Capítulo 27

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La semana de Peter en lo de Delfina comenzó, se cumplió el quinto mes de mi embarazo exactamente este Lunes, ¿yo? Me encuentro en el avión viajando al Sur, donde todo comenzó.
Impulsiva volví al camping, traté de ingeniármelas sola para armar mi carpa pero tuve que pedir ayuda.
-¿Podrías.. ¿Podrías echarme una mano?-me animé a pedirle ayuda a un completo extraño.
-Claro-dejó de lo que estaba haciendo y juntos terminamos de montar mi pequeña carpa-¿que hace una persona como vos acampando en invierno y con panza?
El chico de ojos claros se sorprendió.
-Es mi propio retiro espiritual estar acá-asentí con la cabeza-necesitaba meditar, alejarme de lo cotidiano..
-Te entiendo, por cierto, me llamo Santiago-me dio la mano y me hizo sonreír.
-Mariana, Lali-asentí con la cabeza.
-Yo también vine solo, aunque acá hice algunos amigos, podes unirte a nosotros-elevó sus cejas- ¡vení te los presento!
No muy segura fui saludando a los amigos de Santiago, él me trajo chocolate caliente.
-Gracias-suspiré y bebí, me senté a orillas del lago-extrañaba tanto ese lugar..
-¿Viniste antes?-elevó sus cejas- no pareces una chica que frecuenta estos lugares..
-¡Todo el mundo me dice eso! ¿Acaso no puede una chica de ciudad amar la naturaleza?-suspiré algo alterada- perdón, ando medio sensible, muchas cosas, mis hormonas..
-No tiene nada de malo que seas de ciudad, yo soy un chico de campo, mi familia tiene campos, vivo rodeado de animales, muchos perros-él me sonrió-¿sos soltera?
Esa pregunta me puso en estado de alerta.
-Soy... Soy un alma que ama y vive en libertad con un otro-esa respuesta también me hizo ruido.
Santiago se acercó hacia mi.
-Sos muy bonita Lali..
Me reí nerviosa.
-Tengo sueño-cambié de tema- mejor me voy a dormir.. Chau-lo saludé con la mano.
Corriendo me desaparecí y me metí en la carpa, otra vez sentir la incomodidad del piso, oler la humedad, el olor al pasto, los árboles.

Desperté completamente desorientada, posé mis manos en mi panza, lo único verdadero que tenía.
La luz entró por la pequeña "ventana" de la carpa, había olvidad cerrarla.
Al llegar a la orilla agarré un kayak y navegué sola, los recuerdos me vinieron a la cabeza, Peter enseñándome como mover los remos, se me formó una sonrisa que después se me borró.
Otra vez pensé en que estaría haciendo, como habría dormido la noche anterior, ¿para que lo pensé? Me agarraron nauseas.
-¿Estas bien?-me preguntó Santiago navegando con su kayak- estás pálida.. ¿podes volver sola?
Asentí con la cabeza siendo orgullosa, me costó pero volví a la orilla, el resto del día lo pasé en la playita que Peter me había mostrado, la que estaba más lejos del camping, suspiré, respiré y traté de encontrar la calma.

Noches y días fueron pasando, Santiago se mostró amigable conmigo, lo mandé a la friendzone y desde ahí no intentó nada más.
-¡UNO!-grité victoriosa, todos se rieron, había ganado el juego.
-Nada mal-Santiago asintió con la cabeza-suerte de embarazada..
-Suerte de embarazada...
Ambos nos pusimos a caminar y él se atrevió a hacerme LA pregunta.
-¿Sos madre soltera, no?-quiso saber, tomé aire y lo solté.
-No lo se.. En este momento siento que sí-fui sincera, asentí con la cabeza- todo pasó tan rápido, todo fue tan loco.. Y ahora mi realidad es esta, ya me desperté de la farsa-darme cuenta de eso me dolió.
Santiago me tomó de la mano para darme ánimos, traté de esbozar una pequeña sonrisa sin éxito.
-¿Te lastimaron, no?-me preguntó, me hizo una caricia en la mejilla.
-Yo...-no pude seguir porque él puso su mano sobre mi boca silenciándome.
-No me respondas, todo me dice que sí..-suspiró, se acercó a mi.
-Todo es más complejo de lo que crees... Muy..-iba a seguir pero Santiago dejó de lado la friendzone en la que lo metí y me besó, no me di cuenta de lo que estaba pasando, cuando fui consciente me separé.
-Perdón, yo no estoy para nada..-aceleré mis pasos y me encerré en la carpa, una angustia fuerte se apoderó de mi, se hizo notar en mi pecho, ¿culpa?, ¿confusión?, ¿nervios?.
Me quedé dormida después de llorar mucho, cuando desperté fue porque sentí una caricia sobre mi cara.
-¿Peter?-susurré desentendida.
Lo vi con la barbita larga, sus ojos brillosos.
-Chiquita-me abrazó suavemente- me asusté mucho, no sabía bien donde estabas... Volviste sola-se mostró sorprendido.
-Peter vos no deberías estar acá...-le recordé tratando de recuperar la cordura.
-Es mi último día de convivencia, ahora vuelvo igual, solo quería ver como estabas-besó mi mejilla.
Suspiré y asentí con la cabeza.
Ambos salimos de la carpa.
-Ojalá no se haya dado cuenta de que te viniste para acá-lo miré a los ojos- Delfina..
-Tranquila-besó mi frente y me abrazo, pasaron los minutos y no me soltó- Lali hay un chico que nos está mirando mucho...
-Amigos del camping-traté de cambiar de tema- ¿a que hora te vas?
-En una hora y media, pero tengo que hacer todo un protocolo para volver-suspiró, palmeé su espalda para que se separara de mi y se fue dándome aire para respirar.
¿Qué había sido todo esto?
Después de que Peter se haya ido saqué pasajes para volver al día siguiente.
-Así que te vas...-Santiago se acerco- perdón por antes..
-No pasó nada-insistí y empecé a armar mis cosas-mañana me voy temprano
-Entonces te ayudo-suspiró y se quedó para echarme una mano.
Por la noche me quedé a comer con él y sus amigos.
-Me voy a dormir, gracias por todo-saludé a todos con las manos, iba a meterme en la carpa cuando Santiago me detuvo.
-Menos mal que vino a buscarte, si lo lo hubiera hecho sería tremendo idiota-asintió con la cabeza, se acercó y besó mi mejilla- ojalá la vida nos vuelva a reunir
Me quedé desconcertada, así me metí en la carpa e intenté dormirme.

Volví a la ciudad y mis amigas me recibieron con un abrazo.
-¡Te fuiste solita nada más! ¡Y sobreviviste!-Candela no me soltó estaba sorprendida.
-Ella puede contra un par de plantas y unas estacas-Eugenia también me abrazó nuevamente-¿donde te dejamos, en lo de Peter, tu departamento?
-Mi departamento-respondí no muy segura.
Ellas asintieron con la cabeza y cargaron mis cosas en el baúl, fuimos cantando canciones de la radio hasta llegar a mi departamento.
-Gracias-besé sus mejillas.
Cuando abrí mi departamento me quedé en shock.
-Sabía que no ibas a querer volver a mi departamento, por eso te esperé acá-Peter extendió sus brazos- feliz quinto mes, atrasado..
Miré a mi alrededor y todo estaba lleno de globos de todos los colores, me emocioné, Peter acortó nuestra distancia y me abrazó.
-Ey-besó mi frente- ya está, no pienso soltarte más...
Eso lo dijo mirándome, me intimidó porque recordé lo de Santiago.
Me apoyé sobre su pecho, después ansiosa me puse a comer cupcakes, golosinas, cuando me di cuenta estaba con dolor de panza.
Me tumbé en la cama y Peter se recostó a mi lado, me acarició la cara.
-¿Me extrañaste?-me hizo esa sencilla pregunta que me dejó en duda.
-Me vino bien.. Me vino bien irme sola para meditar, para pensar acerca de todo..-suspiré- fui libre como me dijiste vos que eras, pude conectar con la naturaleza, el aquí y ahora.. Siendo sincera dejé de pensar en todo y solo me enfoqué en sentirme mejor
-Entonces no me extrañaste...-Peter elevó sus cejas.
-No dije que no..-quise arreglarla, Peter se rió en mi cara.
-Todo bien La, pero yo sí te extrañé-se puso a jugar con mi pelo- a vos y a esta pancita-me la acarició.
Rápidamente volví a sentir que este era mi lugar, donde estuviera Peter, él besó mi panza y todo mi interior se enterneció.
Nos quedamos recostados mientras afuera llovía sin parar, mi cama era más pequeña que la suya, así que nos quedamos más pegados si es posible.
-Descansá La-me susurró y besó mi mejilla, dejé de pensar tanto y me dormí.

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