Llevado al limite.

Capitulo 24: Suave.

Nota de autora: Primero que nada gracias a todos por los comentarios tan lindos que me dejaron y me disculpo por no haber respondido a ninguno, siempre que quería hacerlo terminaba sin saber como diablos agradecerles lo mucho que me hacen sentir mejor y hoy por fin las cosas comienzan a normalizarse y como una pequeña celebración les traigo una pequeña ofrenda de agradecimiento. Aunque vuelvo a advertirles que no creo que sea posible traer un capitulo cada semana, me esforzaré para poder tomar el ritmo inicial.

No sabía en que momento habían llegado a este punto, solo recuerda haber abrazado a Alexby antes de tomar rumbo a su casa, o eso es lo que tenía planeado, pero en cuanto el chico comenzó un beso que prometía dulzura y una despedida agradable las cosas se tornaron un poco diferentes, subiendo de temperatura al mismo ritmo que sus pequeñas manos subían acariciando su abdomen y pecho hasta llegar a su nuca y enredarse. Por supuesto el no pudo evitar tomar la cintura del responsable de su creciente problema, y apegarlo a su cuerpo y al sentir al pequeño saltando sobre él para tomar su cintura con sus piernas no detuvo sus manos hasta que llegaron al redondo y voluptuoso trasero del chico.

No esperó una invitación por parte de su pareja para entrar en la residencia; no hacia falta, simplemente paró el beso e hizo que el chico volviese lo suficiente la cabeza para que el sistema de seguridad de escaneo de mirada hiciese lo suyo y les diera acceso al lugar y una vez adentro inició un nuevo beso que le robó el aliento al menor. Lo bueno de visitar tan a menudo a su joven compañero es que sabía a la perfección donde quedaba cada habitación y como llegar a ella sin siquiera ver el camino, algo que también debía agradecerle a la organización casi obsesiva del de ojos azules.

Cuando llegaron a la habitación lo dejo caer con suavidad sobre la cama quedando entre sus piernas y terminando el beso para poder tomar el necesitado oxígeno, lo miró un momento; su cara totalmente sonrojada, si respiración desacompasada, sus ropas estando arrugadas y desaliñadas a causa de haber restregado sus cuerpos entre sí. Alex no tardó en halar de su traje para volver a juntar lo suficiente sus cuerpos y dando vuelta sobre el mayor para quedar sobre su cuerpo y sonreír arrogante.

-Parece que estás muy emocionado, mi lindo búho -insinuó con un movimiento de caderas sobre su erección -¿Quieres que tengamos un post-party?

No espero una respuesta antes de rodar sus caderas para simular una embestida que le saco un leve gemido de emoción que armonizo con el gruñido ronco que brotó de la boca del mayor, ambos con la adrenalina y el éxtasis anticipando lo que sucedería después.

-Alexby, como no comiences a desnudarte te prometo que voy a romper cada prenda que lleves puesta.

-¡Pero que demandante! ¿Cuál crees que es tu posición ahora mismo? -rió. Llevó sus manos a su corbata y deshizo el nudo para luego utilizarla como una venda y cubrir sus ojos -tienes prohibido tocarme -aclaró.

No pudo negarse, en realidad no pudo decir nada, puesto que de un momento a otro el pequeño había bajado de su cuerpo para comenzar con su trabajo de besar y morder su cadera mientras desabrochaba el cinturón seguido del pantalón. Una mordida en el lado derecho de su cadera le hizo jadear y llevar sus manos a la cabeza del chico; quien inmediatamente la apartó de un manotazo para luego hablar.

-Como vuelvas a tocarme te dejo con la puta calentura y te hecho de mi casa -habló serio -no la tienes fácil, pero haré que valga la pena -terminó con un beso en su mejilla.

Bajo nuevamente su cuerpo para tener su cara a la altura de su entrepierna y con cuidado de no dañarle bajo el pantalón junto a su ropa interior para liberar la erección y tomarla entre sus manos para acariciarla llevando el líquido preseminal a todo el falo, luego dejo un beso casto justo en la punta y se relamió los labios, abrió la boca para engullir la cabeza y luego sacarla haciendo un sonido de "pop" que resonó por toda la habitación acompañado del gemido brutal que dió el más alto.