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Verónica me miró y acarició mi cabello mientras esperábamos pacientes por la respuesta de la prueba de embarazo que me había comprado ella misma. Tomé la prueba con las manos temblorosas y dejé caer las lágrimas cuando la prueba anunciaba positivo. Mierda.
— Maldición.— Susurré y Verónica tomó entre sus manos la prueba color rosa.
— Maldición.— Repitió V y se sentó junto a mi cuando me vio llorar.— Alessa. Todo va a estar bien. Jughead va a ponerse feliz.
— ¿Cómo sabes eso? ¿Y si me deja? — Murmuré y limpie las lágrimas con el dorso de mi mano. Las inseguridades se habían apoderado de mi. Jughead y yo llevábamos siendo novios desde hace un año y dos meses. Nos amabamos y todos se habían dado cuenta de eso. Pero tener un hijo era una responsabilidad enorme. No estaba preparada para esto y Jughead menos. Solo esperaba lo peor.
— Entonces quiere decir que Jughead es un idiota y no vale la pena.— Dijo V mientras acariciaba mi cabello. — Realmente creo que Jughead va a estar feliz. Te ama.
— Tener un hijo es otra cosa. No estamos preparados.— Exclamé mirando la silueta de mi mejor amiga junto a mi.
— Nadie se prepara para eso, linda.— Ronnie estiró sus brazos y me rodeo con ellos en un caluroso abrazo que necesitaba realmente.
— Se lo diré.— Susurré insegura y Ronnie asintió mirándome a los ojos.— Ahora.
— Estoy de acuerdo con eso. — Sonrió de lado y se levantó de la cómoda cama y se acomodo y tomó su bolso negro. – Le llamaré.— Dicho esto se dió la vuelta y salió de la habitación, no sin antes mencionar.— Todo estará bien, ya verás.
A pesar de sus palabras mi cuerpo temblaba de nervios y ansiedad. No sabía cómo podía reaccionar mi novio. La simple idea de que no quisiera hacer esto conmigo me aterraba. La puerta de la habitación se abrió de golpe mientras Jughead entraba con una expresión preocupada recorriendo la habitación.
— ¡Ahí estás! — Camino hacia mi con una linda sonrisa formándose en su rostro.— ¿Qué tienes ahí? — Señaló el objeto rosa en mi mano.
Suspiré pesadamente y me levanté de la cama, acomodé mi vestido negro y di un paso quedando frente a frente con Jughead. Le entregué la prueba y dije:— Estoy embarazada.
La expresión de Jughead fue épica y de no haber estado en esta situación, sin duda me hubiese reido. Sus ojos se abrieron demasiado y escaneó la prueba hasta que sus ojos se posaron en mi.
— Debe ser una maldita broma...— Susurró y sus ojos se llenaron de lágrimas casi al mismo tiempo que los míos y al ver que negaba tapo su rostro con ambas manos.— Oh por dios, oh por dios.— Dijo y se acercó a mí. Sus delgados brazos me jalaron hacia él y rodeo mis hombros con estos. Mis brazos rodearon su cintura algo insegura mientras escuchaba como Jughead reía.
Estuvimos abrazados por un tiempo y luego me alejo de su cuerpo mirándome a los ojos.
— Soy tan afortunado.— Dijo mientras sonreía. — ¡Vamos a tener una familia! — Acarició mi mejilla y yo tomé su mano entrelazando nuestros dedos.
— ¿Estas bien con esto? — Le pregunté y el asintió.
— ¿Bien? ¡Es increíble! ¡La mejor noticia de la vida! — Sus palabras me hicieron reír y abrazarlo nuevamente.
Abrí mi boca sorprendida y retrocedí unos pasos. ¿Qué? ¿Casarnos?
— Por supuesto que sí, Juggie.— Tire de él y me encontré con sus dulces labios. Sonreí antes de besarlo. La familia que siempre soñé. — Un paso a la vez, cielo.
