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Dos semanas después

— Me aceptaron rapidísimo -exclama Maia felíz- Creí que Bailey me pondría en período de prueba o algo así, pero no,  simplemente me abrazo y me dijo "estúpida, no debías irte" y me aceptó nuevamente -comenta entre confundida y alegré-

— No te alegres mucho, tienes varias cirugías hoy -se escucha la voz de Bailey- toma esto es tuyo -dice entregándole a Maia unos informes-

— ¿Quien es mi interno? -pregunta recibiendo los informes-

— Schmitt -responde Bailey-

— Bailey -llama Maia leyendo el informe- aquí no pone nombre, ni tipo de sangré -dice señalando el informe-

— Entonces pídele a tu interno que lo averigüe -responde Bailey alejándose-

— Iré a averiguarlo yo -susurra Maia confundida por la falta de información- nos vemos luego -se despide de Amelia- Schmitt, al fin llegas -exclama cuando lo ve correr hacia ella-

— Tiene 13 años, tiene medio hígado muerto y su sangre es AB- estaba buscando y no encontré sangre para el -dice Schmitt comenzando a caminar junto a su títular- el cáncer ha comido medio hígado -informa-

— ¿El nombre del paciente? -pregunta Maia abriendo la puerta para entrar a la habitación-

— Oliver Washington -dicen Maia y Levi al mismo tiempo-

— ¿Azul Campbell? -preguntan los padres extrañados-

— Az, tanto tiempo sin vernos -dice Karen, la madre adoptiva de Ollie-

— Maia, mi nombre es Maia -corrige Maia con una sonrisa incómoda- campeón,veamos que ocurre -dice acercandose a Oliver-

— ¿Tu eres Azul Campbell? -pregunta Oliver mientras Maia palpaba su estómago-

— Algo así -responde Maia no muy segura-

— Te he buscado toda mi vida -confiesa mirándola a los ojos- Ted tiene razón,somos muy parecidos -comenta con una sonrisa-

— ¿Sabes quién soy? -inquirio confundida-

— Eres Azul, mi madre -responde seguro-

— Schmit, ve a revisar nuevamente si consigues sangre para el y hazme el favor de llamar al centro de transplantes -pide Maia sin sacar la mirada de Oliver-

Estaba tan distinto, era grande, ya no era ese pequeño bebé que tenía entre sus brazos, tenía ojos oscuros al igual que ella, era muy parecido a ella, todo lo contrario a Brittney quien era la viva imagen de su padre.

— Tiene tu tipo de sangre, no encontramos donantes -comenta Ted triste- hemos venido de Canadá porqué ahí ya no encontramos nada, este es el 4 hospital por el que pasamos en el último mes.

— ¿Podemos hablar fuera un momentito? -pide Maia, Ted y Karen asienten- ¿Ustedes están insinuando lo que creo? -pregunta confundida-

— ¿Puedes donarle sangre? -pide Karen notoriamente cansada de ver a su hijo en una cama de hospital y que nadie los ayude-

— Iré a hablar con mi jefa y veré qué puedo hacer -responde Maia-

¿Debía donarle sangre a su hijo del cual ignoro completamente su existencia, debía donarle parte de su hígado para que así pueda vivir, o debía tratarlo como a cualquier otro paciente y esperar que el centro de transplantes haga lo suyo? necesitaba hablarlo con alguien.

[...]

— Hey, hola -saluda a los chicos cuando los encuentra en la cafetería- necesito hablar con ustedes -dice sentandose frente a ellos-

𝐄𝐥 𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐚𝐦𝐚𝐫(𝐭𝐞)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora