isla Prima, Mar de la Región de Kanto, Japón, 10:37 A.M.

Regresamos un día después al laboratorio de la Profesora Ivy, encontrándola leyendo un libro en la playa, vestida en su sensual traje de baño. Fue todo un placer y gusto volver a verla.

-¡Manuela, Mew! ¿Por qué no está Aurea con ustedes?- dijo la Profesora Ivy levantándose.

-Pues...es una larga historia... por cierto, ¡descubrimos el misterio de la Pokébola GS!- dije.

-¿¡En serio!?- dijeron las trillizas sorprendidas.

-¡Bien hecho Manuela!- dijo la Profesora Ivy abrazándome, poniendo mi cabeza entre sus pechos, lo que me puso súper cachonda –sabía que podría confiar en ti y en Mew-

-G-gracias por confiar en mí...- dije muy caliente sintiendo los pechos de la Profesora Ivy.

-Bueno- dijo la Profesora Ivy dejándome de abrazar y mirándome directo a los ojos –cuéntenmelo todo, con todo lujo de detalles-

-M-muy bien...- dije excitada.

Mew y yo le contamos a la Profesora Ivy todo nuestro viaje, desde Kanto a Johto y de Johto a Sinnoh, como conocimos a Zorua, nuestros encuentros con algunas líderes de Gimnasio, nuestro encuentro con los jóvenes Samuel Oak y Agatha con un Celebi del futuro y una Rosa Cuarzo del pasado, nuestra pelea con los Illuminati, de cómo Celebi nos dio la pista de Ciudad Corona y como derrotamos a Kodai y logramos reunir a Zorua con su madre así como el cómo desvelé el misterio de la Pokébola GS. La Profesora Ivy escucho todo atentamente, moviéndose de vez en cuando el traje de baño, lo que me distraía un poco.

Días después regresó Aurea con Minccino y la Profesora Ivy nos empezó a dar los cursos de verano sobre Pokémon. Lo pasamos muy bien.

El misterio de la Pokébola GSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora