Capitulo 8

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

¿Ahora que sucede madre?—preguntó Sasuke, cuando llegó a su casa y Mikoto hacía apuntes. La dama parecía distraída y también preocupada.

—Estoy planeando la fiesta de cumpleaños de tu padre—le regaló un besó en la mejilla a su hijo menor.

—Lo se, pero no creo que sea lo único que te esta molestando—aseguro el azabache.

—Es tu hermano... él quedó de cenar conmigo y mira la hora que es y no ha llegado... Itachi , siempre es puntual, incluso me temo que le haya pasado algo. Nunca me había dejado plantada, no a mi—repuso con más aflicción y el joven puso los ojos en blanco.

—Ya veo, pero te aseguro que no tienes nada de que preocuparte. Mi hermano esta un poco "distraído"estos últimos días—trató de tranquilizar a la fémina.

—¿No me digas que?—Mikoto sonrió y se tapó la boca para no gritar—¿La conocemos?—la madre se sintió de nuevo con esperanzas. Lo último que supo, fue que su muchacho, salía con Izumi, la cual nunca acabó de gustarle, aunque en ninguna ocasión, la presentó como novia. Desde que su hijo terminó con Yugao, no volvió a mostrar interés en ninguna chica y ella se entristeció cuando, sólo lo veía pasar de mujer en mujer, quedándose mas tiempo con la última, que fue Izumi.

—Ella no es de aquí, solo vino de vacaciones—respondió el joven.

Mikoto se entristeció de nuevo, pensando que la chica, no se quedaría en Konoha con su hijo—Lo voy a llamar—anuncio y marco el número de Itachi—¡Hola mi amor!—lo saludo, apenas se conectó la llamada—¿Te encuentras bien?—se apresuró a preguntar.

—Si mamá estoy bien, sólo tuve un percance y olvidé que cenaría contigo—Itachi se golpeó mentalmente por haberse olvidado de la cena con su madre. Estaba tan distraído pensando en Hinata que no pensó en nada más.

—Entiendo... y no te preocupes, ya cenaremos otro día—continuaron hablando para despedirse. El azabache, frunció el ceño, su madre, no se molestó por dejarla plantada, parecía estar, de muy buen humor, eso no era típico de ella cuando le quedaban mal, especialmente él. Entonces, lo comprendió... alguien ya le había hablado de Hinata, estaba completamente seguro, que de eso se trataba.

Siguió a Hinata, pues se metió a la casa y aun no le daba las flores.

—Siéntate, ahora estoy contigo—le dijo desde el pasillo que conducía a la cocina. Él recompuso el ramo de flores y esperó por ella, hasta que regresó con dos tazas de té, sin embargo, lo que llamó la atención de Itachi, fue que ella, se sentó en otro sofá y no junto a él.

—Son para ti—se levantó y se sentó con ella, para entregarle el ramo—espero que sean de tu agrado—ella no sabía cómo comportarse, después de haber escuchado parte de la llamada. Por otro lado, Itachi se sentó muy pegado con ella y antes de poder reaccionar ya la estaba besando en la boca, como si todo estuviera normal. En un principio se resistió a corresponder, pero poco a poco, comenzó a ceder a las caricias del Uchiha.

—Gracias, son muy lindas—agradeció, apenas terminó el beso y él le sonrió haciéndole temblar todo su interior. La sonrisa de Itachi, era lo mas satisfactorio que hubiera visto en los últimos días.

—Me disculpo por atender la llamada, pero si no lo hacía...—ella negó con la cabeza.

—No te preocupes, no estás obligado a darme explicaciones—trataba de sonar convincente, pero no creía estarlo logrando y optó por levantarse para poner las flores en agua.

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