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Cuando abrí los ojos, me sorprendi un poco al encontrarme en una habitación de hospital. Intenté sentarme sentarme la cama, girando mi cabeza en busca de una cara familiar. La puerta se abrió y una enfermera entró, sonriendo al verme despierta.
— ¡Estás despierta! Seguro que te estás preguntando qué está pasando.— Dijo la enfermera, ganándose un asentimiento de mi parte.
Era cierto, mi memoria estaba un poco borrosa. Con eso procedí a escuchar la historia mientras la enfermera me ponía al corriente. Al parecer un auto me había derribado y como siempre, mi héroe, el propio Archie Andrews me llevó al hospital para que me ayudaran.
Escuchar que Archie hizo tal cosa por mi me llenó de una fuerte calidez.
— Oh wow.— Dije una vez que la historia había concluido.— ¿Aún está Archie aquí?
En respuesta, la enfermera sonrió dulcemente.
— ¿El simpático joven que la trajo aquí? Por supuesto que está fuera, en la sala de espera. Insistió en quedarse aquí hasta que te despertaras para asegurarse de que estabas bien. ¿Quiere que le haga pasar?— La enfermera se ofreció. Sin dudarlo ni un instante, asentí.
