Capítulo 30

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Día 5

Cuando llegué a la oficina lo hice temprano, nadie más que Peter había llegado, desde afuera lo escuché discutiendo con Delfina, me asomé por la puerta y no pude evitar espirar.
-¡Ni siquiera lo estas intentando!-insistió ella disgustada.
-Ya te lo dije hasta en Alemán, no gusto de vos, no te amo-seco y cortante.
-¿La amas a ella?-Delfina suspiró.
Maldije que sin querer me apoyé demasiado sobre la puerta y esta se terminó de abrir.
-Ahora nos espías-Delfina me miró mal.
-Ella no se merece el trato que le estas dando, no le hables nunca más mal a Lali-Peter elevó su dedo apuntándola- nos quedan dos días y vas a terminar firmando el divorcio
Delfina nos fulminó con la mirada y giró para irse, cuando lo hizo me refugié en los brazos de Peter, me quedé algo sensible.
-Ey.. No llores, no vale la pena.. Enserio me parte el alma que te traten mal, que estemos metidos en el medio de un circo-Peter suspiró, besó mi frente.
Me preparó té y me quedé un tiempo en su oficina, me mimó, mando a comprar chocolate y comí un par para endulzar mi día, después fui para mi oficina, me puse a hacer mi aburrido trabajo.
Cuando Peter estaba en el banco haciendo unos trámites se apareció Santiago.
-Hola-me saludó, esbozó una pequeña sonrisa- te traje algo para felicitarte nuevamente..-me dio una bolsa.
-No tenías porque..
-Insisto-él elevo sus cejas.
-A ver..-fingí mostrarme entusiasmada- dos ositos...
-Dos porque son dos, ¿no?-quizo saber, asentí con la cabeza-queres.. ¿queres ir por café? Puede ser té también..
Suspiré.
-Muy amable, gracias por el regalo, pero yo... Yo tengo una especie de relación con Peter-me atreví a enfrentarlo.
-Creí que él solo era el papá...
-Lo es, y es una persona muy presente en eso, yo siento cosas muy fuertes por él, así que me gustaría que me respetes, nos respetes, lo que pasó no tuvo que haber pasado-terminé de decir eso y detrás de Santiago estaba Peter, me reí de los nervios-volviste
-Me olvide unos papeles-me respondió cortante, miró a Santiago-¿que haces acá? Nuestro próximo encuentro es en otro día y no acá, te dije que en otro lado
-Solo les traje regalos.. A los bebés-respondió Santiago mirando firmemente a Peter, ambos parecían estar jugando al juego del que parpadea primero pierde.
-No tenías porque regalar algo, van a tenerlo todo-Peter atacó, el clima se volvió tenso.
-Solo era una atención-Santiago quiso escaparse, me lanzó una última mirada- nos vemos otro día Peter
Santiago se fue y Peter se quedó con los ojos cerrados haciendo ejercicios de respiración.
-Él... Él me besó en el camping... Me tomó por sorpresa-solté al cabo de un rato.
Peter abrió los ojos.
-Me aterra perderte..-Peter tiró de mis manos acercándome a su cuerpo-me aterra
Posé mis manos sobre su cara, lo sostuve para que me mirara a los ojos.
-Solo quiero a este chico que tiene un lunar demasiado tentador, como para..-elevé mis cejas, se lo lamí divertida, a Peter se le dibujo una sonrisa sobre sus labios, me abrazó-te quiero bobo
Peter besó mi mejilla detenidamente y se fue a su oficina.
El resto del día me lo pasé atendiendo problemas, dejando pasar a clientes y comiendo los chocolates que Peter compró antes.

Me bajé de mis tacos y me recosté en el sillón cansada, Peter me había traído a mi departamento, se quedó un ratito y me hizo masajes en la espalda, cuando se fue otra vez sentí un vacío, por eso llamé a mis amigas.
-Traje pochoclos-Candela me señaló un paquete- y Eugenia trajo películas
-Ya no se usan más los DVD's-me reí.
-Es un DVD pero un Blu ray-Eugenia me corrigió- se ve muy HD la película
Pusimos Titanic, ¡¿para que?! Me puse muy emocional, terminé lloriqueando.
-Bueno.. Mejor vemos ahora una comedia-Candela puso una más alegre, internamente lo agradecí.
Ellas se quedaron hacerme compañía y más tarde se fueron, antes besaron mi mejilla y me llenaron la alacena con cosas para comer.

Día 7

Finalmente el día llegó, desperté eufórica porque era EL día, olvidé por un momento que era Domingo, y los Domingos son días bajones.
Me di una ducha, me arreglé en tiempo récord, estaba por subirme al ascensor para bajar cuando alguien me abrazó por atrás, me sobresalté.
Peter me sonrió, me había traído un ramo con flores de distintos colores.
-Hola La-me saludó, le sonreí sorprendida- hoy venís conmigo
Elevé mis cejas curiosa.
-Esta bien-terminé aceptando.
Peter manejó por un tiempo largo y cuando apartó el auto me di cuenta de que otra vez estábamos en el Club Náutico San Isidro.
-Vamos-me dio la mano y ambos nos subimos a su "humilde" barquito, puso en marcha el motor y me senté a su lado.
-Es lindo.. Es lindo algo de aire fresco..-asentí con la cabeza.
Peter volteó a mirarme, era una sonrisa hermosa, noté el brillo en sus ojos, estaba alegre.
-Lo hice La-soltó eso como si yo supiera de que habla.
-¿Qué hiciste que?-quise saber sin entender.
-¡Firme el divorcio! Soy libre Lali, soy libre-Peter me abrazó alegre, yo también me emocioné- soy libre y ahora si puedo pensar en vos, nuestros hijos..
-Vos.. Cuando nos conocimos me dijiste que no quería ataduras de ningún tipo..-empecé, Peter puso su mano sobre mi boca.
-Vos no me ataste a nada, yo soy quién quiero estar, y yo soy quién te elige.. Así como vos me elegís, ¿no?-dudó.
Asentí con la cabeza y le sonreí.
-Tonto-rodeé su cuello con mis brazos y lo besé dulcemente- todo va a cambiar más, ¿estas dispuesto a pasar por eso conmigo?
Peter asintió sonriéndome.
-¡Sabes que me gustan las aventuras!-elevó sus cejas divertido- pero para esta nadie me entrenó..
-Cree que yo no se ni como cambiar un pañal-coincidí, Peter llenó mi cara de besos, me aparté un poco para verlo a la distancia- yo... Sentí tu presencia el día de mi cumpleaños, no pudimos dormir juntos, fue raro, pero lindo, gracias..
Peter me tomó por la cintura.
-No hay de que...-rozó su nariz con la mía-¿te dije ya que sos la mamita más linda del mundo?
-No digas tonterías-me hizo reír.
Peter me hizo que me recostara a su lado y en el suelo del barco, vinos pasar a varios pájaros.
-El silencio siempre es algo que amé.. La paz..-me lo susurró en el oído, de un momento al otro sentí que mordió suavemente el lóbulo de mi oreja, me sobresalté porque eso encendió una chispa en mi interior.
Volteé para besarlo ansiosamente.
Peter fue rápido, y en cuestión de minutos volvimos a conectarnos nuevamente en todos los aspectos habidos y por haber.
Agitada acaricié su pelo y quedamos cara a cara.
-Te quiero Peter...-solté mirándolo a los ojos, después me escondí debajo de su cuello- te quiero tanto tanto que... Lo que quiero decirte es que..
Sentí a la respiración de Peter acelerada, el silencio me puso alerta.
-Ey mirame-me pidió, cuando lo hice estaba emocionado-te amo mi La la land... Me lo negué, traté de ignorarlo, pero te impusiste en mi vida.. Se impusieron en mi vida-elevó sus cejas, estaba nervioso, entrelacé mis manos con las suyas- te amo Lali..
Peter besó tiernamente mi frente, nos quedamos abrazándonos.
-Menos mal que traje mantas..-Peter se rió.
-Tenías todo planeado, no me digas que no-lo molesté y ambos nos reímos- ey.. Yo también te amo..
Tímida me apoyé sobre su pecho y cerré mis ojos, al fin paz, al fin todo en orden.

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