Llevado al limite.

Capitulo 18: ¿Ataque? Ataques

Dedicado a:
@Usagi_Chawn

Nota de autora: Un capitulo mucho más largo de lo habitual, ¿La razón? En esta ocasión la persona a quien va dedicado cumplirá años muy pronto y este será mi regalo, espero sea de tu agrado y de todos.
Eh notado que mi manera de escribir es mayormente narración y no estoy segura de si se confunden cuando hago diálogos o si me doy a entender, me serviría mucho si en caso de no ser comprensible me lo hagan saber para poder mejorar en ello.

Creditos de la imagen a su respectivo autor.

-Ya tenemos todos los permisos listos, tenemos que ir a su casa en este momento Fargan -el mayor asintió tomando su gorra de policía para partir hacia la montaña donde se encontraba la casa de Luzu.

-¿Crees que tardemos mucho?

-Aun no comenzamos y tú ya quieres terminar.

-No me mal entiendas, me gusta pasar tiempo contigo Alesby; pero también quisiera poder descansar de trabajar, alejarnos de la comisaría ¿no crees?

-¿Y cuando se supone que te alejas de la comisaría? Cuando no estas trabajando estas encerrado -rió burlesco el menor.

-Eso es porque tú no puedes soportar la idea de estar sin mí.

Recibió una mirada molesta de su compañero, mirada que decidió ignorar poniendo una de sus sonrisas mas grandes mientras seguía caminando. Por supuesto, al llegar a las enormes escaleras su sonrisa desapareció dando paso a un bufido de molestia y cansancio. Por su lado el menor hizo todo lo contrario mostrando una enorme sonrisa cuando vió la mueca de fastidio en la cara del contrario.

Subir era todo un sacrificio cuando no se estaba acostumbrado, claro que para Alexby, quien visitaba a Luzu de vez en cuando, era mucho más fácil que para Fargan que iba solo cuando era necesario o indispensable.

Llegar les tomó un poco menos de tiempo que en esa misma mañana, desactivando todas las torretas con ayuda de un comando que el menor poseía ambos entraron al terreno, caminaron entre sus corrales y múltiples decoraciones que les provocaban sorpresa y algunos escalofríos ocultándolos a la perfección.

-Tu revisarás los alrededores y yo buscaré en su casa -dijo el de casco viendo asentir a su compañero, y mientras Fargan buscaba en cada pequeña construcción dentro del terreno, él investigo en cada piso que la casa tenía.

No se dieron cuenta del momento en el que la tarde se volvió noche registrando de manera cautelosa cada lugar que podría darles al menos la mínima de las pistas, sin embargo; no encontraron nada que se le pareciera. Lejos de eso habían detalles que llamaron mucho la atención de ambos oficiales, siendo una la desaparición de Manolo, el pequeño cerdo mascota de Luzu; el destrozo en la parte trasera de su montaña; y el obvio desorden dentro del lugar, algo que no podían esperarse del castaño.

Ambos volvían de manera cansada y desganada rumbo a su trabajo cuando en medio del silencio de la noche escucharon una explosión al lado derecho del pueblo, sus miradas se encontraron con el mismo destello que indicaba se encontraban alerta. Para ninguno el lugar de la explosión era un misterio. Solo había una casa cercana al pueblo en esa dirección. Solo podía tratarse del albino necesitando ayuda.

Corrieron tan rápido como daban sus botas hasta llegar al lugar de la explosión encontrándose al de mirada esmeralda con una mueca en su rostro mientras boqueaba en busca de que el aire llenara sus pulmones, tenía más de un rasguño, estaba cubierto de barro, cenizas y muchísimas quemaduras junto a moretones. Parecía cansado e incluso frustrado, como si apenas se hubiese podido salvar, ninguno de los dos pudo reaccionar rápidamente, no fue hasta que escucharon la tos del chico y vieron como este perdía la fuerza en sus piernas desplomándose en el suelo para luego perder la conciencia.