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Nadie había visto venir que la dulce y agradable Chelsea estaba saliendo con Reggie Mantle, el atleta y jugador del equipo de fútbol.
Pero lo suficientemente extraño era que, nosotros dos eramos la pareja perfecta. Me obligó a hacer cosas que nunca haría, y él me hizo aprender sobre cómo defenderme más y ayudarlo a ser más amable y útil. Todo el mundo podía ver cuánto había cambiado Reggie desde que nosotros dos estábamos saliendo y todo el mundo estaba sorprendido al respecto, no creían que nadie pudiera cambiar a Reggie.
— En serio, ¿cómo lo hiciste?— Ronnie me pidió, mostrándome una mirada desesperada.
— ¿Cómo hice qué?— Pregunté confundida mientras me inclinaba hacia Reggie, que estaba sentado a mi lado en el sofá del salón de estudiantes.
— ¿Cómo hiciste que Reggie fuera tan amable?- Sin ofender.— Dijo mirando a Reggie.
— No me ofende.— Dijo Reggie riendo.
— No hice nada. Siempre ha sido amable, pero gracias a mí no tiene tanto miedo de mostrarlo.— Dije sonriéndole.
— Sí, al igual que mi chica siempre tuvo su fiereza en ella, simplemente lo saqué.— Dijo mientras besaba la parte superior de mi cabeza.
— Sigue siendo tan raro verte así.— Dijo Betty mirando a Reggie muy confundida.
— Sí, es como si estuviéramos en un universo alternativo o algo así.— Dijo Ronnie.
— Vamos, no soy tan diferente.— Reggie dijo cruzándose de brazos.
— Sí, lo eres. Eres amable con Jughead, ayudas a las personas con la tarea aunque no tienes idea de qué se trata. Ayer incluso te vi discutiendo con Chuck porque metió a un niño en los botes de basura.— Dijo Betty sonriendo alegremente.
— ¿Te enfrentaste a Chuck?.— Le pregunté sorprendida.
— Si, lo hice.— Dijo el sonriendo.
— Sí, estoy tan orgullosa de ti.— Dije sonriéndole y besándolo en la mejilla.
— Realmente me enfrenté a Chuck y ¿esto es todo lo que recibo?— Dijo haciendo desaparecer su sonrisa.
Puse los ojos en blanco y lo bese en los labios durante unos segundos sin querer empezar a besarnos delante de todos.
— Está bien, esto se está poniendo extraño.— Dijo Verónica mientras se levantaba y se alejaba.
Acabé de rodar los ojos mientras observaba a Betty caminar detrás de ella. Estaba feliz de que pudiera liberar su lado suave del mundo.
