capítulo 28: Dèjá vu.

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Existen pocas cosas en la vida que le causen problemas reales, se considera una persona tranquila a la que no le gusta cargar con rencores. Willy se veía a sí mismo con una personalidad tranquila quien tenía entendido que no todos sus planes se desarrollarían como él quisiera, puesto que en ocasiones motivos ajenos a su control hacían tomar un rumbo distinto a los planes; sin embargo, no se lo toma muy personal y prefería dejarle al karma el trabajo sucio. Y tenía muchas Minas en casa con ese nombre.

Era conocedor de dos grandes defectos que poseía; su descontrol por las jugarretas y travesuras y claramente su actitud un poco celosa. No era mucho lo que pedía simplemente la atención permanente y total de las personas a quienes amaba.

Eso era algo que ya había ocurrido con Vegeta en el momento en qué lo cambió por el híbrido de oso, sin embargo; eran cosas que se daban y con el tiempo aprendió a soltarlo para seguir adelante, eso no significaba que estaba dispuesto a soltar a Luzu. No en esta ocasión. Por eso al verlo junto a Auron sólo pudo pensar en qué haría para separarlos.

Saludo con una sonrisa cuando los ojos del castaño se posaron en su persona y caminando sin prisa se acercó a ambos héroes -¡Auron! Es bueno verte -dijo sonriendo para luego abrazar a Luzu de manera cariñosa y protectora.

-¿Nos estabas esperando? -pregunto Auron con una sonrisa.

-En realidad los ví hace un rato, y decidí esperar a Luzu para acompañarlo a su casa.

-¡Vaya que eres un buen amigo! Pero no debías molestarte, nuestras casas quedan muy cerca y tampoco teníamos planeado terminar aquí nuestro paseo.

-¡Oh! No tenía ni idea.

-En realidad es mejor dejarlo hasta aquí Auron -sonrió Luzu -Nos divertimos mucho y nos pusimos al día; pero quiero hacer las reformas de las que te hablé.

-Puedo ayudarte si quieres Luzu -propuso el peliblanco.

-Sería estupendo, pero tú debes descansar.

-Ese es un buen punto. Aunque te he dicho que ya puedes desarrollar tu vida con normalidad tampoco puedes trabajar al cien por ciento. Es mejor que vayas gradualmente.

-Bueno, que tal si te ayudo con algunas cosas y cuando sienta que debo descansar lo haré, incluso puedo quedarme a dormir en tu casa; si no te molesta por supuesto.

-Sabes que no tengo problema con eso. ¿Necesitas ir a recoger algo en tu casa?

-No, llevo lo suficiente en el inventario de la mochila.

Llevado al limite.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora