Capitulo 17

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

La ojiperla caminó con la vista perdida entre las decenas de personas dentro del aeropuerto de Konoha. A diferencia de las últimas veces que lo hizo, ahora nadie la esperaba, dado que no le avisó a su familia sobre su repentina llegada.

Las imágenes de la acalorada noche junto a Itachi, no abandonaron su mente y aún se cuestionaba como fue capaz de dejarse llevar por la pasión.

Flashback on

El repentino beso de Itachi rompió sus barreras y sucumbió al gran amor que sentía por él. No quería pensar en nada, sólo se dispuso a extinguir el calor que sentía por dentro al tenerlo cerca de ella, al percibir su varonil aroma, su voz y en sí, toda su imponente personalidad que tanto la había deslumbrado casi desde que se conocieron.

Cada vez que hacían el amor, él se comportaba con tacto como si temiera lastimarla, pero esa noche no fue así. Esa noche Itachi la tomó justo como ella quería, ya que su intención no era demostrar cuanto lo amaba, no, su intención era otra y él lo entendió. Debía reconocer que su rudeza la había extasiado a tal grado, que no tuvieron sexo una ni dos veces y en la tercera dejó de contar los orgasmos que le hizo sentir, hasta no quedar completamente exhaustos.

Esa mañana ella fue la primera en despertar y lo primero que sintió fue una punzada en la cabeza, la cual atribuyó a lo que bebió la noche anterior, sin embargo, el dolor en su cuerpo no se debía al baile como tampoco estar completamente desnuda con los fuertes brazos de Itachi rodeándola. En ese momento recordó todos los sucesos y no pudo evitar arrepentirse. Eso no debió de pasar.

Se deslizó sin hacer movimientos bruscos y se adentró en el baño donde tomó una ducha rápida. Salió y recogió sus pertenencias dándole una última mirada al hombre que amaba y antes de arrepentirse e ir a sus brazos, salió del hotel colocando el letrero de "no molestar" de ese modo evitaría que Itachi pudiera despertarse. Lo que menos quería era verlo, puesto que no era fuerte y después de lo que hicieron, se sabía muy vulnerable ante él.

Flashback off

Lo había dejado dormido y no podía evitar estremecerse ante lo tentador que se veía en ese estado. Era la primera vez que se comportaba de una manera tan imprudente ¿pero que podía hacer? Si ese hombre era quien ocupaba todos y cada uno de sus pensamientos, literalmente lo primero que pensaba al despertar era él, y lo último que venía a su mente antes de dormir, continuó siendo Itachi.

Lo escuchó queriendo contarle sobre su pasado, pero deliberadamente no lo dejó continuar, no quería que volviera a engañarla, no obstante, ahora tenía curiosidad por lo que le pensaba contar, ademas logró estremecerla cada vez que le decía "te amo"

Se sonrojó al recordar las marcas de uñas que le dejó sobre la espalda, ademas de las marcas sobre el perfecto pecho.

—¿Necesita un taxi señorita?—cuestiono el chico que empujaba su equipaje, al mismo tiempo que la saco de sus pensamientos.

—Si por favor—el chico asintió y desplazó la pantalla del celular. En el momento en que ambos se pararon frente a la entrada, el taxi ya la esperaba—Gracias por todo—se despidió del muchacho y le dio la dirección al taxista, mismo que se dedicó a conducir hasta la dirección marcada.

—¡Llegamos señorita!—el taxi se detuvo frente a su hogar y rápidamente el hombre de mediana edad le ayudó con el equipaje.

—Aquí tiene y gracias por todo—le pago al taxista y agradeció. Lentamente se apresuró a entrar, pero antes de poder abrir la puerta, Hana la abrió y se le lanzó a darle un abrazo. La niña estaba dibujando en una pequeña mesa de madera frente a la ventana del jardín frontal y desde ahí, logró ver el taxi estacionado frente a la puerta de metal que conducía a la entrada principal de su casa. Su padre, su tía e Ino, entraban dentro del estacionamiento que daba acceso por las puertas traseras. Pensando que se trataba de alguna visita se quedó enfocada para ver con curiosidad de quien se trataba. Pronto sus labios formaron una sonrisa y sin pensarlo, se levantó dispuesta a recibir a su tía que tanto extrañaba.

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