Capítulo 28

670 52 8
                                    



Al despertar Peter no estaba, me dejó una nota, iba a reunirse con Delfina en la oficina de su casa.
Se me removió todo el interior, me puse nerviosa y eso me descompensó.
Tomé agua, salí a mi pequeño balcón e hice ejercicios de respiración.
Hecha una bola de nervios manejé hasta su edificio, el guardia de seguridad me dejó pasar, toqué la puerta aunque tenía llaves, Peter me abrió luego de un rato, ahí nos vimos, cara a cara con Delfina, ella me evaluó.
-Yo...-ella nos miró a los dos- decidí estirar una semana más para ver que pasa, y si no pasa nada firmo el divorcio
Se me escapó una pequeña sonrisa que se borró porque ella no me dejó celebrarlo.
-¿Los besitos no son infidelidad no?-soltó esa pregunta mirándome a mi, volteé para mirar a Peter que se quedó estático.
-¡Sabía que esto podía pasar!-él se fastidió-contale en que contexto...
-Eso no importa-Delfina elevó sus cejas- una semana más conmigo, así que podes volverte por donde viniste
Todo alrededor mío se puso a girar, me empecé a marear.
-¡Lali no pasó nada! Lali mirame-me suplicó Peter-no te sientas mal
-Peter voy a..
Desmayarme.

Cuando abrí los ojos me di cuenta de que estaba en el centro de la cama de Peter.
-¿Como estas?-se preocupó- Delfina ya se fue..
-¿Que tal sus besos?-lo miré a lo lejos, Peter estaba sentado en el otro extremo de la habitación.
-Yo no la besé, me besó ella pasada de alcohol, hizo un papelón-suspiró- es obvio que va a usar cualquier recurso que pueda para separarte de mi La
Peter se acercó y se sentó en el borde de la cama, me tomó de la mano.
-Ahora otra semana más, y después va a ser otra más, y así...-me amargué, suspiré, Peter levantó mi cara con una de sus manos.
-Esta semana sí es la última, la hice firmar un papel-me dijo tratando de mostrarse animado- también es difícil para mi-se recostó a mi lado, permití que me abrazara- ey.. Vos sos quién me importa-eso me lo dijo mirándome a los ojos, supe que me había dicho la verdad, noté brillito en sus ojos.
Cerré mis ojos harta de todo, Peter me acarició el pelo.
-¿Te sentís mejor?-quiso saber, asentí con la cabeza-¿volves mañana a la oficina?
Asentí sin responder de manera verbal.
-Tengo que irme a trabajar ya.. , después ir a lo de Delfina..-eso lo dijo de mal modo, suspiró, besó mi frente- todo va a pasar..
Me hizo una última caricia en la panza, cuando se fue sentí un vacío, mucho frío, el departamento era demasiado grande para mi.
Una mezcla de sensaciones y sentimientos incontrolables hicieron que me alterara, probé con meditar, respirar, pintar, escribir pero nada me trajo calma.
Hice lo que no tenía que haber hecho, me cambié y caminando volví a la oficina, otra vez sentí la mirada de todos sobre mi nuca, pero le resté importancia, me puse a hacer lo mío, Peter llegó más tarde, ¿a donde había ido antes?
-¿Que haces acá?-se sorprendió- tenes que descansar, te desmayaste La..
-Soy más fuerte de lo que crees-lo miré fijamente- quiero estar acá, quiero ser útil, no quiero que las personas sigan hablando mal de mi, que tengo corona y por eso no vengo, que soy la tercera en una pareja, se hablan tantas mierdas.. Quiero ganarme el derecho de piso Peter, y que la gente me respete por lo que soy
Terminé de decir eso y tuve que correr al baño a devolver, cuando volví a mi oficina Peter estaba guardando mis cosas en mi cartera.
-Entiendo a lo que vas, pero hoy te volves, estas muy nerviosa, te sentís pésimo-preocupado besó mi frente- no tenes temperatura, igualmente volvé Lali, quedate en cama..
-En la cama sola..-repetí y quise matarme a mi misma, se me quebró la voz, no quería demostrar que eso me afectaba.
Peter suspiró y me recibió en sus brazos.
-Lali-me llamó y me lo quedé mirando tratado de encontrar calma- ya todo va a volver a ser como antes, en realidad va a cambiar, pero para bien..-me acarició la panza- no pienses solo en vos, pensá en ellos, ahora volvé y dormí, mira películas, comé.. Falta poco para hacer todo eso juntos..
Asentí con la cabeza no muy segura, agarré mi cartera y me retiré.
No fui a lo de Peter, me volví a mi departamento y me encontré con que todavía estaban los globos colgados por el techo, agarré algunos y fui pisándolos uno por uno, los reventé tratando de desquitar la bronca y la impotencia contenida.

Día dos, fui a la oficina sintiéndome mejor, tomé mucho té de tilo en el transcurso del día, organicé bien la agenda de Peter, fui cordial con las personas que venían a reunirse con él, noté que en un momento vino su abogado, no me enteré de que hablaron, la incertidumbre para mi era algo tremendo.
Cuando se hizo la hora del almuerzo me reuní con mis amigas.
-¡Ey! ¡Arriba el ánimo!-Candela me zarandeó tratando de animarme- sos Lali, Mariana, la mujer más bomba del planeta tierra, ahora vamos de compras y volves bella bella a esa oficina
Eugenia coincidió, caminando fuimos a uno de los shoppings más lindos, el Galería Pacifico.
-Tres sueldos me va a costar algo de acá-miré mal a mis amigas que elevaron sus cejas.
-No pienses ahora en eso-Eugenia tiró de mi y me metió en un local de maquillajes, las vendedoras se me abalanzaban para venderme sus productos.
Salí del shopping renovada, después de mucho tiempo me sentí algo bonita y sexy.
-Ahora con la frente en alto-Candela y Eugena me besaron las mejillas.
Llegué al piso y cuando lo hice otra vez sentí la mirada de todos.
Toqué la puerta de la oficina de Peter, me dejó pasar sin reparar en verme, cerré la puerta y puse la traba.
-¿Necesitas algo?-me preguntó él muy concentrado mirando papeles-¿Lali?-cuando me llamó se quedó mirándome, me evaluó de arriba hacia abajo-¿qué?-elevó sus cejas.
-¿Te gusta? Digo.. ¿Te gusto yo?-le pregunté dubitativa.
Peter se puso de pie y se acercó hacia mi.
-No seas tonta, siempre sos hermosa-llenó mi mejilla de besos, después me miró a los ojos- igual, tu mejor look es despeinada, sin maquillaje y con una remera o camisa mía..-me hizo sonreír- al natural-me abrazó fuertemente, eso me transmitió algo de paz, algo de esperanza.
No pude evitar ponerme a llorar.
-Las hormonas-me excusé, Peter me secó las lágrimas que se me escaparon.
-Lo se lo se-Peter besó tiernamente mi frente.
Me alejé de él para volver con mi rutina, tenía trabajo por hacer.
Cuando terminé con lo mío con Peter cruzamos miradas, nos subimos ambos al ascensor y tocamos el botón de planta baja.
-Yo me voy para allá..-le señalé la izquierda.
-Yo por allá..-me señaló la derecha.
Iba a irme cuando sentí que Peter me sostenía de la mano, tiró para acercarme a él y me besó, fue un beso desesperado, una necesidad.
-Chau Peter-lo saludé con la mano después de haber salido del aturdimiento.

EnredaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora