Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
Tal como Kabuto lo había planeado la noche anterior, el día que siguió, se dirigió a ofrecer su video en distintos programas y en diferentes televisoras... Con un poco de suerte, obtendría buenos resultados.
—Me informaron que deseas hablar conmigo y tienes algo que mostrarme—Kabuto asintió cuando escuchó a la encargada de edición—¿De que se trata está vez?—el reportero encendió su celular.
—Míralo y escúchalo tú misma—la fémina sonrió al ver a los Uchihas y pensó que obtendría una jugosa nota, sin embargo, la calidad del sonido era baja debido al tipo de dispositivo que se usó y así, no se podía hacer nada—y bien ¿que te pareció? ¿Lo comprarás?
—Me temo que no—respondió con sinceridad.
—¡Vamos...! Son los Uchihas aceptando que durante años mantuvieron un cruel juego de apuestas involucrando a muchas chicas y la última en la lista es la actual novia de Itachi—intentó persuadir sin ningún éxito. No es que el chisme no fuera bueno, sino todo lo contrario, pero no podían prestarse a subir algo con tan poca calidad, que incluso podría resultar dudoso y acarrear demandas por difamación... Como el mismo Kabuto lo decía, eran Uchihas y con ellos era mejor no tener conflictos.
—La verdad, dudó que algún canal te lo compré, quizás si el audio fuera mas claro, pero la mayor parte de la conversación no se entiende y podemos meternos en problemas... lo siento, pero es mi última palabra—sin más que decir, Kabuto se encaminó hacia las otras cadenas televisivas a quienes también les vendía exclusivas, pero al igual que en la primera, nadie quería involucrarse sin material de buena calidad.
Para cuando llegó la tarde, ya se había convencido de no obtener nada y se dispuso a enviar un mensaje a las personas la cuáles, estaba seguro si pagarían por dicha información. No había pasado un minuto cuando su celular ya estaba sonando—Diga—respondió con una sonrisa de triunfo.
—¿Es verdad lo que dices en tu mensaje?—cuestionó Izumi y en ese momento también le llegó la respuesta de Yugao, quien pedía reunirse lo antes posible. Kabuto sonrió. Las primas eran muy predecibles y tratándose de Itachi, ni hablar.
—Por supuesto que es verdad de lo contrario no te molestaría preciosa—escuchó un chasquido cortesía de la fémina por llamarla así—Ahora dime ¿te interesa? Aunque parece que tú prima ya se te adelantó, después de todo, es por ella por quien comenzó el juego.
—Yo también estoy interesada y no me importa si tengo que reunirme con ella y contigo, si con eso logró hacer que Itachi regrese conmigo bien vale la pena—ambos hablaron mientras se ponían de acuerdo con la otra chica interesada en el tema.
—Lo que les contaré es información muy valiosa y como tal, quiero que sea el pago que recibiré a cambio de entregarla—debía dejar muy en claro ese detalle pues ellas eran sus últimas alternativas.
[...]
.
—¿Te lastimé?—cuestionó Itachi al momento de escuchar el gemido de dolor proveniente de su novia. La pareja arribo al apartamento de Itachi en cuanto cayó la noche y apenas cerraron la puerta, el azabache la tomó de la cintura. Hinata correspondió las caricias y los besos que en minutos pasaron a ser muy candentes y finalmente terminaron desnudos en la cama del azabache. Luego de la primera noche juntos, la pareja no había vuelto hacer el amor, lo que los orilló actuar con rapidez, olvidando que ella tenía muy poca experiencia.—No... estoy bien—el varón no pudo evitar sonreír ante la respuesta, la cual obviamente no era cierta. Fue claro que no debió ser tan brusco y que ella lo había resentido, sin embargo, prefirió fingir que todo estaba bien para no preocuparlo. Su ojiperla era muy estrecha y pequeña a comparación con él. Si no quería volver a lastimarla, debía tomarse el tiempo correcto en prepararla o ir lento.
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Cuando tu llegaste
FanfictionUna linda y tímida joven, ha esperado por años que el hombre que ama, formalice su relación, pero en lugar de hacerlo con ella, formaliza con otra, dejándola humillada y sin esperanzas. Herida, busca alejarse, para cambiar de aires, es así que encue...