Prologo.

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-Ven Lolito, ya me canse de ser buena onda. Sube que nos partimos la cara.

-¿Estas seguro? Que estoy muy loco.

-Ven Lolito que me estoy poniendo muy nervioso –rio –Si no puedes amarme, nos mataremos.

-¡¿Cómo que amarte?! –su risa paro de golpe, sin embargo; esta volvió una vez escucho a su amigo de cabello castaño oscuro llamar de nuevo a su amigo Lolito. El castaño se trepo al árbol que había junto al ring en el que el menor esperaba al pelirrojo.

-Sera a puñetazo limpio.

-No, será con espadas –exigió el otro –antes estabas muy valiente, ¿No?

-No, no, no, será a puñetazo limpio; por la vida no vas queriendo rajarte a alguien.

-¡Yo seré el referí! El que salga primero del ring es el perdedor –advirtió –Cada luchador a su esquina –pidió con voz fingida de animador de peleas -¿Listos? Peleen.

Cada uno se quedó en su esquina a pesar de haber escuchado al castaño que los observaba desde la rama del árbol. Llamándose entre risas nerviosas y uno que otro insulto que pretendía ser amistoso.

-Antes estabas muy valiente que íbamos a matarnos y ahora estas en la esquina; como una puta –rió el pelirrojo.

Ante lo dicho por el chico Auron decidió ir a por él. Y después de un pequeño intercambio de golpes el mayor le acorralo contra las cuerdas. En un impulso por huir Auron subió a las cuerdas; sin embargo su pie se deslizo y termino saliendo del ring.

-¡Eh ganado!

-Es que estas cuerdas están lubricadas y me he resbalado –se defendió.

-No, noooo, nononono. Eh ganado Auron acéptalo. Has salido del ring.

-Si Auron, ha ganado Lolito, es mejor que no peleen de nuevo –calmo mientras bajaba del árbol y se acercaba al menor -¿Estas bien? ¿Te duele algo?

El menor negó y camino hacia Lolito entre bromas y risas contagiándole el ánimo a Luzu. Así pasaron el resto de su tarde entre bromas de parte de los tres y dándole un vistazo a la casa del castaño; y por supuesto, hablando de las elecciones en las que Luzu se había postulado para alcalde.

-La gente tiene que votar con responsabilidad –opino seriamente.

-Eso no pasara, Auron. Y lo sabes.

-Debí darme cuenta entonces, ¿Vedad? –dijo secando sus lágrimas.

Llevado al limite.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora