El Reto De Amarte • Caché [Terminada]

40. Fuera de Control

POV. Calle

Hoy era Navidad, y aunque anteriormente tenía planeado ir a casa de mi madre, decidí que quería quedarme con Poché, quien después de mucho insistir, por parte de su tía, aceptó ir a la casa de Juan Carlos que se encontraba aquí en Miami.

- Poché, se muy bien que esto no es fácil para ti, pero por favor, no hagas algo de lo que te puedas arrepentir - decía su tía intentado sonar tranquila - El es tu padre.

- Un padre a quien no le importaba ni su esposa ni su hija - dijo con rencor - ¿¡O es que acaso ya se te olvidó!?

- No Poché, eso es algo nunca olvidaré, pero no quiero vivir con rencor. Por eso acepté ir.

- Poché, vamos, hazlo por mi, por nosotras - dije entrelazando nuestras manos - olvídate de aquellos problemas solo por hoy, ¿Si?

- Odio que tengas tanto poder en mí - besó mis labios - vamos o se nos hará tarde.

Después de algunas horas manejando, por fin llegamos a la residencia de los Garzón, no era tan grande como su casa en Nueva York pero era algo similar. Su tía se adelantó y yo tomé de la mano a Poché para así seguirle el paso a su tía.

Al entrar, nos encontramos  con una multitud de gente, algunos tenían copas en su manos, otros charlaban animadamente. Poché bufó y susurró algo como "apuesto a que ni a la mitad conoce". Incrementé la fuerza en mi agarre y seguimos caminado hasta llegar a dónde se encontraba Juan Carlos, su esposa y Vale junto a Ramón.

- Poché, Calle, hijas, que alegría volver a verlas y juntas - me saludó con un cálido abrazo mientras que Poché solo se limito a tenderle su mano. Después se dirigió a la tía de Poché - Pasen, en un momento serviremos la cena.

- Calle, Poché, señora, que gusto volver a verlas - saludó Vale acercándose a Ramón.

Saludamos a Vale y luego de un rato hablando, tomé a Ramón en mi brazos  comenzando a mimarlo.

- Ya vengo, iré al baño - aviso Poché besando mi mejilla.

POV Poché.

Dejé a Calle jugando con Ramón en sus brazos y caminé hacia el baño. Al salir, cruce por dónde antes era mi habitación y después de dudar por algunos momentos entré, teniendo la esperanza de que todo estuviera intacto, sin embargo esa esperanza se esfumó al momento de ver todas mis cosas en cajas y no donde solían estar hace algún tiempo, en su lugar estaban algunas fotografías de Juan Carlos y su esposa, él y Vale y por otro lado estaba lo que parecía ser un ultrasonido.

Con curiosidad y enfado, observé a detalle cada cosa que había en esa habitación y confirmé que lo que pensaba era más que claro: estaban esperando un bebé.

Un nudo en mi garganta comenzó a formarse al ver todo el empeño que había en la habitación que antes era mía, pero que ahora pasaría a ser la del bebé. Frustrada caminé hacia la salida pero una pequeña fotografía que estaba sobre una de las cajas llamo mi atención. En ella estaba yo junto a mamá, ella me sostenía entre sus brazos mientras dejaba un beso en mi mejilla; mi rostro expresaba felicidad y alegría, las cejitas tan singulares de mamá, sus facciones y su sonrisa en medio del beso expresaban un amor inmenso y una felicidad capaz de contagiar a cualquiera.

Limpié las pocas lágrimas que caían por mi rostro, guardé aquella fotografía y salí de la habitación. Al ir hacia donde estaba Calle y Ramón, escuché como Juan Carlos hablaba con una gran sonrisa con otros hombres.

- Mi familia estará completa, todo lo que algún día soñé se volverá realidad,tendré a un hermoso bebé, el doctor ya lo confirmó.

No pude evitar reír con amargura ante sus palabras, cada palabra dolía más que la anterior. Giré hacia la izquierda y pude encontrar una botella de whisky y unas cuantas copas, volví a ver a Juan Carlos hablar feliz del bebé e irritada tomé la botella y salí al patio trasero de la casa.

Destapé la botella con agilidad y comencé a beber perdiéndome en mis pensamientos y repasando cada palabra que había salido de la boca de Juan Carlos. Mientras más las repetía, más dolor y amargura causaban.

Al terminar de beber por completo aquella botella de whisky, la tiré por algún lugar del patio y regresé a dónde estaban todos, rogando internamente no escuchar a Juan Carlos, pero mis ruegos no fueron escuchados ya que en cuanto entré, estaba de la mano de su esposa hablando de los planes que tenían junto a Vale y al bebé.

Sin soportar más aquellos comentarios, me abrí paso ente las personas y me posicioné frente a él.

- ¡Pero claro! Ha hablado el padre ejemplar, el padre de familia perfecto - decía arrastrando las palabras con ironía, llamando la atención de todos en la sala y especialmente la atención de Calle, Vale y mi tía.

- Poché has bebido...

- ¿Acaso eso te importa? ¡No! A ti nunca te he importado, ni yo ni mi mamá, solo importaba tu trabajo y tu trago.

- Poché contrólate - decía mi tía sujetando mi brazo.

- Que me controle dice - reí con una amargura impresionante - Eres un asco de padre, tu arruinaste todo, arruinaste la vida de mamá, arruinaste mi vida, ¡todo!

- ¡María José, ya basta! No permitiré que hables así de mí

- ¡Eres un maldito hijo de puta! - dije y por instinto llevé mi puño hacia su cara. De inmediato sentí como mi tía me soltaba para dirigirse a la salida y en cambio los brazos de Calle me rodeaban llevándome con ella hacia la salida.

- Solo espero que a tu nueva familia si le des el amor, la importancia y el apoyo que necesitan, espero que no los abandones como a mi - dije con la voz quebrada antes de salir por completo de su casa.

Al salir de la casa, vi como mi tía sacaba su equipaje de mi auto, pues tenía que irse a México hoy a la noche.

- No, déjalas ahí, yo te llevaré al aeropuerto - dije acercándome a ella.

- No - dijo seria - ¿Crees que todo lo que hiciste fue lo correcto? ¿Crees que crear todo ese escándalo iba a ayudar en algo? Estuviste totalmente fuera de control María José.

- No pude soportar escuchar todo lo que decía ser, cuando es más que claro que no lo es - decía con rencor.

- ¿Crees que para mí era lindo escuchar todo eso, después de todo lo que hizo y de lo que sufrió tu madre? - decía con dificultad - Yo quiero vivir sin rencor, pero eso no significa que olvidaré todo lo que ha pasado. Deberías hacer lo mismo, porque si sigues así, tan impulsiva, tan fuera de control, arrastrarás a Calle a todo tu dolor. Llegó mi taxi, me voy.

Frustrada recargue mi cuerpo en mi auto ahogando algunos sollozos, sentí como Calle pasaba sus manos por el bolsillo de mi pantalón y saco las llaves del auto.

- Tu no vas a manejar en ese estado, sube del otro lado - dijo cortante mirando a mis ojos. Sin protestar caminé al puesto del copiloto y subí.

El viaje se basó en un silencio donde se podía escuchar la respiración anormal de Calle y algunos de mis sollozos. Al llegar al departamento esperé a que Calle entrara para cerrar la puerta, sin embargo no lo hizo y solo me examinó con la mirada.

- Iré a dar una vuelta, necesito despejarme.

Sin darme la oportunidad de decir algo más, se alejó dejándome sola. Frustrada por mi comportamiento, tomé lo que estaba a mi alcance y lo lancé contra la pared, al escuchar videos caer, me di cuenta que había lanzado una lámpara que estaba en una de las mesitas cerca del sofá. Pasé las manos por mi cabeza con frustración y fui hacia la cocina en busca de una de las botellas de tequila que tenía en la alacena. Con rapidez logré abrirla y comencé a tomar.

Sin saber en qué momento, me encontraba sentada en uno de los sillones individuales de la sala con los audífonos colocadas y la botella a un poco menos de la mitad. Sin ser consciente de la hora, tomé un último trago de la botella y poco a poco fui cerrando mis ojos, cayendo así en un sueño profundo.

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Maratón porque lo han pedido y porque ya falta muy poco para que la historia termine.
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