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Por ahí lo llaman amor,yo le hubiera puesto otro nombre,el tuyo por ejemplo.

Algunos meses después:

— ¿Que tal está Catherine? -pregunta Maia sentandose en el sofá de la sala de titulares al lado de Amelia-

— Se está recuperando a la perfección, así que hoy es la fiesta -responde Amelia apoyando su cabeza sobre el hombro de Maia- ¿Irás, cierto? -pregunta-

— No -niega Maia- tengo ganas de estar en mi casa, leer un libro bebiendo un buen vino cosecha del 53 -responde con una sonrisa-

— Parece un buen plan -comenta Amelia- ¿No te gustan las fiestas? -pregunta alzando la cabeza para verla mejor-

— Si me gustan, pero me gusta mucho más la tranquilidad de mi casa -responde con una sonrisa-

— Bueno, en ese caso nos vemos luego -dice Amelia levantándose-

— Amelia -la llama Carina- ¿Haz visto a Maia? -pregunta-

— Está justo ahí -responde señalando la sala de titulares-

— Gracias -agradece Carina- ¿Que pasa? -pregunta al ver a su amiga sentada con la mirada pérdida-

_ Me gusta -confiesa Maia- me asusta y a la vez quiero que pase, supongo que eso es enamorarse -dice Maia negando con la cabeza-

— ¿Que tiene de malo? -pregunta Carina sin entender-

— Fue la madre sustituta de mi hija y mi nieto, es extraño, no puedo estar con ella pero a la vez no puedo imaginar no hacerlo -responde Maia con lágrimas en los ojos- me da miedo.

— Estarás bien, solo debes decirle lo que sientes -responde Carina aferrando el pequeño cuerpo de su amiga al suyo-

— Me da miedo que me conozca y me odie, ya no soy quien era años atrás pero de igual manera el pasado siempre te persigue -solloza Maia con la voz ahogada de llorar- ella es tan ella... me da miedo, tranquilamente podría estar con cualquier persona que se le cruce porqué es ella y yo no soy alguien con quién ella querría estar.

— Cariño mio ¿Quien te hizo tanto daño? -pregunta Carina dejando a su amiga llorar sobre su pecho como si de una niña pequeña se tratase-

La habían lastimado mucho y nunca nadie se tomó el trabajo de ayudarla a recuperarse; enamorarse de ella, era enamorarse de muchas partes pequeñas de su personalidad porqué está rota en mil pedazos.

Maia siempre creyó que en esta vida solo te tienes a tí, nadie es imprescindible. Pero siempre se siente bonito saber que no estás solo y hay alguien dispuesto a ayudarte cuando más lo necesites; si bien ella no estaba acostumbrada a recibir ayuda porqué siempre sobrevivió sola como pudo, en algunos momentos le hubiera gustado tener un amigo que la ayude.

— La vida misma -respondio Maia con un tono triste-

Estuvieron abrazadas un rato más hasta que ambas se separaron, Carina miro a Maia con una mirada triste.

— Todo en la vida cambia,cariño -dice Carina limpiando las lágrimas de Maia quien sonríe enternecida por el gesto-

— Soy experta en los cambios -comenta Maia con gracia- debo irme -dice levantandose de al lado de Carina-

— Yo también -responde Carina-

Carina era sin duda la mejor amiga que podía encontrar, Jo, Meredith, Maggie y Amelia eran buenas amigas, pero Carina era su mejor amiga,"su persona" según Meredith.

Andrew también era el mejor amigo del mundo, Levi, Nico y Owen eran buenos amigos, Pero Andrew era su mejor amigo, su persona.

Maia llegó a su casa agotada, física y mentalmente, así que simplemente sirvió una copa de vino, busco su libro favorito entre todos los estantes de libros, encendió la música y se sentó a relajarse; perdió la noción del tiempo, pero era cercano a la medianoche cuando llamaron a su puerta.

— ¿Que haces aquí a esta hora? -pregunta al ver a Amelia del otro lado con rastros de haber llorado-

Ya se le estaba haciendo costumbre que Amelia llame a su puerta a medianoche.

— Owen y yo terminamos -responde con la voz ahogada por el llanto- el ama a Teddy y yo no sé que quiero.

— Pasa -susurra alejándose de la entrada para dejar entrar a Amelia- ¿Vino o tequila? -pregunta abriendo la heladera-

— Vino -responde Amelia sentada en el sofá-

— ¿Haz cenado? -pregunta mientras sirve vino-

— Lo que había en la fiesta -responde tímida-

— ¿Lasagna? -ofrece señalando el horno, Amelia asiente- toma -dice dándole el plato de comida- ¿Quieres contarme que ocurrió? -pregunta sentandose a su lado, Amelia asiente-

— Owen dijo que soy una insegura, porqué siento que está enamorado de Teddy -responde Amelia con la vista fija en su plato- el está enamorado de ella, van a tener un bebé, el odia que Teddy esté con Koracick, Owen no paro de mirar a Teddy en toda la noche e incluso se agarraron a golpes porque Owen no quiere que ellos dos enten juntos ¿Crees que soy insegura? -pregunta con un tono triste-

— No -niega segura de su respuesta- creo que estás viendo lo evidente y eso te hace sentir mal, está bien que no te sientas cómoda con que la persona que amas esté mintiendote en la cara -responde Maia-

— ¿Alguna vez te paso algo similar? -pregunta Amelia analizando a Maia con la mirada-

— Podría decirse que si.. me han mentido y utilizado tantas veces que no existen números para contarlas -responde Maia con un poco de gracia, luego se arrepiente- no es gracioso que me ría de eso, lo siento -se disculpa-

— Yo suelo reírme de mis desgracias -responde Amelia con una sonrisa-

— Yo también, pero hay personas que no les gusta por eso tengo cuidado con lo que digo -responde Maia divertida-

— Tenemos mucho en común -dice Amelia con una sonrisa-

— Podría decirse que sí -admite Maia-

Tenían algunas cosas en común, mejor dicho toda su vida iba tomada de la mano,pero aún era muy pronto para darse cuenta.....

𝐄𝐥 𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞 𝐚𝐦𝐚𝐫(𝐭𝐞)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora