Capítulo Quince
"La boda"
El Barón Theo tomó un par de respiraciones profundas. Él sabía que ese día iba a llegar, pero también sabía que nunca estaría preparado para ello. En un tonto descuido irremediable, Jackson se le adelantó y pidió la mano de Stiles primero. Así que ahora allí estaba, como el padrino en la boda del príncipe.
Finalmente se decidió y golpeó a la puerta de la alcoba, de todas maneras el joven castaño había dicho que sí a Jackson, así que si el niño estaba felíz, él estaría bien.
—Adelante. —dijo la voz del príncipe. Tenía un tono bastante extraño.
—Hola... —saludó cuando abrió la puerta. —¿Sucede algo?
—He esperado tanto tiempo este momento y sin embargo ahora... en mí se ha roto algo. —explicó el rubio, parado frente al enorme espejo con marco de oro. —¿Qué fuerza extraña hay entre los dos... que nos separa?
—¿Te refieres a otro hombre? —interrogó Theo con confusión.
—Quizá... los pretendientes siempre le han llovido a Stiles. —murmuró, viéndose muy elegante e imponente con el traje puesto.
La costosa túnica blanca le sentaba bien, la corona de hojas de oro abrazaba su cabeza, el chal de un color rojo fuerte cubría uno de sus hombros y el cinturón también de oro; se envolvía en su cintura.
—Stiles te adora, y lo sabes. —le regañó —¿Por qué hubiera aceptado tu propuesta de matrimonio de haber otro hombre?
—¿Mi amado hijo ya está listo? —preguntó la reina, entrando en la habitación con alegría, su voz denotaba felicidad y emoción.
—¡Oh, su majestad! Sí, el príncipe esta listo. —respondió Theo tontamente, sonriendo de forma encantadora.
—Ya veo, te ves tan bello hijo mío. — halagó la mujer con los ojos brillantes de entusiasmo. —Tu padre desborda nervios porque Stiles y Lord Stilinski aún no han llegado, tampoco ninguno de sus sirvientes. —informó.
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Te siento dentro (BL)
Romance□Historia ambientada en el tiempo de los dioses griegos□ Debajo de la tierra, vivía un semidíos; de hombre era su cuerpo y de topo su tez. Rapto a un doncel llamado Stiles, que a su túnel llevó y aunque el chico no era un dios, de él se enamoró. E...