Capítulo Diecinueve

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Capítulo Diecinueve

"Un no-muerto"

Finalmente era el día que Peter había dicho que llevarían a cabo la terrible tarea

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Finalmente era el día que Peter había dicho que llevarían a cabo la terrible tarea. Por la noche, poco antes de las diez, Theo y Scott entraron en la habitación de Peter Hale. Chris ya estaba allí y Jackson nunca llegó. El doctor les dijo todo lo que esperaba de ellos, aunque se dirigió especialmente a Theo, como si las voluntades de los demás, hasta cierto punto, dependiesen de la suya.

Probablemente porque sabía que Theo sentía (al igual que Jackson) el mismo amor por Stiles. Y en ausencia del príncipe que fue su prometido, pues entonces, de los presentes: el Barón Theo era el de sentimientos más fuertes por el difunto.

Peter empezó expresando el deseo de que todos lo acompañásen.

—Puesto que... —precisó, —Tenemos que cumplir con un deber tan sagrado como penoso. Después le preguntó al Barón Raeken: —Sin duda, le habrá sorprendido recibir mi carta.

—Confieso que sí. —asintió Theo. —He estado tan ocupado en mis angustias, en mi dolor, que desearía no recordar por el momento nada de lo pasado. Jackson y yo discutimos mucho respecto a su carta, sin saber exactamente cuál era su significado; y cuanto más discutíamos, menos la comprendíamos. Por mi parte, a pesar de haber meditado profundamente, no veo...

—Tampoco yo. —le interrumpió Scott.

—Exacto. Por otro lado, Jackson no vendrá porque sus padres le necesitan, en la corte real están enloquecidos intentando solucionar el problema de vampiros, más ahora que el clan de vampiros Originales está aquí.

—Pues el príncipe hace bien, esos vampiros son demasiado fuertes y peligrosos, más que cualquier cosa en la tierra. Respecto a lo otro, oh, ustedes dos lo comprenderán con más rapidez que mi amigo Chris, el cual tuvo que retroceder bastante en los sucesos para llegar a entenderlo todo.

Evidentemente, sin haber proferido ya la menor palabra, el doctor sabía que Chris ya volvía a dudar de sus teorías. Acto seguido, volvióse hacia los dos jóvenes.

—Quisiera obtener de ustedes el permiso de cometer una acción... Que es necesaria de todo punto. —explicó Peter. —Sé que pido mucho. Cuando conozcan mis intenciones se darán cuenta de mi exigencia. ¿Puedo pedir dicha autorización a ciegas, de modo que después, aunque por el momento se enojen conmigo, no sé reprochen a sí mismos?

—Esto es sinceridad. —interrumpió Scott. —Yo confío en el doctor, y aunque todavía no capto el alcance de sus palabras, sé que sus intenciones son honradas y eso me basta.

—Gracias, amigo mío. —repuso Peter Hale. —Yo también le considero como un joven con quién se puede confiar en toda ocasión, y jamás lo olvidaré. —dijo tendiéndole la mano al latino.

—Doctor Peter Hale. —manifestó Theo a su vez. —No quisiera obrar a la ligera, y sí se trata de algo que comprometa mi honor o mi fe en los dioses, no podría hacer la promesa que me exige. Más si, por el contrario, me asegura que sus intenciones no atacarán ninguna de ambas cosas, le concedo al instante entera libertad de acción, aún cuando, juro por mi vida, no entender nada en absoluto.

Te siento dentro (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora