Capitulo 16

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Ino llegó al aeropuerto de Konoha donde ya la esperaban las dos personas que desde el día en que los conoció, no abandonaron sus pensamientos. Hana se había ganado un lugar muy especial dentro de su corazón y ni hablar de Neji, a quien amaba tanto como nunca creyó haber amado en el pasado.

—Por aquí—gritó Hana con mucha emoción, pues después de su padre y Hinata, Ino se convirtió en la tercer persona mas querida para ella. La niña corrió hacia la hermosa rubia y fue recibida por un material abrazó.

—¡Mi pequeña!—la Yamanaka la sostuvo en brazos hasta que llegó a su novio, el cuál no titubeó en besarla en los labios apenas la tuvo a su alcance.

—¿Como estuvo tu viaje?—Neji le quitó las maletas para llevárselas con él.  Agradeció que tuvieran ruedas ya que eran muy pesadas, lo cual no le sorprendió dada la personalidad de su encantadora novia.

—Aunque duró lo mismo de siempre, lo sentí muy lento por las ganas que tenia de estar con ustedes—llegaron al auto del castaño donde Neji se encargó de subir el equipaje. Hana por su parte, no dejó de parlotear sobre todo lo que se había divertido con Jutsu.

—¿Te quedarás con nosotros? Ya no quiero que te vayas a otra casa—soltó Hana desde el asiento trasero. Ella quería que Ino se quedara a vivir con ellos para siempre, a la niña ya no le agradaba que la novia de su padre a veces se fuera, ya que los días que se quedaba en su casa, desayunaban juntos, le ayudaba a vestirse e imaginaba que Ino era su madre, tal como las describían sus compañeras de clase, mismas que llegaban a su escuela siendo acompañadas por ellas. Hana en cambio, la mayor parte del tiempo, llegaba con su tía, o con su padre y no es que no le agradará, sin embargo, nunca tuvo una madre y en las ocasiones en que la Yamanaka la iba a recoger, sonreía cuando sus compañeros le decían que su mamá había llegado. No es que su tía Hinata, no fuera maternal con ella, pero en el fondo sabía que ella no siempre los acompañaría, tal como sucedió cuando se mudó a Konoha y ellos se quedaron solos.

—Por supuesto que se quedara esta noche ¿no es así hermosa?—Ino se sonrojó ante lo dicho por su sensual Hyuga. Apretó la mano que llevaba unida a la masculina mientras él conducía.

—¿Sólo por esta noche?—la niña lo preguntó con tristeza, aunque trató de ocultarla, no obstante, los adultos lo percibieron.

—Si, pero te prometo que nos divertiremos mucho ¿de acuerdo mi niña?—Ino trató de persuadirla, sin embargo, Hana se dedicó asentir luego miró por la ventana. Neji suspiró con melancolía por el comportamiento de su hija y no pudo evitar sentirse culpable. Nunca debió involucrarse con una mujer como la madre de Hana, la cual no se tentó el corazón para abandonarla aún siendo un bebé. La pequeña era la luz de su vida, pero al ser su hija, seguramente heredó su forma de ponerse una máscara para no mostrarse triste y ella lo estaba haciendo mas a menudo desde que entró en la escuela y veía a otros niños acompañados por sus madres. Quizás era hora de tomar una decisión que terminara beneficiando a ambos. Sin decir nada, miró a su novia mientras esperaba en un semáforo. Imo se sintió observada y de inmediato se giró a verlo quedando atrapada en las atrayentes orbes perladas—¿Que?—cuestionó con curiosidad al no poder identificar esa pequeña sonrisa en el perfecto rostro masculino.

—Pensaba en el futuro—respondió antes de arrancar de nuevo, una vez que la luz caminó a verde. La Yamanaka arqueo una ceja sin entender, pero sabía que no iba a obtener respuestas de su amado, así que prefirió no hacer mas preguntas.

[...]

El clima en Suna no se parecía en nada al de la ciudad anterior y tampoco al de Konoha. No es que fuera malo, no obstante, era muy caliente. Acostumbrada a vivir en un lugar donde siempre nevaba, Hinata pronto resintió el cálido ambiente, aunque no dudaba que de quedarse un tiempo viviendo ahí, se acostumbraría, tal como los residentes de la cuidad.

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