Capitulo 16: Quizás

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Dedicado a :
@EimmoC 

Nota de autora: Primero que nada pedirles perdón por tardar, se que debí actualizar la semana pasada pero el viernes presente mi ultimo parcial y dado que soy un asco para las químicas no quise distraerme de estudiar y bueno; tuvo sus frutos porque pasé :D.
Segundo gracias a Twitter y a la hermosa Otoha descubrí que el shipp se llama: Luzangel :v 
Espero que les guste e intentaré que el próximo capitulo salga antes y bueno este capitulo es la continuación del capitulo 15.



Ninguno de los dos sabe cuanto duró aquel abrazo; tampoco quien de los dos lo necesitaba más porque por primera vez en semanas Luzu había recuperado su dulce mirada junto a aquella sonrisa tan calmante, claro que el menor no fue capaz de apreciarlo puesto que antes de terminar el abrazo el semblante serio y sombrío volvió.

-¿Por qué no puedo estar con él? Esta sufriendo -dijo triste esperando una respuesta que no llegó.

-¿A dónde irás ahora? -preguntó mientras ignoraba aquella voz dentro de sí.

-No puedo decirlo.

-Vamos... ¿A caso crees que se lo diré al alcalde? -rió con ironía.

-No es eso... No puedo decirte a donde voy porque en realidad no tengo ni idea.

Asintio mientras intentaba resumir todo lo que había pasado en una sola tarde la voz del morocho sonaba ronca a causa de todo lo que había llorado, no podía ver sus ojos porque este tenía la vista en el suelo, pero estaba seguro que estaban hinchados e irritados por la misma razón. Sabía que era tarde cuando vio los rayos del sol tomar un color anaranjado y rojizo y quizás fue la voz irritante de Luzu que resonaba en su interior, pero decidió que haría algo qué, de resultar mal; jamás se perdonaría.

-Hay una manera de entrar a mi casa sin que Auron nos vea -mencionó tomando rápidamente la mano del contrario mientras caminaban con rumbo a su montaña.

Mangel se mostró preocupado, si alguno de sus compañeros lo llegaba a ver Lolito lo sabría tarde o temprano, eso de por sí ya era un riesgo bastante grande como para sumarle el hecho de que si llegaba a verlo junto a Luzu, quién fue su competencia para la alcaldía y quién según lo que había escuchado estaba siendo perseguido por el pelinaranja; hacía que el riesgo se multiplicara por mil. Y; aún sabiendo eso no hizo nada por soltarse del agarre que ejercía el castaño sobre su muñeca, tampoco dijo nada cuando este volvió su miraba hacia atrás en busca de alguna muestra de resistencia, solo se sintió con fuerza para asentir cuando el chico le dijo que debían ser sigilosos al subir, ya que era un terreno un poco difícil.

¡Y valla que lo era!

Tardaron alrededor de una hora en subir hasta la casa del mayor, y bastante le había ayudado con las pequeñas escaladas que tuvieron que dar ya que el chico de ojos rojos nunca se molesto en ponder una especie de sendero o escleras a ese lado de la montaña.

Al entrar en la tan conocida pero cambiada casa Luzu no tardo en ofrecerle agua o cualquier bebida para reponer todo lo que habían sudado al esforzarse en llegar, seguido de la pregunta "¿Qué quieres cenar?" No iba a ponerse quisquilloso por supuesto y respondió que lo que preparará estaría bien; después de verlo asentir el mayor se perdió en la cocina no sin antes decirle que podía ponerse cómodo.

-Quiero hablar con él -dijo otra vez la voz en su cabeza.

-No puedes.

-¿Por qué no? Si incluso lo has traído a casa... Eso significa que confías en él ¿no?

-No. Y justo por eso no puedes; seguramente te sentirías identificado con él, entiende Luzu que es mejor no confiar en nadie.

-¡Es mi amigo!

-¿A si? ¿Se te olvida quién fue el primero en abandonarte para tener su propia candidatura?

-¡Evil! -gritó

-¡Solo! ...Solo déjame cuidarte.



La cena fue calmada y bastante silenciosa para ambos gracias al cansancio que recorría sus cuerpos por el esfuerzo físico que ambos hicieron en el día. Aun así ambos sentían esa atmosfera tan confortable. A pesar de todo el mayor no podía mentirse, él quería proteger a Luzu de todos, pero también quería que fuese capaz de tener las relaciones que se merece, por esa razón llevó al morocho a su casa; como dicen por ahí, para un roto un descocido.

-Puedes bañarte si quieres, tu dormirás en la cama.

-¿En dónde dormirás tú?

-En el sofá, pero tengo otras cosas que hacer antes -mencionó recogiendo los platos, pero antes de poder entrar a la cocina para lavarlos sintió como un par de brazos lo rodeaban y como el rostro del causante se estrellaba en su espalda, podía jurar que aquel frote desesperado que seguramente era hecho con intenciones de limpiar sus lagrimas le hacía parecer un gato cuando se frota en su amo en busca de atención.

-Gracias Luzu -logró escuchar tras un suspiro. No pudo hacer más que asentir debido a que sus manos se encontraban ocupadas y el abrazo restringía sus movimientos. 



Pasaron varios días en los que se hospedo con Luzu, cada día el mayor le escuchaba hablar sobre sus problemas sin presentar una sola queja, también le dijo que podía salir de la casa si así lo quería. Lo vio trabajar arduamente en un sendero y pequeños trozos con escaleras en aquel camino escondido para que pudiese volver de manera mas segura y fácil. También lo había visto salir en más de una ocasión por la mañana y volver por las noches y en cada ocasión llevaba alguna cosa del pueblo como regalo desde pequeños animales de felpa hasta un cámara fotográfica que le dejó encantado.

Por eso se sorprendió la mañana que, mientras tomaban un pequeño descanso de los quehaceres del hogar, escuchó como Alexby llamó al mayor seguido de la amenaza de Fargan, más le sorprendió ver al chico pararse tranquilamente entregarle un papel y despedirse en un abrazo, seguido de un abrazo al pequeño cerdo mascota que este tenía.

Lo habían encarcelado.

Llevado al limite.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora