Somos una casualidad,llena de intención.
Al día siguiente en la noche
— Hola -saluda Meredith abriendo la puerta de su casa- pasa a la cocina -le indica-
Nada más entrar a la cocina fue atacada por una avalancha de brazitos que se abrazan a sus piernas y cintura bajo el grito de "Tía Maia".
— Hola pequeños -saluda con un beso en la cabeza a cada uno-
— Hoy te ves como una princesa -halaga Ellis con su inocencia de niña-
— Tu también te ves como una princesa -le responde dándole un golpecito en la punta de la nariz con el dedo índice- Hola -saluda Maia a Maggie- Deluca... -saluda a su mejor amigo- Amelia -la saluda con su mejor sonrisa- bebé Shepherd -saluda al estómago de Amelia dejando una caricia en el-
— ¿Que haz hecho hoy? -pregunta Amelia, Maia la mira confundida- llegaste tarde al hospital -le explica, Deluca mira a Maia reteniendo una carcajada por los repentinos celos de Amelia-
— Fui a ver a mi psicóloga -responde Maia sin problema prestandole atención al libro que Zola le estaba mostrando-
Flashback
— ¿Te gusta el desorden? me refiero al físico o emocional -pregunta la Dra Winston-— Por ejemplo me gusta un poco el desorden y el caos; la cama ligeramente desordenada. El cabello revuelto por el viento. Las carcajadas disonantes que rompen el silencio, el sonido de las gotas incesantes que golpean mis ventanas,la música que se dispara y hace que mis pies se muevan sin parar, el vaivén de las olas, el llanto de alegría, pero aunque me cueste aceptarlo el caos que más me gusta es el que genera en mi pecho cuando ella está cerca. -confiesa Maia-
— ¿Cómo demuestras tu amor? -pregunta anotando en su libreta-
— Soy una mala versión del amor actual, así que prefiero quedarme con la versión antigua; No es la más valorada, pero si la más sincera -responde Maia, La doctora le hace una seña para que siga- me desnudé delante de ella, le mostré mis imperfecciones, mis cicatrices, algunas del ayer y otras del hoy, y ella... aún así me amó. Aprendí a amar más allá de la piel, ella tomo mi alma antes que mi cintura o mis caderas, me beso el alma antes que los labios y eso me hizo saber que de una manera u otra, es la correcta -le explica con una sonrisa pero con los ojos llorosos- pero aún dudo si realmente mi corazón le pertenece...
— Todo se reduce a la última persona en la que piensas en la noche... ahí es donde está tu corazón -responde la doctora-
Fin del flashback
— En el hospital hay una psicóloga -le informa Amelia con cara de pocos amigos-
— Ajá -responde Maia- lo sé, pero confio más en la mía -responde con una sonrisa-
— ¿Tía, iremos a tu casa hoy?-le pregunta Bailey-
— Haremos una pijamada, tengo dulces y películas -le responde Maia emocionada como una niña pequeña, los tres gritan de emoción-
— Sobre eso -dice Maggie tímida- ¿Crees que podríamos acompañarte? -pregunta con una sonrisa tímida, señalandose a si misma y a Amelia-
— ¿Quieren que las tías nos acompañen? -cuestiona Maia en dirección a los niños y los tres asienten- entonces sí -responde alzando los hombros, Deluca le guiña un ojo y Maia sonríe entendiendo-
Flashback
— ¿Que crees sobre eso que me dijiste de que Amelia está loca? -pregunta la doctora mientras Maia camina por toda la sala apretando una stress ball-
— Que sí -responde segura- puede que esté loca, tiene más manías de las que puedo contar con una mano; Sin embargo, hay algo en ella y en su manera de abrazar su locura junto con la mía que se asemeja al cielo trayendo paz al infierno -le explica-
Fin del flashback
— Tia Maia -llama Zola sacándola de sus pensamientos- ¿Que película veremos está noche? -pregunta con una sonrisa-
— Coco -responde Maia sin dudarlo-
— No la he visto -comenta Bailey haciendo recuerdo de si la vio o no- no, no la he visto -asegura luego de unos segundos-
— Pues, eso cambiará está noche -responde Maia haciendole cosquillas-
Maia y los niños estuvieron jugando hasta que estuvo la cena, cenaron tranquilos, nadie discutió con nadie, todo estaba bien.
— Adiós mami -se despiden los niños de Meredith-
— Adiós pequeños -se despide Meredith-
Los niños, Amelia, Maggie y Maia emprendieron el camino hacia la casa de Maia, la cual si estaba preparada para un huracán de niños, realmente tenía muchos dulces, cosas saladas por si alguien quería, colchones en el suelo para desvelarse viendo películas. Los niños nada más llegar empezaron a dejar la casa patas para arriba, pero Maia agradeció haber escondido todo lo que pudiera lastimarlos y haber comprado puntas de espuma para las esquinas de las mesas, para que los niños no se golpearan.
Todos estaban acomodados en los colchones y sofás, viendo la película concentrados pero al parecer quien más la disfrutaba eran Maia y Zola.
— Señoras y señores
Buenas tardes, buenas noches
Buenas tardes, buenas noches
Señoritas y señores -comenzo a cantar Maia con todo el sentimiento-Se levantó casi corriendo a buscar su guitarra para comenzar a tocar mientras cantaba como su fuera un show mundial.
Esta noche estar aquí
Es mi pasión qué alegría
Pues la música es mi lengua
Y el mundo mi familia -siguio cantando-Los niños la miraban entretenidos,con una sonrisa mientras coreaban "la tía Maia es la mejor" al ver las payasadas que hacía por entretenerlos.
Pues la música es mi lengua
Y el mundo mi familia
Pues la música es mi lengua
Y el mundo mi familia -comenzaron a cantar los niños también-Pues la música es mi lengua, ¡ah! -termino de cantar fingiendo caerse al terminar tal como lo hacía en la película-
— Tia, eso es injusto -comenta Zola- ya la haz visto -le recrimina, Maia sonrie inocente-
Así pasaron la noche, riendo, vieron otras películas Disney, los clásicos y luego para complacer a Bailey vieron una de Marvel. Los niños aseguraron y juraron fielmente, que la tía Maia es la mejor y que sus pijamadas no se comparan a ninguna otra.
Amelia sintió un calor en el pecho al ver a Maia tan familiarizada con los niños, al ver cómo les dedicaba tiempo y cariño,supo que si aceptará formar parte de la vida de su hijo, sería una buena mamá.
Acá les dejo la pijamada con la Tía Maia, en fin la tía Maia My religión 🛐